Por: María F. Ahumada | @mferahv
Este pasado mes de febrero el cine quebequense llego a la capital mexicana con la muestra QUEBECINE. En su octava edición que tuvo lugar del 24 de febrero al 5 de marzo, se presentaron en la Cineteca Nacional 10 largometrajes, entre ellos óperas primas, obras de ficción y documentales. Estas proyecciones especiales contaron con la presencia de algunos de los realizadores que compartieron con el público mexicano su proceso e inspiraciones al crear estas películas.
Tuvimos la oportunidad de platicar con Caroline Galipeau, programadora de QUEBECINE MX 2023, al igual que con Catherine Léger, guionista de Babysitter y Zaynê Akyol, directora de Rojek; películas que fueron expuestas en la muestra. Ellas nos hablaron sobre su proceso creativo, las nuevas voces del cine quebequense, como sus diversas pasiones logran encontrarse con el cine y los retos que han experimentado como mujeres en la industria cinematográfica.

GAF: ¿Cuáles son los objetivos que tienes para esta edición de QUEBECINE 2023?
CG: Gracias al organismo de cultura de Quebec en América Latina vamos a llevar esta muestra a un tour por América Latina. El cine quebequense tiene un gran seguimiento internacional y tenemos grandes creadores y la libertad de contar historias de una manera muy particular. La identidad quebequense es muy evidente, pero a la vez es difícil de explicar. Es distintiva y amada por personas alrededor del mundo y se hace con una visión muy personal de los autores que finalmente se vierte en una visión única que queremos compartir con Latinoamérica.
GAF: ¿Qué similitudes encuentras entre el cine en México y Québec?
CG: Cuando estoy en la cineteca durante las proyecciones y me encuentro con los cinéfilos mexicanos, veo que existe un gran amor al cine, una gran cultura y cinefilia. Esto se nota en los Q&As cuando la audiencia hace preguntas acerca de cosas técnicas y temáticas, sobre los procesos creativos y personales que compartimos los mexicano y canadienses. Creo que es eso, tenemos una visión y procesos muy personales que se pueden ver detrás y frente de la pantalla.

Catherine Léger presentó en esta edición de QUEBECINE Babysitter, una adaptación de su obra de teatro que estrenó en 2017. Esta historia irreverente dirigida por Monia Chokri, aborda la misoginia y sexismo que se ha normalizado en nuestra cultura. La película, junto con un dialogo dinámico y ocurrente juega con los códigos propios del cine de terror y los cuentos de hadas.
GAF: ¿Cómo fue el proceso de adaptar Babysitter del teatro al cine?
CL: Lo que es interesante de saltar del teatro al cine es ver como la historia se abre. En la obra de teatro, Babysitter solo tiene 4 personajes y sucede en un solo lugar, por lo tanto, hacerla en cine fue como si estuviera frente a un gran bufet.
En cuanto a la escritura, el hecho de pasar por el teatro antes del cine le dota de una gran originalidad a la escritura del texto. En el teatro estamos siempre empujados a reinventar nuestra historia en nivel de estructura. Generalmente en guion cinematográfico la gente nos quiere presentar una estructura muy clásica o hollywoodense; entonces el hecho de haber presentado esta pieza antes en teatro es una forma de resistirnos a esta imposición y tener un film que es muy propio y que rompe con las convencionalidades. Cuando escribo algo original me trato de acordar del proceso de escritura teatral y esto es algo que estoy replicando para mi próxima película.

GAF: La obra de teatro salió durante los inicios del movimiento MeToo y se centra en un error o chiste misógino que marca al personaje principal ¿Qué diferencias encontraste en la reescritura y adaptación de la obra al guion cinematográfico en cuestión a este humor y durante la época post MeToo?
CL: Fue muy importante tener esta adaptación al contexto ya que al principio con la obra podíamos ir muy lejos en reacción a como la gente respondía a estos gestos misóginos. En cambio, la manera de tratar estos temas en el film fue más militante en cuanto tolerancia, ya que la gente no reacciona igual y fue necesario adaptar estos gestos misóginos del personaje principal para suavizarlos y no perder simpatía hacia el protagonista.

Zaynê Akyol presentó Rojek, un largometraje documental que muestra a través de una mirada dura y humanista a un grupo de yihadistas encarcelados en Siria, que como miembros del Estado Islámico comparten un sueño de fundar un califato. Zaynê, quien tiene origines kurdos, a centrado gran parte de su trabajo en contar historias y mostrar lados de Medio Oriente, a través de documentales o como fotógrafa, que los medios no comparten en un esfuerzo por humanizar y mostrar a los habitantes de estas regiones.

