Por: Thelma Ruiz |@thelmaruiz
La última película de David Pablos, estrenada a finales del año pasado, retrata el escándalo sucedido en el país en 1901, durante el Porfiriato, en el cual 42 41 hombres homosexuales fueron arrestados, torturados y humillados tras una redada policial a una fiesta clandestina donde celebraban su hermandad. Este es un suceso histórico importante, ya que marca la primera ocasión en la que la prensa mexicana tocó el tema de la homosexualidad.

Una de las cosas que cabe destacar dentro de la película es el diseño de vestuario y el diseño de producción. A pesar de algunos detalles, los departamentos cumplen su propósito de adentrarnos en la época del Porfirismo, además de tener un fuerte poder narrativo dentro de la película. Sobre todo, es muy notorio el rigor durante la investigación histórica dentro del peinado, el maquillaje y el vestuario. Todos los vestidos y disfraces son piezas de una gran belleza y afinidad a la época.

Una de las cosas que me pareció más interesante dentro del arte es su utilización como discurso narrativo, ya que esto es uno de los grandes fuertes del diseño dentro del cine y en muchas obras carece de esta función. Por ejemplo, el vestuario de Amada parece ir oscureciendo en tonalidades conforme sus sospechas crecen, y conforme su relación va deteriorando así como su estabilidad emocional. Por otro lado, es igual interesante el uso de tonos cálidos en la iluminación para retratar la clandestinidad y el secreto, los lugares en donde Ignacio vive su verdadero ser, en contraste con los tonos fríos y verdes para retratar la aparente normalidad de Ignacio y su inconformidad con ella.

Otro elemento clave que pude notar es el uso del verde dentro de la relación de Ignacio y Evaristo en los últimos momentos de la película, encabezando con el vestido esmeralda del baile final. Por igual, la película retrata, evidentemente, a una sociedad de clase alta en el país. Los grandes lujos de la casa de Amada e Ignacio y de la Iglesia son un interesante vistazo al problema de desigualdad social de la época. Esta es una película necesaria para la cultura mexicana gracias a su denuncia hacia el machismo, homofobia y transfobia recurrente en el país desde principios del siglo XX hasta la actualidad, y definitivamente me dejó con ganas de ver un poco más sobre esta historia. Es una película de época fresca que intenta tener un tono diferente al resto.

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