Por: Amira O. Azuara | @unazuara
Una joven retraída acompaña a una pareja en una escapada de invierno. En ese espacio remoto, predilecto del cine de terror, Bleed with me (2020) explora las dinámicas de poder de la amistad femenina coqueteando con la figura del vampirismo y navegando formas más cercanas al suspenso por evocativas. En esta ópera prima, escrita y dirigida por la canadiense Amelia Moses, la búsqueda de respuestas es camino y no meta.
Rowan (Lee Marshall) acepta la invitación de su compañera de trabajo, Emily (Lauren Beatty), para pasar unos días junto a ella y su novio Brendon (Aris Tyros) en su cabaña familiar a las afueras de la ciudad. Desde su introducción, entendemos que la relación entre ellas funciona por sus contrastes: Rowan es el componente pasivo, Emily el activo. El aire incómodo que rodea a la protagonista escala en este escenario ajeno, mientras que la anfitriona, segura de su entorno, hace despliegue de su encanto.
En el episodio que desata las sospechas, Emily relata que el primer acercamiento entre ambas se dió cuando rescató a Rowan de una situación desagradable. Una provee y cuida, la otra obedece y admira. Cuando Rowan se corta con el cuchillo de cocina, Emily actúa en instinto, lamiendo la sangre con sus labios. A aquel momento proceden secuencias en las que Rowan despierta con cortes en las muñecas, mientras su cuerpo parece nunca recuperarse de la borrachera de su primera noche.
A lo largo de sus 79 minutos, la actriz Lee Marshall se mueve por los sentires de la protagonista en un cóctel de recelos y manipulación. Amelia Moses toma elementos clásicos como la locación aislada, pocos actores a cuadro, un score que responde al género, pero desecha la violencia explícita, los jump scares y las revelaciones didácticas (acaso de más). Con cierta recurrencia por los primeros planos y una edición que desdibuja el tiempo y la realidad, el terror aquí es la incertidumbre doble: no sólo es la amenaza, sino la posibilidad de que se trate de una proyección de la paranoia propia. ¿Si Rowan no puede confiar en sí misma, entonces en quién?
Si bien el elemento que sirve para explorar temas como la ansiedad y la codependencia es la sangre, Bleed with me no se coloca completamente en el cine vampiros. Esta decisión habla del entendimiento y el potencial de su creadora en el género. Es de notar como la película responde a un elemento pilar de las representaciones de los chupa sangre: su vínculo con lo sensual. Moses juega con el accionar de sus tres personajes no en lo explícito, sino en lo no dicho, en las miradas y el tacto. En el poder de unos sobre otros.
Las relaciones humanas son complejas. Para conocer a Emily, Rowan rellena constantemente los vacíos, intuye y/o imagina. Un detalle que habla de cómo la directora se adapta y explora los escenarios, está en el hecho de que la cojera de Emily -que agrega una capa de vulnerabilidad al personaje sospechoso- fue propia de la actriz Lauren Beatty, tras un accidente en motocicleta. ¿Quién es víctima y quién victimario? A la cinta no le importa el juicio final, le interesa ejercitar la posibilidad.
Bleed with me forma parte de la selección oficial de largometraje internacional de Macabro: Festival Internacional de Cine de Horror de la Ciudad de México. Consulta los detalles aquí.
girlsatfilms.com 
Deja una respuesta