Por: Esther Montes | @venuscirene
Un conflicto jamás podrá tener una arista, porque de mantener un mismo patrón cómo habríamos de vivir con un único sentimiento, un solo motivo, una sola respuesta para todo. En el cortometraje 84 del colombiano Daniel Cortés queda al descubierto cómo es en un mismo contexto, una tragedia puede abordarse de diferentes formas.
La premisa que nos presenta el director es que dos películas, filmadas en 1984, en Colombia, fueron extraviadas. Curiosamente, 36 años después, volvieron a ver la luz, mostrando precisamente esas dos caras de la moneda: las dos caras de un país dividido.

Por un lado, vemos y escuchamos dolor, reclamo, violencia, desconsuelo por el asesinato de Álvaro Ulcué Chocué, reconocido como el primer sacerdote indígena en Colombia.
Por el otro, la filmación de una cinta que transcurre en la oscuridad, y que a diferencia de las protestas por la muerte de Ulcué, toma las calles para prepara un asesinato en medio del glamour y el misterio.
¿Cuál es la maldición que sigue a estas historias? ¿Cuál es la profecía que plantea Daniel Cortés?
84 de Daniel Cortés formó parte del Vancouver Latin American Film Festival (VLAFF), y actualmente forma parte del Festival Internacional de Cortometrajes de México SHORTS MÉXICO, el cual puede verse por FilminLatino.
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