Film Review: Los Reyes del Mundo

Por: Pamela Muñoz

Para Rá (personaje principal y líder de la pandilla), en su mundo ideal “él que no quiere no existe”. Así es como podríamos empezar por entender la mirada de la directora Laura Mora, quien en una entrevista para El País comenta que durante el proceso de casting para su película Los Reyes del Mundo, notó que en esa juventud había un sentimiento de lo más honesto y anárquico: “odian el mundo, pero aman la vida”; ¿y quién no podría identificarse con tal necesidad, al habitar un mundo rodeado de despojos e injusticias? Los Reyes del Mundo explica la necesidad y urgencia de mantener, tanto en el cine y en las artes, como en lo personal, los discursos anti-sistema: el tema sobre despojo de las tierras no sólo es una cuestión politica, económica, y social, que afecta a los directos, sino un profundo ataque a las raíces humanas. 

A través de su hermoso contenido y contexto visual, la película captura los paisajes nebulosos del Bajo Cauca, y lo desértico/vacío de la situación actual en tanto a las problemáticas sobre la repartición de tierras que ha tenido Colombia desde su colonización. Como sucede en la mayoría de los países, citando a el historiador Ricardo Sánchez Ángel: “la conquista es un gran modelo de destrucción, de organización tradicional en el que hubo una resistencia indígena muy grande que genero destrucción de las formas comunitarias”; si a ello le sumamos las economías colaterales que han tenido que surgir por supervivencia (en este sistema tan deteriorado que se tiene que comer su propia cola, y hace luchar a los otros entre otros para sobrevivir), como sucede con el narcotráfico, la esclavitud o la explotación de tierras, entre otras muchas más, Los Reyes del Mundo existe para revelar la necesidad de desafiar al sistema. 

“Pese a la violencia, pensé que no puede ser que alguien nos impida construir belleza, porque el arte también es una relación estética con el mundo, entendida la estética desde algo muy espiritual -mi espiritualidad está en el cine”

Laura Mora

Prenderse fuego, o el deseo de sentir de más, no es nada encomparación con llegar al lugar donde pertenecemos; para Rá y sus amigos lo importante es mantenerse juntos mientras eso pase: el sentido de comunidad hoy muchas veces ya perdido por la excesiva individualidad. A pesar de que la película puede sentirse muy masculina por evidentesaspectos, como la mayoría de la actuación que es masculina, la directora dirige una mirada reflexiva acerca del origen de la violencia; si es verdad que la mayoría de la violencia en el mundo la ejercen los hombres, ¿esa violencia ejercida es por demostrar su poder o es más bien un acto inconsciente de las múltiples carencias y cargas sociales que se le ha impuesto a la masculinidad? 

“Me interesa mucho el mundo de los hombres, porque la violencia es una herencia muy masculina. En un país tan violento muchas de las víctimas, de los muertos, han sido hombres jóvenes y humildes. Como mujer me interesa mucho mirar la fragilidad de los hombres, cómo se relacionan ante la ausencia de la mujer. Esta película me permitió explorarlo con cinco hombres. Ra, el líder, es la justicia; Davy es el místico, por eso puede ser mártir; Winny, el chiquito, para mí es la revolución; Culebro, que es como el antagónico, era la rabia; Nano, el chico afro, para mí era la dignidad”.

Algo que causa curiosidad tanto por el placer visual y sonoro de la secuencia, fue La Matria: un burdel donde la pandilla descarga y recarga su andar. 

Ashtin Berry menciona que moralizar el trabajo es una herramienta politica para controlar la independencia económica, y no puedo estar más de acuerdo, la prostitución da libertad económica a muchas mujeres (descriminalizar el trabajo sexual no es una opción, es una necesidad). Laura Mora nos sumerge a los colectivos de trabajadoras sexuales en donde hay reciprocidad; el sentimiento de necesitar a una madre se confunde con el deseo sexual de una prostituta, el necesitar a un hijo con el deseo de dar placer por gusto o necesidad. Es un momento de reflexión sobre las causas y consecuencias que implica el costo de la prostitución respecto a la libertad sexual tanto en hombres como mujeres, o incluso sin participar en la economía sexual, ¿Qué tan libres creemos que somos al ejercer nuestra sexualidad? 

En conclusión, lo más admirable de la película (a mi parecer), fue esa transfiguración afectiva de lo emocional a lo político, el sistema político es una consecuencia de los actos humanos, los actos humanos son consecuencia del sistema político. Ser transgresorx social no es una opción, cuando en países como Colombia, ocho millones de hectáreas han sido despojadas de forma violenta, causando que solo el 0.4% de la población sea dueña del 46% de la tierra rural (según estadísticas de un artículo de El País). Las imágenes que vemos en Los Reyes del Mundo, es en reforzar la misma idea de la directora sobre el cine: hay que explicar el dolor del mundo con la belleza. 

 

Referencias:

 

 

 

 

 

 

 

 

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.