Review: Encuentro — El amor bajo las sombras

Por: Daniela Alcántara |@Danni_Alcantara

“Tú nunca entenderás lo que te quiero  

porque duermes en mí y estás dormido.  

Yo te oculto llorando, perseguido

por una voz de penetrante acero.” 

— Federico García Lorca, Sonetos del amor oscuro. 

Tocar las fibras más profundas del alma es la labor más honorable dentro de la producción cinematográfica. Aquellos filmes que lanzan cuestionamientos sobre el comportamiento humano, nuestra diversidad de perspectivas y de identidades, el lugar que ocupamos en el mundo y nuestra relación con el otro, son algunas de las razones por las cuales el cine funge como medio de mayéutica; y muchas veces, nos deja ver un reflejo de lo que somos, de lo que seremos, del amor que sentimos, pero también del dolor que le acompaña. 

En “Encuentro”, ganador del Ojo como Mejor Cortometraje de Ficción en la 17º edición  del Festival Internacional de Cine de Morelia, Iván Löwenberg explora el significado de identidad, amor, y prejuicio a través de dos historias que inexorablemente terminan encontrándose. 

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Por un lado, Arcelia cuida de Lulú, ambas son mujeres de la tercera edad que solo se tienen la una a la otra. Por otro lado, está Julián, un joven que vive bajo el mismo techo que su madre y su abuelo, pero que parece no encajar del todo en ese núcleo familiar. 

En un principio, sus historias parecerían no tener nada que ver, pero una vez se produce el encuentro, existe un profundo entendimiento de amor y dolor que las enlaza. 

¡Que soy amor! ¡Que soy naturaleza!  

En 1983, fueron publicados “Los sonetos del amor oscuro”  de García Lorca. Debido a la supuesta negación de su familia por publicarlos gracias a su alusión al amor homosexual, estos textos se mantuvieron ocultos durante bastante tiempo.  En ellos, Lorca nombra su amor como amor oscuro, un amor que se oculta. Pero también lo nombra simplemente como amor y naturaleza. 

“¡Dejo el duro marfil de mi cabeza,

apiádate de mí, rompe mi duelo!

¡que soy amor, que soy naturaleza!” 

(Sonetos del amor oscuro). 

En el centro de su historia, “Encuentro” también nos habla de ese amor que bien retrataba Lorca en sus letras. Nos habla de amar y no encajar, de reventar de sentimiento e implosionar. Es decir, en lugar de poder liberar toda esa emoción hacia el exterior, esta termina ocultándose ante el mundo como amor oscuro, bajo las sombras.  

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“¿Quién se iba a imaginar las leyes?” cuestiona Arcelia, quien se ve en la penosa necesidad de recurrir a la familia de su amante para tener el permiso de enterrar a la persona que amó durante 40 años. 

“Encuentro” logra de manera muy sensible cuestionar nuestros constructos sociales, así como la falta de representación queer dentro de todos los aspectos de nuestra sociedad, incluyendo aquel que compete a la visibilidad de las personas LGBTQ+ en cuanto a derechos y leyes. 

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Sin embargo, a pesar de hacer una cruda reflexión sobre la falta de apertura a la diversidad sexual, a través del encuentro entre Julián y Arcelia, el cortometraje también nos deja claro que todo ese dolor puede ser entendido y también compartido.  

De esta forma, “Encuentro” busca dejarnos en una nota positiva, y recordarnos que el comenzar un diálogo sobre estos temas permite construir un camino hacia la empatía, la comprensión y por supuesto, hacia el encuentro. 

 

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Daniela Alcántara
Comunicóloga. Fiel creyente del poder de las historias. Peggy Olson versión millennial de día, guionista de noche. De vez en cuando disfruto hablar de feminismo, mindfulness, Timothée Chalamet, y por supuesto, de cine.

 


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