Por: Andrea Rendón |@andrearendon__
Comenzamos con nuestro Film Diary de la Berlinale número 71, que en esta ocasión, optó por una versión online y las películas se están presentando en una plataforma en línea bastante amigable y certera. Moon, 66 questions participa en la sección ENCOUNTERS del Festival y es la ópera prima de la directora griega Jacqueline Lentzou, quien ya ha estado en varios festivales de cine con sus cortometrajes previos como Cannes con Hector Malot: The Last Day of the Year.
La directora griega nos presenta una historia y coming-of-age muy distinta a las que estamos acostumbrados a ver en este género. Artemisa (Sofia Kokkali), es una chica que vuelve a la casa de su padre en Grecia tras presentarse una emergencia: él está presentando un cuadro de una enfermedad crónica y degenerativa, pese a ser bastante joven para presentar este tipo de dolencias. Artemisa comienza a hacerse cargo del cuidado de Paris (Lazaros Georgakopoulos) y ayudarle a lograr llevar una vida más o menos normal.
Llama la atención que la directora eligiera formatos de películas caseras para contar el paso del tiempo frente a la visión del padre con el diario de su hija: los días se van marcando conforme la fecha de cumpleaños de una actriz como Gena Rowlands, Jackie Onassis o la muerte de Cleopatra.
La película avanza y podemos darnos cuenta del trabajo tan exhaustivo tanto física y psicológicamente de parte de Artemisa, quien se ve cambiando de papel con su padre, es ahora a ella quien le toca cuidarlo cuando antes fue al revés: velarle el sueño, acompañarlo al baño, tomándolo del brazo para que no caiga, dándole medicinas y tratar de tener paz mental para no quebrarse ante una situación tan difícil.

Hay un tema que constantemente nos ronda en la cabeza: ¿estamos listos para ver a nuestros padres envejecer? Siendo una generación millenial y que ha crecido bajo sus propios términos, en una época en donde se cuestiona todo, muchas veces nos sentimos bajo la protección de padres que siempre estarán pero no nos damos cuenta que el tiempo avanza como Artemisa. Jacqueline Lentzou supo capturar la desesperación, el miedo y el amor de ambos personajes, que se enfrentan a una situación que ninguno previo y que luchan día con día para hacerle frente a perderlo todo.
Ver envejecer y decaer el cuerpo de un ser querido es agotador y angustiante, contra el tiempo no se puede hacer nada. Y así, pasa la película marcándolo con cartas de tarot. El verano avanza y Artemisa debe de elegir enfermera, saber que es lo mejor con su padre y enfrentar un secreto que quizás sea lo que está provocando que su padre se encuentre tan mal.

La mitología griega cuenta con dos personajes con los mismos nombres: Artemis y Paris. Artemis, diosa del Olimpo y hermana de Apolo, apoya Troya cuando ésta se ve en medio de una guerra en contra del Rey de Esparta: Menelao. Paris se ha fugado con Helena, la esposa de Menelao y así da comienzo una de las más grandes obras literarias de la historia: La Íliada y La Odisea. Es bastante interesante que ambos personajes de la cinta tengan estos nombres, dado el trasfondo de la historia literaria griega y esta casualidad, podemos entrever que la directora quería generar una relación entre ambas historias (o tal vez sea una coincidencia).
La soledad de Artemisa con su padre, la falta de ayuda de su madre y una familia que parece comprender pero siempre está ajena al cuidado, hace muy difícil de ver (sentimentalmente), pero en escenas de pequeñas confidencias como el comer un helado y reír, devuelve la esperanza y realmente quieres abrazarlos más a ambos. El sacrificar tu tiempo y espacio por alguien más es una dura decisión.

Jacqueline Lentzou ha sabido llevar a la pantalla una historia memorable y tierna, plasma el sentir de una chica de una manera bastante cercana y redentora que hace identificarnos con el personaje principal y con su padre, además de las excelentes actuaciones de ambos que podrían darles un premio en este festival. Sin duda, Moon, 66 questions es una película de la que vamos a hablar mucho por lo cotidiana que es su historia y que conforme vamos creciendo, a nuestro alrededor podemos sentir que estas vivencias se van acercando cada vez más, los roles van cambiando. Y en lo que sucede, aprendemos a crecer y amar frente a las adversidades.
Bonus: no hay nada mejor que terminar con Words de F.R David en un sitio donde el verano no parece terminar.

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