Por: Alejandra Piña |@aletspi
¿Ensayo sobre la soledad, el olvido… el olvido literalmente, la incertidumbre, el abandono? Natalia Beristáin homóloga cada una de las premisas, las entreteje y da vida a su Ópera Prima. Además de transmitir situaciones acertadas, también expone y transparenta los lazos familiares, aquellos que no requieren de tanto para fortalecerse inmediatamente.
Sin embargo, no es un lazo familiar cualquiera. Son universos paralelos que se complementan entre sí, que roban el sueño, que provocan un insomnio profundo por no haberse tenido, por no tenerse y, quizá, por no darse una última oportunidad.
(Fuente: Chamaca Films)
Amanda (Mariana Gajá) mantiene una vida apartada en su propio mundo, en el que espera ser amada. Por otra parte, su abuela Dolores (Adriana Roel), se ve internada en una soledad que no eligió mientras se enfrenta al Alzheimer. Los temores de ambas se enfrentan, son un reflejo una de la otra, pero es el acompañamiento lo que hace cada vez más visible sus propósitos personales.
Y es que, sí, las cosas pasan por algo y No quiero dormir sola se asemeja a cualquier realidad. Por ello, recurre a elementos naturales, cotidianos, sin presunción alguna; incluso, el diseño de producción es un elemento certero que vislumbra la realidad cruda y adecuadamente fundamentada de las protagonistas.
(Fuente: Chamaca Films)
Asimismo, el logro cinematográfico de Beristáin es agradecido y reconocible: en 81 minutos logra empujar una narrativa que va de los trastornos; es decir, de temas que son complejos de tocar en tiempo y presupuesto limitado. Y es la ambientación del asilo en donde podemos percibir a mayor detalle la consecución de la cineasta mexicana.
Es así como todo lo visual se convierte en el centro del filme, es la vida misma de la historia y de la transición de Amanda una vez que encuentra el amor verdadero en su abuela.
Natalia Beristáin se hace de sus propias entrañas para escribir y dirigir, desenvuelve el recuerdo junto a su abuela, cristaliza la feminidad, se exige más a sí misma para ser brutalmente honesta con los pasajes de su persona y, finalmente, logra el concilio con la noche; lo que le valió para ganarse el premio a Mejor Largometraje en el Festival Internacional de Cine de Morelia en 2012.
No quiero dormir sola se encuentra disponible en Filmimlatino.
Alejandra Piña:
Periodista y Publicista. Ha escrito sobre cultura, arte y música para diversas plataformas digitales independientes; fotógrafa de todo lo que ve.
Actualmente es Content y Project Manager en un agencia digital.
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