Por: Kathia Villagrán | @KathiaVC
En un futuro no tan lejano, nuestros sueños son los que pagan nuestros impuestos, y por lo tanto, el Gobierno tiene acceso a ellos y los fiscaliza. James Preble (Kentucker Audley) es un servidor público que tiene una vida más o menos aburrida, sus sueños son los que le dan una idea de qué hacer para sobrellevar los días. Todo cambia cuando debe visitar a una anciana, Arabella Isadora (Penny Fuller), en su remota mansión rosa, porque desde hace años no ha declarado sus sueños y estos tienen que ser auditados.
Al inicio, Preble se siente incómodo por la excentricidad de Arabella. La toma por una mujer “chapada a la antigua”, que no quiere adaptarse a las nuevas tecnologías y formas de vida. Pero conforme va avanzando el tiempo y Preble se adentra en los sueños de Arabella, él descubrirá que ella no es tan ingenua como parece. Todo lo contrario. Arabella tal vez ha descubierto los oscuros secretos del Gobierno y la forma de evadir el control que tiene sobre la población. En su caricaturesco hogar se puede estar construyendo la rebelión.

Strawberry Mansion fue coescrita y codirigida por Kentucker Audley, su protagonista, y Albert Birney. Durante 2021 tuvo su gira por algunos festivales de cine como Sundance, Fantasia y recién se proyectó en Los Cabos. Es un filme que si bien no ha logrado ser de los más populares de los repertorios, quien llega a él termina seducido por sus encantos y maravillas. Es una película que a simple vista puede parecer un viaje psicodélico pero termina por convertirse más en un dulce cuento de hadas.
Lo que al inicio puede sentirse como una comedia disparatada estéticamente hermosa —casi a niveles visuales de Wes Anderson con su propio giro de tuerca—, procede a profundizar temáticas reales y vigentes, como lo son el capitalismo, los efectos consumistas de la publicidad y los gobiernos autocráticos escondidos detrás de una fachada liberal. Arabella es una heroína inusual, y al igual que Preble, como espectadores nos rendimos ante sus encantos y osadía en los pocos minutos de conocerla.

La película también nos ofrece una historia de amor tierna y diferente, queremos que suceda a pesar de las circunstancias a las que se desarrolla. Las sutiles interpretaciones por parte del elenco aportan el balance perfecto con su extravagante estética. Mientras veía la película no podía evitar pensar cómo Strawberry Mansion representa a un universo paralelo a los que crean cineastas como Guillermo del Toro o Tim Burton; su mensaje es más existencialista, pero su arte es enérgico y brillante. Son como los dos lados de una misma moneda.
Strawberry Mansion es una película perfecta para cuando buscamos escapismo del mundo real. Nos hará sonreír, pero también nos hará pensar. Demuestra que no es necesario hacer una película insípida y sin profundidad cuando se busca hacer algo simple y ligero. No se la pueden perder cuando tengan la oportunidad de verla.

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