Por: Kathia Villagrán | @KathiaVC
Violet Calder (Olivia Munn) es una productora ejecutiva de 32 años que se encuentra en un momento relevante de su carrera. Sin embargo, algo la detiene de ser quien realmente puede y añora ser. Ese algo es la voz en su interior, y no se trata de una voz que la alienta a lanzarle al agua, al contrario, es una voz que le dice que si lo hace, se ahogará. O peor aún, se quedará sola para siempre. Esa voz, que ella llama el “Comité”, la ha acompañado desde que era niña y la sigue atormentando; afectando su vida profesional, familiar, social y sentimental. Un día, en contra de lo que el Comité le dice, se atreve a confesarle lo que pasa por su cabeza a su mejor amiga, Lila (Erica Ash), quien le responde que todo es mentira, que la voz no define lo que Violet es. Desde ese momento nuestra protagonista se da cuenta que tal vez puede luchar en contra de sus propios pensamientos.

Violet es una película escrita y dirigida por Justine Bateman (pueden leer nuestra entrevista con ella acá). La directora, actriz, guionista y productora un día descubrió que los seres humanos tomamos decisiones basadas en el miedo o en el instinto. La primera es aquella que te plantea todo lo malo que puede suceder si haces determinada acción, por lo tanto, te inhibe a llevarla a cabo. Tomar decisiones basadas en el miedo te priva de nuevas oportunidades y de florecer como la mejor persona que puedes llegar a ser. Bateman aprendió algo importante: que podía pasar de ser una persona que toma decisiones basadas en el miedo y empezarlas a tomar basadas en su instinto, que podía cruzar ese puente. Después de eso, supo que debía crear un mapa para que el resto de personas pudieran hacer lo mismo y que el miedo no les robara más tiempo. Así es como nace Violet.
Violet es una película poco convencional, es una experiencia. Si bien es una historia que posee un inicio, un clímax y un desenlace, los detalles que la complementan harán que se diferencien del resto. La voz del Comité está interpretada por Justin Theroux, y peleándose con ella está la consciencia positiva, plasmada a través de textos escritos a mano que aparecen en pantalla. La película también juega con videos aleatorios que interrumpen la escena, sonidos estridentes y golpeadores, texturas y tintas que aluden a los pensamientos intrusivos y nos avisan cuando la protagonista se siente abrumada y no puede soportarlo más; que la carga se ha hecho pasada para ella y solo quiere apagar todo dentro de su sistema.

La actuación de Olivia Munn es fenomenal, podría considerarlo su mejor trabajo actoral hasta ahora y es digna de muchos reconocimientos. Su química con el interés amoroso, Red (Luke Bracey), es chispeante y nos hace desear que existiera una película que se centrara en su relación sin inconvenientes. Es fácil sentir empatía por la protagonista, puedo asegurar que muchos espectadores podrán verse reflejados en ella; y si ese es su caso, terminarán la película con mucha esperanza e ilusión por combatir a su propia voz interior que les dice que no son lo suficientemente buenos para lograr lo que desean y ser quienes están destinados a ser.
Considero que hablar más de la película arruinaría parte de su encanto y la experiencia. Es una cinta que merece toda su concentración y reflexión mientras la ven. Violet ha sido una de mis películas favoritas de este año y lamentablemente será una de las grandes ignoradas durante la temporada de premios. No pueden perdérsela en cuanto tengan oportunidad de verla.

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