Por Sofía Sánchez| @sofiarevoltillo
Emma es hermosa, lista y rica, según la describe Jane Austen en las primeras líneas de la novela que comparte nombre con la protagonista. Vive en un mundo de fantasía, teniendo una estima demasiada alta de sus habilidades sociales y muchas ganas de inmiscuirse en la vida de sus conocidos. La verdad es que no es la protagonista más querible de las heroínas de Austen, quien antes de comenzar la que sería su última novela publicada en vida escribió: “voy a crear una heroína que no sea agradable para nadie más que para mí”.
Y aunque Emma a veces cae mal, en la nueva adaptación cinematográfica dirigida por Autumn de Wilde, la protagonista es entrañable, la paleta de colores reconfortante y como en toda adaptación de la obra de Austen que se respete, el roce de manos es el momento más erótico de la cinta. Emma. (estilizada así, con punto final) es la tercera adaptación para la pantalla grande de esta novela. La de 1996, protagonizada por Gwyneth Paltrow, es una representación de época. La primera, de 1995, es una adaptación moderna, también dirigida por una mujer, Clueless de Amy Heckerling.
Debo reconocer que como millenial noventera, al principio de la película no podía dejar de pensar en Alicia Silverstone/Cher Horowitz. Pero, la ambientación y el agudo guion de Eleanor Catton pronto me atraparon y me hicieron olvidarme hasta de Paul Rudd. En esta versión, fiel a la novela, Emma es una joven consentida que vive con su padre, actúa como señora de la casa puesto que su madre falleció y su hermana mayor ya está casada, y pasa sus horas metiéndose en la vida amorosa de sus conocidos, en vez de pensar en la suya.
El cast es liderado por una muy rubia y encantadora Anya Taylor-Joy (The Witch, Split, Glass), con Mia Goth en el papel de la pobre Harriet Smith (conocida de Emma y principal víctima de sus buenas intenciones). Josh O’Connor y Johnny Flynn interpretan a los hombres enredados en los malentendidos amorosos, uno como alivio cómico, el otro como el hombre perfecto.
El resto del cast es completado por Bill Nighy como el neurótico y temeroso padre de Emma, mientras que la comediante Miranda Hart es responsable de la escena más conmovedora y dolorosa de la película (tan dolorosa como puede ser en una comedia costumbrista, no se asusten).
Entre las novelas de Austen, esta es la menos querida por los críticos, tal vez por ser más comedia que romance. Sin embargo, el humor se transmite a la pantalla grande con un inteligente uso de la cámara y close-ups que dejan en evidencia la ridiculez de las costumbres de época. Aunque se trata de la primera película de Autumn De Wilde, su prolífica carrera como fotógrafa y directora de videos musicales se hace evidente. Su uso de los paisajes que en vez de majestuosos lucen campiranos, evocando el absurdo de los sucesos antes que los grandes sentimientos típicos de las obras románticas de época.
Por otro lado, el guion de Catton hace honor al humor satírico de Austen, a la vez que destaca la verdad de Emma y de toda joven: aunque creas que entiendas el mundo a la perfección y que sabes mover los hilos de la realidad a tu antojo, la vida te va a dar unas cuantas sacudidas para que te des cuenta de que no sabes nada, y eso está bien.
La cinta no alcanzó a tener estreno en pantalla grande más que en Estados Unidos y Canadá a causa de la cuarentena global. Sin embargo, fue de las primeras en anunciar su estreno digital. Actualmente puede rentarse vía streaming en Estados Unidos en diversas plataformas incluidas: Prime Video, Google Play y Apple TV.
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