Por: Laura Uribe |@lauu_uribe
Cuando Phoebe Waller-Bridge presentaba un monólogo en el West End londinense, nunca se imaginó que la historia de Fleabag llegaría también a la pantalla chica y mucho menos que Amazon la renovaría para una segunda temporada.
Si ya la primera entrega de esta historia rompió paradigmas y puso a Phoebe en la mira de la comedia, la última temporada rompe con la creencia popular de que las segundas partes nunca superan a sus predecesoras. Fleabag cuenta la historia y la cotidianidad de la protagonista del mismo nombre, una mujer inglesa en sus 30´s que tiene un modo muy particular de ver la vida.
La primera temporada nos presenta a Fleabag, la excéntrica dueña de un café en Londres que tiene una relación bastante complicada con los hombres en general, su hermana, su padre y la novia de este (interpretada por la ganadora del Oscar: Olivia Colman) y como trata de “madurar” a petición de sus familiares.
Mientras que esta primera parte es para situarnos en el universo de la protagonista, la segunda entrega lidia con temas más complejos como la religión, Fleabag se acerca al catolicismo y empieza una relación tan complicada como divertida con un sacerdote (Andrew Scott) esto será el epicentro de todos los episodios y la confusión de Fleabag entre la moral impuesta y la atracción que sienten en uno por el otro (y es correspondida) un dilema que hace que enfrente su sexualidad y la “moral“ que creía tener pero ya no está tan segura después de conocerlo.
Fleabag atraviesa una situación complicada en su vida después de los eventos de la primera temporada (la muerte de su mejor amiga y la inminente boda de su padre con la madrastra que nunca la quiso) y su encuentro con este personaje y los recuerdos de su amiga desestabilizarán su ya de por sí complicada situación personal.
Así como también la familia lucha con sus propios problemas, como el divorcio de su hermana Claire, quién es un personaje súper interesante y totalmente opuesta a la protagonista, con un marido y un hijastro, Claire vive una vida “convencional“ e intenta por todos los medios que su hermana haga lo mismo, con escasos resultados. A pesar de que pueda parecer por un momento que no, Claire y Fleabag son muy cercanas y una es el pilar de la otra en situaciones difíciles, haciendo de esta una de las relaciones más interesantes de la serie.
Otro eje importante de esta temporada es la confusión que también enfrenta el sacerdote, un dato curioso es que nunca oímos el nombre de este último y, también en los nuevos episodios, Phoebe (quien también es guionista) decide romper la cuarta pared al hacer que Fleabag nos hable directamente a la cámara en varias ocasiones.
Dicen que sabemos que una historia está bien escrita cuando sus protagonistas terminan en un lugar completamente distinto en el que empezaron, y este es el caso. de cualquier de sus 2 temporadas, ambas disponibles en Amazon Prime.
Tristemente, Phoebe no ha dado señales de querer hacer una tercera entrega, pero quiensabe, podría darnos una sorpresa. Si quieres ver una serie con una protagonista compleja, un humor muy negro y sobretodo, un acercamiento distinto en la narrativa de la televisión actual, Fleabag debe estar en tu watchlist.
Laura Uribe es egresada de la carrera de Comunicación y Producción de Medios por la UDLAP
y del Taller de Periodismo del Diario Reforma.
Ha publicado en Chilango, Quién, Elle México, In Style, Aire y S1ngular. Actualmente es Content Manager en una agencia de publicidad.
Deja una respuesta