Por: Lily Droeven | @lilydroeven
Dirección: Lizzie Borden / Duración: 80 minutos / Año: 1983.
Born in Flames es una narrativa visual feminista que fue estrenada en Mubi hace un par de semanas como una obra redescubierta y está dirigida por la cineasta feminista independiente Lizzie Borden.
La historia inicia en Nueva York durante el décimo aniversario de la Guerra de Liberación ganada por el gobierno social democrático, en el que a pesar de que para algunos esa guerra trajo la paz, a las mujeres no les beneficia en nada ya que siguen siendo acosadas y violentadas en la calle además de ser culpadas por ello, la taza de desempleos es mayor, las negras, indígenas y latinas sufren racismo, el clasismo persiste, la opresión del gobierno es constante y ante cualquier queja o acto para hacer validar sus derechos son tachadas por los medios y las autoridades de “locas” e inclusive de “terroristas”.

Mientras tanto, dos estaciones de radio independiente, Radio Ragazza, líderado por Isabel, una mujer blanca y Radio Phoenix, liderado por la afroamericana Honey, se ocupan de levantar la voz y dar a conocer sus preocupaciones a las situaciones que todas viven a diario.
Existe también el Ejército de las Mujeres fundado por Adelaide, una lesbofeminista negra radical separatista que se encargan de movilizarse por toda la ciudad con el fin de proteger a otras y realizan manifestaciones para hacer valer sus derechos, pero también Adelaide buscará más apoyo de mujeres, incluyendo a los dos grupos de radio para seguir con la lucha y ganar más fuerza contra el patriarcado, las autoridades y el gobierno.
Born in Flames es la carta de presentación de Lizzie Borden que nos sumerge en un futuro distópico con esta obra de ficción documental filmada a modo guerrilla que incluye puntos de vista de varias mujeres, archivos footage de manifestaciones, a tres reporteras de un periódico socialista haciendo una investigación de los casos, noticias de lo que ocurre, mujeres laborando en distintas áreas del trabajo, pegando carteles, creando arte y en reuniones.

A pesar de que está ambientada en un futuro distópico de los años 80, el discurso y la trama siguen apegados a nuestra realidad, haciéndonos sentir dolor y rabia por todo lo que las mujeres nos enfrentamos en nuestra vida diaria en un mundo donde los hombres siguen siendo los privilegiados, que ejercen el abuso del poder hacia nosotras además normalizar y perpetuar la cultura de la violencia en el que fueron criados.
“Just like the fuse that ignites the whole bomb, we are important. Black women – be ready. White women – get ready. Red women – stay ready. For, this is our time and all must realize that.”
Tal y como sucede en la actualidad, Born in Flames muestra diferentes opiniones en relación a lo que esta bien y lo que no en los movimientos feministas, sobre todo en las manifestaciones, pero viéndolo desde un punto de vista real y subjetivo representa la única manera en que podemos ser escuchadas, alzando la voz, luchando por las que ya no están, la constante unión de las mujeres para ayudarse, aunque no se conozcan dando como resultado la frase que tenemos en la actualidad de “me cuidan mis amigas”, porque la sororidad en el feminismo es muy importante.

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