Por: Adriana Kong | @adrianakong
El 12 de noviembre de 2010, un hombre murió a balazos en su rancho en Tamaulipas, México. ‘Don Alejo’ se enfrentó a grupos de sicarios que lo habían amenazado con quitarle su rancho. La prensa registró este suceso con reportajes y titulares como: “Don Alejo, el nuevo héroe de México”. La batalla y muerte de este hombre se convirtió en un trending topic en Twitter, cortometrajes y comentarios del gobernador de Nuevo León sobre “la valentía, el orgullo y la dignidad” que había tenido legitimaron a ‘Don Alejo’ como un héroe combatiente del narcotráfico.
“El norte sobre el vacío” (2021), dirigida por Alejandra Márquez Abella, se inspira en este suceso para poner en pantalla una historia que aborda temas como la posesión de tierra, lo que sostiene la masculinidad y la violencia causada por el narcotráfico.
En la película damos un recorrido por la vida cotidiana de Don Reynaldo (Gerardo Trejoluna) para entender las cosas que le son importantes; celebrar el aniversario de su rancho, tener un buen ganado, vestir con botas vaqueras y sombreros, ser aplaudido por sus amigos como un buen cazador, llevar a su nieta a dar la vuelta en caballo, ser mirado como un padre de familia y todo lo que lo valida como un hombre que “no le teme a nada”.

Los hijos de ‘Don Rey’ se han desplazado a otras ciudades para tener una vida fuera del rancho y, a pesar de ser el lugar donde crecieron, no se explican la insistencia de su padre de continuar viviendo ahí después de ser amenazado por un sicario que lo obliga a abandonar su propiedad. Rosa (Paloma Petra) también creció en el rancho y aunque trabaja para ‘Don Rey’ ha sido considerada como parte de la familia. Mientras él sostiene su masculinidad, ella lo sostiene a él de manera audaz y silenciosa. La vemos escuchar y ser participe de la organización de la vida en el rancho. Su relación con Don Rey trasciende los límites de género y clase impuestos por una sociedad conservadora ¿Qué y quienes están detrás del heroísmo?

Don Rey tiene la fantasía de quedarse y fingir que tiene el control de la situación, se compromete con su masculinidad y hace como si no pasara nada. ¿Por qué abandonaría un lugar en el que habitan sus recuerdos? ¿Qué lleva a un hombre a sostener algo que amenaza la vida?
Aunque le cueste la vida esta dispuesto a ser un héroe en resistencia.
Quisiera que me hicieras mucha falta
Y gritarte que regresen, pero aquí no hay novedad
No te preocupes por mí
Aquí todo sigue igual como cuando estabas tú
Fragmento No Hay Novedad de los Cadetes de Linares
En la película, que estrenó en la Berlinale, vemos a los animales ser parte importante de la transformación del territorio. Los sapos, insectos, y vacas son testigos y receptores de la violencia. Esta mirada nos hace pensar voltear a ver a otros seres y sentires. Las imágenes se desplazan con movimientos veloces y ráfagas, como símbolo de la transformación del lugar, nos hacen sentir miedo, angustia y amenaza constante, simulan mareos por las altas temperaturas de los paisajes desérticos. La violencia que atraviesa el norte no es una dualidad, no hay héroes ni villanos, familias ‘bien’ o del mal’, no es irse o quedarse, no hay un ellos o nosotros. Es un entramado de sucesos complejos.
En ‘El norte sobre el vacío’ vemos caer las ilusiones de un hombre y se destruye lo que ha construido. Dejamos de ver lo heroico para mirar lo que lo rodea, los animales, el paisaje, las relaciones y sus cuidados.

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