Por: Karen Zabs
La maravillosa Lina Wertmüller, cineasta italiana que actualmente tiene 90 años, ha sido una de las pocas mujeres nominada a mejor dirección en los Oscares. Esto se dió gracias a la película Pascualina Settebelleze, 1976.
Esta película fue sorprendentemente nominada porque desafiaba tal cual al capitalismo y al patriarcado, como lo hizo constantemente con sus películas toda su trayectoria.
Una de las películas que más me ha marcado de Lina, ha sido sin duda Mimi Metalúrgico herido en su honor (1972). Una de las representaciones (a mi parecer) más finas que tiene la Commedia allítaliana, la cual inició en la década de los cincuenta y se extendió hasta principios de los ochentas.

Lina se mete con el ámbito político de esa época abarcándolo a una sátira de modales, machismo, connotaciones ridículas y grotescas, y un gran enfoque en los problemas sociopolíticos. Desde asuntos sexuales, como el ser honorable y excusado por misoginia y machismo, hasta el divorcio y la influencia religiosa que conlleva esto.
Primero que nada, se retrata una visión crítica de la Italia sociopolítica en esa época, la transición del personaje principal, Mimi, de una ciudad donde es asfixiado en una constante exigencia de lados políticos, y en costumbres regidoras de un podrido feudalismo humano, hasta llegar a algo completamente opuesto: la ciudad-máquina Turín de la posguerra, meca de una revolución industrial. Abandona el olor a rancio, azufre, y suciedad y se adentra en nieblas de capitalismo: fábricas, parques, y sobre población. Esta confusión se suma a otra de las realidades que no le gustará enfrentar, el deseo y el amor.
Luego, Lina entra con su clara visión política-sexual, es la representación de el personaje principal, Mimi. Lina Aprovecha al máximo al actor protagonista Giancarlo Giannini, y lo convierte en el clásico hombre detestable y grotesco.
Uno de los momentos cruciales (e italianísimo) donde sucede el primer encuentro de Mimi y Fiore, en la calle, el momento más “romántico” de la película con unos closeups de Mimi observando a Fiore con una cara tal cuál de un estúpido “Don Juan” cazador, con la espera de un plan malévolo: seducir a Fiore, mientras de fondo se escucha La Traviata : Acto I “Sempre Libera”. Momentos como estos a lo largo de la película, desenvuelven la naturaleza patética de Mimi, es lo que construye toda la crítica. Acaba destruyendo al personaje ridiculizando su machismo. Yo lo veo como una triste figura de El Quijote.
Todo este personaje se diluye poco a poco gracias a la entrada de Fiore, los roles se cambian, y ella es la que termina “seduciendo” a Mimi, y quizá por eso también más difícil de “manejar” en una realidad más rica en contradicciones.
A menudo, escuchando distintas críticas y visiones de otros espectadores a cerca de este personaje, observo que hay una delgada línea entre que el espectador crea que se ridiculiza críticamente este tema o que simplemente sea una gran ofensa y se crea que Lina está a favor de todo lo que ridiculiza. Esto hace que sea una comedia extremamente italiana, por incómodamente entretenida y deleitable de cierta forma. Hace preguntarse a uno mismo… ¿Por qué diablos me estoy riendo? Esa incomodidad confunde al espectador entre que si sea una crítica o simplemente no haya seriedad ante estos temas.

En esta, se hace referencia en primera plana continuamente el cruce, el encuentro, el desencuentro de lo femenino y lo masculino. El “malentendido” universal: el cuál ya no es el hombre y la mujer… aquí solo es el hombre.
Cabe mencionar que hay dos escenas cruciales para esta película, una de violencia doméstica, una de un intento de seducción de una mujer “grande” interpretada por la habitual Elena Fiore de Wertmüller, las cuales estas arrojan por la ventana la corrección política, pero la crítica de Lina hacia el hombre inadecuado es es tan aguda como siempre. Esto vuelve a subrayar lo incómodo de su comedia.
Lina transmite esta crítica hacia lo absurdo, y utiliza discursos que abarcan desde la corrupción de la mafia hasta el comunismo, y logra ligarlos perfectamente con machismo y religión. Temas los cuales hasta cierto punto aún ahora son complicados de transmitir, delicados de retratar y discutir. Aprovecha todos estos temas hacia una comedia, una grandiosa sátira. La manera de la cual Lina toma enserio estos temas recreándolos en una “suave” crítica del patriarcado… y lo hace exquisito.
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