Women we love #FICM2022: Ana Fernanda Torres estrena cortometraje ‘Frontera’.

«Ese hombre no es la ciudad.«

Frontera es un recorrido personal hacia los detalles específicos que se añaden a la construcción –o, más bien, deconstrucción– de la identidad personal en medio de un duelo. La pregunta de quiénes somos es apremiante ante la intensidad de las sensaciones de pérdida de uno mismo, al final de relaciones que dejan huella en nuestra vida. Toca preguntarnos, ¿dicha huella es fruto de la relación misma, o de nuestras búsquedas frustradas en la persona que se fue? ¿dónde empezamos y dónde acabamos en relación al otro? Saber qué tanto de nosotros está adherido a la identidad del otro, dónde se delimita la frontera entre aquello que amamos y aquello que somos, es prevención para evitar dejarnos atrás en el proceso, perdiéndonos, borrándonos.

En este relato tan íntimo, la directora, Ana Fernanda Torres, hace uso de un tiempo fílmico elástico, dejando a la película respirar y desdoblarse como las capas de un recuerdo, con un ritmo robusto en cada plano; precisión en los detalles específicos que conforman la vivencia personal. Los silencios, las pausas, los chistes locales y los fragmentos de la vida misma. En Frontera la relación con la historia se comprende a través de la identificación sensorial y emocionales de momentos tan particulares como universales, situando al espectador en un breve pasaje en la vida de la protagonista. Esta forma de narrar, muestra a Ana Fernanda como una realizadora receptiva y sensible a la materia prima que componen sus obras cinematográficas. El recurso audiovisual al servicio del sentimiento puro.

Ana Fernanda, quién forma parte de la Selección Oficial de Cortometraje Mexicano en el #20FICM, platicó con Girls at Films sobre su relación con el cine, la imagen y la creación de historias personales a través de un proceso genuino de exploración y entendimiento introspectivo. Entre otras cosas, Ana recapitula alude a su camino creativo como uno intimamente ligado a realizaciones en su vida personal.

“Esta historia nació de una necesidad muy particular y muy fuerte que yo tenía de explorar ciertos sentimientos a partir de relaciones propias de mi vida y de experiencias personales. […] Estuve trabajando en esto que no sabía que fuera a terminar siendo un corto, pero nació con muchas ganas de explorar dudas y dinámicas. Así se formó Frontera. Fue un proceso tardado porque hubo bastantes versiones que variaban de acuerdo a como me sentía, cambiaba y cambiaban mis procesos personales.” 

Al igual que otras directoras mexicanas que se destacan por realizar historias entrañables y universales desde la especificidad de circunstancias de vivencias propias –tal es el caso de Ángeles Cruz, Natalia Beristáin, Mariel Cortés– Ana Fernanda ocupa el medio cinematográfico como vehículo para plasmar una perspectiva única, adherida a su lugar de enunciación como mujer en este país, ligada a temas universales como el dolor del amor no correspondido, el apego, los desniveles en los afectos y la belleza –casi mágica, como es representada en la sublime fotografía corto– del renacer después de los tornados que des balancean nuestras estructuras y nos agrietan. Ana describe que su relación con las imágenes es fundamental en la concepción de esta historia.

“Para mí, las imágenes son una parte fundamental de mi proceso creativo. Todas las historias que he escrito nacen a partir de imágenes. […] Encontrar el ritmo de una película viene de un lugar no muy pensado de manera consciente. […] Estas son las imágenes con las que yo me tenía que encontrar para contar esta historia, en donde se plasman muchos de los sentimientos que se quedan en uno.”

Ana también habla del impacto que ha tenido su origen en su formación como cineasta. Como mujer de provincia, habla de la importancia de hablar de lo que conoce. Su perspectiva, es entonces, una de representación. Hablando de la pérdida y el «corazón roto», ya no desde el esquema establecido por la narrativa hegemónica en el cine, sino una que añada a los nuevos paradigmas, desde la sensibilidad específica de la vivencia femenina.

“Mi experiencia de vida es la vida de una mujer. Una mujer de casi 26 años que viene de Tampico, que creció en un contexto muy particular, que se vino a vivir a una ciudad desconocida y enorme, con miedos e inseguridades, con temas que me causan preocupación… Y eso es lo que yo conozco, y a mi me interesa contar sobre lo que yo conozco. No porque yo crea que nadie deba contar sobre lo que no conoce, sin embargo para mi, Ana Fer, es la manera en la que puedo expresarme y explorar cosas que tal vez ni siquiera tengo claras o puedo nombrar todavía, sin embargo el cine es la manera en que puedo buscarlo y hacerlo tangible, entenderlo cuando se hace uno solo.”

Ana menciona que, al ser una cineasta de Tampico, es un gran honor poder llevar su trabajo a lugares como el Festival Internacional de Cine de Morelia. “Para mi, como una directora y cineasta de Tamaulipas, significa muchísimo poder abrir estos espacios para decir ‘Aquí estamos los directores que no somos de aquí. Que no crecimos con esta ciudad y sus alcances. Pueden voltear a vernos, tenemos también historias que contar.”

Añadee que, hacer cine en provincia, específicamente hablando de su ciudad natal, no es solo sumamente complicado por la falta de industria y recursos, sino que hacer cine, también es algo que no formó parte de su imaginario mientras crecía, y aboga por una mejor situación para la realización de cine desde los diferentes estados de la República.

“Yo no tenía claro que el cine era algo que se podía hacer. Yo siempre tuve ese interés y espinita, iba al cine e iba a una escuela que apoyaba mucho la parte creativa, pero no tenía idea que esto era algo que la gente podía hacer con su vida. Realmente fue hasta que yo me vine a vivir a esa ciudad que me di cuenta que hay otros caminos que se podían tomar. Si yo hubiera sido de aquí y vivido aquí toda mi vida, quizá hubiera tenido mucho más claro desde que era más chica que quería hacer cine y que las industrias creativas eran algo que yo quería explorar, sin embargo, por no haber tenido esa oportunidad es que puedo buscarlo con doble emoción y con doble esfuerzo.” complementa “Hace falta más apertura y visibilización para el cine de otros estados”. 

A pesar de que, por necesidades de producción, Frontera fue filmada en la CDMX, Ana Fernanda tiene planes de escribir un largometraje que pueda producirse en su natal Tampico. “Al final creo que las historias pueden ser donde sea. A mi me interesa contar historias en los espacios que yo conozco”. – dijo la directora.

El nombre de Ana Fernanda Torres se une a la larga lista de mujeres presentes en el FICM 2022. Su trabajo es un ejemplo para las mujeres de este país que busquen en el cine una forma de entender la vida y a sí mismas. A propósito de esto, Ana les dice:

“Les diría que de verdad no se rindan. Hoy en día sigue siendo difícil abrirse camino en el cine siendo mujer, y sobre todo mujer de provincia. Pero si tienen esa inquietud y esa convicción, no dejen de perseguirla. Hacer películas es de las cosas más gratificantes que puede haber. Aquí estamos para lo que necesiten y no estarán solas”. –cerró la directora. 

Daniela García. Estudiante de realización y estudios de cine.

Tw: @danielagcjrz

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