GAF: Cómo mujer, ¿cuál fue el proceso de entrar a estos lugares y enfrentarse a situaciones consideradas como “peligrosas” al filmar este documental? ¿Cuáles fueron los retos?
ZA: Ese es el primer reflejo que las personas tienen al ver el film, el como una mujer puede navegar este ambiente.
En mi caso es lo contrario, al ser una mujer kurda, estuve en el distrito kurdo durante el rodaje y estuve en constante contacto con este gobierno que me ayudó hacer una evaluación de riesgos. Fui muy bienvenida ya que es una región muy bondadosa y acogedora con una gran apertura, al ser una sociedad feminista, ecologista, con pluralidad religiosa y cultura, y con una gran paridad sistemática entre el hombre y la mujer (por cada hombre siempre hay una mujer en el mismo puesto). Creo que eso es algo radical en nuestro sistema político y esto me ayudo al ser una mujer y pedir permisos para navegar este universo.
Y en cuanto las entrevistas con la gente del Estado Islámico, que son personas con una mentalidad extremista y fundamentalista (que fue una cuestión más complicada), nunca intenté ocultar mis intenciones. Por lo que me presenté con ellos, les expliqué mi proyecto y hablé el mismo idioma que ellos en el rodaje para que entendieran y vieran mis orígenes; y fue así que después de hablar con distintas personas, fueron 50 que aceptaron conversar conmigo frente a la cámara.

GAF: ¿Cómo tu pasión por la foto y carrera de fotografa interviene o se manifiesta en el rodaje de un film documental con menos oportunidades de montaje que un film de ficción tendría?
ZA: Es muy fácil quedarse fascinado por el Medio Oriente. Durante el rodaje estaba en un ambiente que no se parecía a nada de lo que conozco; la destrucción del ambiente se puede convertir en algo bello y fascinante para la cámara.
Mi aproximación a la fotografía en este documental fue justo eso, explorar e indagar en esa fascinación y no solo poner una cámara. Ya tenía un buen frame, lugares, luces y personajes que no encuentro en mi cotidianeidad, por lo que era muy fácil tener tomas impresionantes. A pesar de estas grandes condiciones, quise ir más allá del exotismo y junto con mis dos directores de fotografía a medida que hacíamos las entrevistas, intentábamos pensar cuál era la mejor manera de representar visualmente las ideologías, palabras y decisiones de vida de nuestros personajes.
Estas representaciones por ejemplo el cómo mostrar las refinerías ilegales de petróleo, tenían varios retos y procesos que tuvimos que seguir para pedir permiso y que son lugares que no son fáciles de filmar. Por lo tanto, una vez pasados estos impedimentos o trabas; era un trabajo de mucha comunicación entre el director de fotografía y yo para pensar y preparar que les iba a pedir y encontrar las mejores maneras de explotar este lugar e intentar diferentes tomas y ángulos.

GAF: Esta edición de QUEBECINE contó con gran presencia de cine realizado por mujeres al ser 7 de las 10 películas de la muestra películas dirigidas por mujeres. Zaynê y Catherine, ¿Nos pueden compartir una cosa o consejo que les hubiera gustado saber antes de entrar a la industria del cine como creadoras mujeres?
CL: Tengo la impresión de que, al entrar al mundo del cine como mujer, sin ser conscientes o no sentimos esa presión de representar a un grupo detrás de la pantalla. El ser una mujer en el cine se siente como un regalo que sentimos que no merecemos. Siento que siempre hay expectativas en cuanto a las formas en la que cuentas las historias, los temas, etc. Sin embargo, algo que me gustaría compartir es que no somos portavoces y podemos maniobrar en esta industria sin necesariamente perder nuestra esencia o sentir que tenemos que contar cierto tipo de historias. Es necesario ser indulgente con nosotras mismas y contar historias sin la presión de tener que cumplir con ese rol u etiqueta todo el tiempo.

ZA: Yo voy a retomar el consejo que me dio al inicio de mi carrera la amiga de mi mamá ¿Qué quisieras ver en la pantalla?
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QUEBECINE es una muestra que busca dar testimonio de la vivacidad de la creación cinematográfica quebequense. Asimismo, este año presentó la segunda edición de Circuito Pro, un espacio dedicado a los profesionales de la industria cinematográfica donde se habló de las carreras compartidas entre México y Quebec.
Este 20 de abril al 8 de mayo puedes encontrar la primera gira latinoamericana de QUEBECINE que recorrerá ciudades de nuestro continente como lo es Bogotá, Montevideo, Buenos Aires y regresara a la Ciudad de México para proyectar las películas presentadas en la séptima edición del festival y para convertirse en el primer vínculo entre el cine quebequense y la industria cinematográfica en América Latina.

María F. Ahumada
Amante del cine que por una razón u otra (y un poco influenciada por la Nouvelle Vague) terminó viviendo en Paris. Siempre va a estar en búsqueda de encontrar la belleza en los lugares menos convencionales, encontrar voces nuevas e intentando ponerse al día con su watchlist en Letterboxd.
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