Por: Kathia Villagrán | @KathiaVC
La película inicia con una fiesta inundada por iluminación neón y jóvenes pasándola muy bien. De pronto la imagen se corta con el contraste de un juego de hockey escolar. Todas las jugadoras están completamente comprometidas al juego, excepto por Mimmi (Aamu Milonoff), cuyo mal humor hace golpear intencionalmente a otra de las chicas. La leyenda “El Primer Viernes” aparece en pantalla. Su mejor amiga, Rönkkö (Eleonoora Kauhanen) corre a su encuentro y a preguntarle qué pasó. Entre ellas la relación es estrecha, se conocen y se entienden a la perfección.
No tan lejos del lugar pero en un escenario diferente, Emma (Linnea Leino), practica patinaje sobre hielo artístico. Se está preparando para una competencia importante pero su salto estelar no le sale por más que lo practique. Las niñas dentro de la pista de patinaje la ven con admiración y a pesar de que su entrenadora le dice que pueden considerar otra técnica para su acto y que es mejor que descanse, Emma se rehúsa. Ella está segura que lo va a lograr con la práctica necesaria. Su mamá la convence de ir a una fiesta de cumpleaños para distraerse.

Mimmi y Rönkkö trabajan en una juguería dentro de un centro comercial. Un chico atractivo intenta coquetear con Rönkkö, pero ella se incomoda y le rechaza. Luego le confiesa a su amiga que es muy difícil para ella sentir placer en el acto sexual por muy atraída hacia su pareja o excitada que se sienta, a pesar de estar segura de su heterosexualidad. Mimmi le propone seguir experimentando hasta que encuentre al chico que por fin la satisfaga. Emma se reúne con unos amigos en la juguería, su primer encuentro con Mimmi es desastroso, pero las dos amigas terminan siendo invitadas a la fiesta de cumpleaños también.
En la fiesta, Rönkkö se toma la tarea de encontrar una pareja sexual con la que pueda practicar llegar al orgasmo. Mientras que Mimmi busca a Emma para hacer las paces. Entre las dos se crea un vínculo casi instantáneo, deciden abandonar la fiesta y pasar juntas el resto de la velada. Hay chispas y pasión entre las dos, todo lo que sienten lo sienten demasiado rápido pero se desean y se quieren una a la otra. Y así es como en el transcurso de tres viernes las vidas de estas chicas dan un giro inesperado. El amor que crece entre Mimmi y Emma les hace descubrir cosas de sí mismas que no se atrevían a admitir, mientras que Rönkkö intenta explorar su vida sexual con varios tropiezos en el camino.
Girl Picture es una película finlandesa coming-of-age dirigida por Alli Haapasalo y co-escrita por Daniela Hakulinen e Ilona Ahti. En ella exploran el despertar sexual de sus personajes que apenas dejan la adolescencia y la magia del primer amor en tiempos donde aún no están seguras de lo que realmente quieren para sus vidas. El argumento es sencillo y realista, es reconfortante ver a actrices interpretando papeles que están cercanos a su edad. Algo que aprecié a nivel personal es ver pieles con textura en pantalla; esto es algo que no siempre ocurre gracias a la “magia” de la edición y puede crear falsas expectativas en la adolescencia.

La amistad entre Mimmi y Rönkkö es dulce e incondicional, aunque susciten problemas entre ellas. Es aplaudible encontrar esta representación de amistades honestas y positivas entre mujeres jóvenes, especialmente porque las nuevas generaciones tendrán un referente más sano del vínculo que hay entre el género; uno donde no hay envidia, desconfianza o rencor, sino al contrario, es uno donde hay comprensión, tolerancia y soporte. Aunque algunos detalles están apresurados, el desarrollo de los personajes es gratificante.
Alli Haapasalo hizo un increíble trabajo de dirección, su visión femenina es demasiado notable en el retrato de las relaciones sentimentales y aprovecha el placer femenino sin convertirlo en objeto de sexualización. Las escenas de sexo son pasionales cuando necesitan serlo, pero tampoco teme en convertirlas en algo torpe cuando la historia lo requiere. Lleva a sus tres chicas a anteponer su placer, aunque tengan que ponerse a prueba antes de lograrlo.
Sundance se caracteriza por estrenar coming-of-ages que enamoran a su audiencia, tanto fuera como dentro del festival y puedo apostar que Girl Picture no será la excepción, y que por el contrario todo el talento detrás de ella se convertirán en uno de los grandes descubrimientos de esta edición.

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