Postales #8M: Carta a Julie Delpy – ¿A ti también te han llamado loca y emocional para desmeritarte?

Por: Brenda Marquezhoyos| @capmaryos

Mujeres de impacto, existen en todos los sectores y merecen palabras que les reconozcan lo que visiblemente algunos (muchos) olvidan. Desde mi mamá, hasta la persona que no conozco en persona pero creo haber formado un vínculo a través de lo que hace. Te elegí, Julie Delpy. Recientemente he conectado mucho contigo y tu arte, la forma en la que te expresas. Hoy, GaF es el medio por el que puedo escribirte y también agradezco que una comunidad así, siga creciendo y poniendo acento en las realizadoras. Aquí todos los días son 8 de marzo.

Este día se resignifica cada año que pasa; no es una celebración, es una expresión de coraje para decir –¡Ya basta!– Se reforma entre más dejamos de lado la “feminidad” que nos han querido imponer, algo que ha quedado plasmado en las cintas de cineastas que en su mayoría han sido hombres. Francia es el gran referente de la femme fatale y las mujeres que se salen del molde, una de las escuelas cinematográficas más aclamadas. Julie Delpy, antes de conquistar el “cine de arte” con Hollywood, debutó a los 14 años de edad en la película Detective (1985) del director Jean-Luc Godard.

Su formación entre el teatro y el cine, finalmente la hicieron moverse a Estados Unidos en 1992. Donde una de las trabas que más han obstaculizado su carrera, son el sexismo. Hace un unos años la entrevistaron sobre el #MeToo y fue contundente sobre cómo el sexo (relaciones sexuales) ha sido un mecanismo de “intercambio” para crecer en tal medio y era totalmente normalizado. ¿Cómo sobrevivir a ello? El hogar de Delpy, tal como ella lo describe, fue muy feminista desde que tiene memoria, haciendo énfasis en su madre. Julie creció con ideales muy arraigados, los cuales le protegieron de propuestas indecorosas y afortunadamente nada terminó en algo físico pero su rechazo a este tipo de comportamientos por parte de la industria cinematográfica, le crearon un estigma. Algunos le decían loca y complicada, una persona con la que era difícil trabajar por su carácter. 

“Todo el mundo le cree a los hombres poderosos cuando estos dicen que eres una loca, especialmente una inestable emocionalmente” -Julie Delpy.

Delpy no está en contra del coqueteo de los hombres, sino de la audacia de algunos por querer usar su poder para someterla a través de ello. Lo triste de esta historia es que se extiende más allá de un papel en la pantalla grande, como realizadora también se ha enfrentado a situaciones que la condicionan por su género; desde la financiación de una producción hasta la ejecución de algún proyecto. Las mujeres tienen que soportar que las llamen locas para subestimar su trabajo y el acoso sexual es sólo la punta del iceberg de todo lo que hay detrás.

La transición de actriz a directora es una travesía, no sólo personal, ¿cómo hacer que te tomen en serio? Las producciones de Delpy en el rol de dirección han sido financiadas por Europa, el trato con Hollywood fue frustrante por todo lo que ella representa dentro y fuera de la pantalla grande; una mujer fuerte e independiente, que puede sonar a cliché en estos tiempos pero es sorprendente cómo estas características se hacen temidas incluso en 2021. 

El debut de Delpy como directora fue a sus 25 años después de un curso de dirección en la Universidad de  Nueva York con el cortometraje Blah Blah Blah, también en ese tiempo se consolidó con su papel de Céline en Antes del amanecer (1995), una película de Richard Linklater, donde junto a Ethan Hawke pudo desarrollar el guion de estos personajes que continuaron su historia en diferentes etapas de sus vidas, tanto fuera como dentro de la ficción. ¿Qué tiene de interesante esta historia de amor? La clave de la cinta es cómo se cuenta a través de una conversación casi ininterrumpida por los personajes; los lugares son el fondo bello para las palabras profundas, mientras ellos caminan y viven.

Céline tiene una evolución notoria por el paso del tiempo, lo que se mantiene constante es aquel ímpetu de ser escuchada y dejar claras sus ideas. La seguridad para no titubear al expresar lo que que piensa y dar su opinión. Me motiva a seguir manteniendo los ideales que tanto el personaje como Julie Delpy comparten. No es arrogancia, sólo que es desgastante que cuando se es jóven se te cuestione tu inexperiencia y elogien tu belleza, que cuando eres más madura alguien diga que te has vuelto loca y poco atractiva, para que finalmente sólo la nostalgia pueda otorgar el lugar que mereces, ya que los años han pasado y has decidido rotundamente que valías tanto como cuando tenías 25 años. La fuerza de realizar lo que queremos y tener la firmeza para completarlo es lo que necesitamos, ya no importa si nos dicen locas y emocionales.

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