Por: Andrea Rendón |@andrearendon__
La primera película jordana en Cannes ha sido estrenada en la Semaine de la Critique 2023. En esta ocasión, el espacio Miramar recibió la propuesta fílmica del realizador Amjad Al Rasheed, quien conmocionó a la audiencia por el increíble tema (escribo increíble porque en este punto de la historia de la humanidad, el tema de la cinta es algo que no debería de suceder).

Mouna Hawa interpreta a Nawal, una enfermera que vive con su esposo e hija Nora (Selena Rababah), pero un día, su esposo amanece muerto súbitamente en su cama. Esta historia podría sugerirse sencilla o de repente podríamos empezar a adivinar lo que vendrá, pero por supuesto que no conocemos la realidad de las mujeres en Jordania y el gran suplicio que es para ellas el quedar viudas sin haber dado a luz a un hijo varón para preservar la herencia que les pertenece por derecho. Este acontecimiento hace que su cuñado y hermano empiecen a acosarla para que le otorgue la herencia a Rifqi (Hitman Omari), quien quiere vender el departamento y quitarle la camioneta que dejó el esposo como herencia.

La película es sumamente estresante y te hace permanecer en enojo por la injusticia que estas viendo en pantalla y pensar que eso es lo que pasan miles de mujeres en un país tan machista y viviendo en una familia que preserva tradiciones que en vez de mejorar a su sociedad, terminan haciendo de las mujeres ciudadanas sin derechos ni voluntad.

Nawal se aferra al no, ella decide que no piensa hacer la voluntad de su cuñado ni de su hermano, lo que lleva a que Rifqi irrumpa en la cotidianidad de su familia e intenta quitarle la custodia de su hija sin ningún motivo verídico. La película nos va contando la serie de peripecias que como madre tiene que sortear, entre el trabajo como enfermera de una mujer indefensa como el de no contar con un heredero varón. Pero el universo le ofrece una idea que parece una oportunidad: quizás un hijo real podría ser una esperanza.
Delphine Agut, Rula Nasser y Amjad Al Rasheed escriben un guion tan bien realizado que en ningún momento sientes que estás viendo algo que puedes predecir.

Vivir presas de personas que creen saber que es lo más conveniente para ti, vivir en un eterno círculo de «mansplaining» sabiendo que nunca acabará es algo inhumano, y esta cinta lo narra de una manera impecable. Algo que también llamo mi atención fue el diálogo que menciona que para poder ser dueña de su propio deseo sexual, tenían que casarse y así, poder acceder a él, y de esta forma convertirse en esposas y tener hijos, aunque ellas no quisieran. Este es uno de los diálogos que más marcan a la cinta, además del hecho de que para poder sobrevivir en esta sociedad, deben de estar siempre al lado de un hombre, si no se casan de nueva cuenta, deben de ser sumisas y aceptar el destino que el hombre más cercano familiarmente, decida por ellas.

«Inshallah a boy» forma parte de la nueva edición de Cannes 2023.

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