Esta pieza forma parte del Primer Intercambio de Textos entre colaboradoras de GaF, a manera de celebrar el amor, la amistad y el cine; es también una forma de seguir creando vínculos a través de los gustos e intereses. Esperamos que estas postales sean un abrazo caluroso al corazón de quien las lea y un destello de luz en medio de estos tiempos tempestuosos.
De: su amiga (ya no tan) secreta Mayra Cerda | @maycerdis
Para: mi amiga secreta Jessica Loher
Hola Jessica, primero que nada déjame decirte que creo que este es el inicio de una muy bonita amistad. ¿Acaso esa es una cita de Casablanca? ¡Por supuesto que sí! Iniciaré por contarte que yo también soy fan de las comedias románticas, no me siento tan culpable porque he aprendido que sea lo que sea que me guste, es por y para mi y nadie más. Creo que el hecho de que ahora sean mal vistas las ha puesto bajo una lupa magnificante injusta. Siento que el público ha olvidado que algunas historias y ciertos personajes, fueron hechos para distraernos y darnos satisfacciones que suelen faltarnos en nuestras vidas reales. A mi en lo particular me gustan porque se sienten como un respiro que no he logrado conseguir en otro lugar, y también porque me divierte adivinar lo que sucederá. Si acierto me siento la persona más inteligente entre el público y si no es así, si tuvo un final inesperado, entonces me alegro y aplaudo a los creadores de la historia por haberme engañado tan bien.
Durante estas fechas pandémicas me di cuenta de lo que una sala de cine significa para mi. Fuera de que era una manera en la que gastaba mucho dinero (no podía ir sin comprar las palomitas más grandes y una crepa con nutella y queso crema para acompañar), también era mi santuario y el lugar a donde escapaba para recargar mis energías e inspirarme a seguir persiguiendo mis sueños. No es que estos meses no haya visto películas o que no me haya sentido inspirada, pero la realidad es que en mi casa tengo todas las distracciones posibles a la mano y me es muy difícil concentrarme. Creo que la pandemia y todo lo que se vive en la industria va a tardar mucho tiempo en sentirse nuevamente como una plataforma estable, pero creo que como mencionabas con tu experiencia con IMCINE y tu ópera prima bateada, estos momentos son los que nos mueven y nos ayudan a definir lo que verdaderamente importa y por lo que vale la pena luchar. También te quería agradecer, ya que me inspiraste a hacer una playlist para poder animarme a escribir. Es algo que jamás se me había ocurrido pero que siento que podría ayudarme a no sólo concentrarme, pero también a inspirarme en la música. Escribir, particularmente un guión para grabarlo después, es algo que siempre ha rondado mi mente pero nunca me he sentido capaz de hacerlo. Tengo mil empezados y ninguno terminado pero ya me di cuenta que no tengo otra cosa más que hacerlo. Así sea el siguiente guión galardonado en festivales o algo que nadie leerá, será algo que logre terminar y eso me da mucha emoción y ganas de comenzarlo.
Para terminar, entiendo que el café Dalgona te haya salvado innumerables veces estos meses, este año terrible. El café Dalgona igual fue como mi hermana y yo comenzamos a distraernos y es maravilloso como algo tan sencillo, simplemente agua caliente, azúcar y café pueden hacerte sentir la barista más cotizada de todo México. Lo que sí, tuve que dejar de prepararlos porque nunca encontré el balance perfecto de dulce y café pero lo volveré a intentar muy pronto. De ahí yo me pasé a hornear pan, era algo que siempre me había interesado pero me daba miedo ya que era algo sin explorar que conlleva mucho tiempo y esfuerzo y donde al final puede no salir. Sin embargo, un día desperté y me dije: “pues qué, quemo la cocina y mi horno eléctrico y no pasa nada” y así comenzó todo. Además de esto, cultivé mi propia masa madre, que es simplemente bacteria viva que se alimenta de agua y harina. Sé que suena asqueroso pero es como antes, previo a que hubiera levadura instantánea, se horneaba el pan y no sé, me hizo sentir una conexión extraña con mujeres y hombres del pasado que hicieron los mismos pasos que yo y tuvieron que tener el mismo material y la misma paciencia. Si algo estoy agradecida de todo esto que estamos viviendo es de haber tenido esa oportunidad de tomar el tiempo para mi, y para hornear pan delicioso que puedo compartir con mi familia en momentos de incertidumbre.
Tengo muchas ganas de recibir tu respuesta y saber que más has descubierto e intentado estos meses. Te adjunto algunas fotos de mis creaciones con masa madre y en la siguiente carta te platico sobre los mil huesos de aguacate que planté y mi obsesión por podcasts de true crime.
Te mando un abrazo enorme y espero poder conocerte en persona muy pronto y hablar de cine y café a rienda suelta. ¡Que tengas un día San Valentín hermoso!
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