Por: Valeria García |@lavalvalencia
BoJack Horseman, la serie animada de humor negro, llegó a su fin después de 6 temporadas. ¿Un final feliz o triste? Tal vez, citando a Los Simpson, sólo un final y basta. A lo largo de sus 77 capítulos, BoJack Horseman abordó temáticas tales como la depresión y las adicciones, pero también tópicos sociales y políticos que ocurrían en “Hollywoo” (llamado así después de la primera temporada con el fin de satirizar al Hollywood real).
La serie original de Netflix, creada por Raphael Bob-Waksberg -también comediante, escritor y productor- y con el diseño de los personajes y el mundo antropomórfico de la caricaturista, escritora e ilustradora Lisa Hanawalt, logró mantener y atraer a un público interesado en la vida de un caballo actor retirado de la industria y olvidado por muchos, que pasa sus años de madurez sumido en el alcohol, las drogas y la autodestrucción.
Aunque durante los primeros capítulos el tono de la serie iba encaminado hacia el humor absurdo, fue escalando a algo más sombrío e incluso depresivo a partir de los últimos capítulos de la primera temporada, ya que la serie comenzó a adentrarse a las adicciones, la depresión, el pasado y las consecuencias en las decisiones erróneas de BoJack. Esto demostró las dimensionalidades que personajes humanos y antropomorfos tenían, y cómo cada uno debía enfrentarse al mundo. BoJack Horseman también supo abordar las temáticas que ocurrían en su contexto y plantearlas dentro las subtramas de los capítulos como parte del crecimiento y aprendizaje de los propios personajes.
#MeToo y el después
Cuando se estrenó la temporada 5, había pasado un año desde que salieran a la luz los casos de acoso y violación de Harvey Weinstein, así como de otros famosos de la industria cinematográfica y de sectores diversos. También se habló del encubrimiento y de los pactos patriarcales en Hollywood.
La serie tuvo una respuesta bastante interesante sobre esto, ya que criticó al feminismo pop hollywoodense con episodios como “BoJack el Feminista”, en donde su protagonista se pronuncia contra la violencia hacia las mujeres de una manera absurda y obvia, ya que sólo pretende sacar provecho de la lucha de las mujeres.
Por otra parte, Gina Cazador, coprotagonista de BoJack en la serie de detectives Philbert, mostrará secuelas de violencia física y cómo esto afectó su vida personal y profesional. Gina no quiere ser conocida como una víctima y desea ser tomada en serio por su trabajo de actriz. Sin embargo, ese silencio, miedo y dolor son los que comienzan a afectar su seguridad y confianza para actuar. Además, comienzan a crearle una fama de actriz “difícil” sin que otros realmente entiendan ni conozcan el por qué.
En este sentido, Gina representa los efectos del abuso, ya que si bien hay mujeres que aún no logran hablar sobre las violencias que sufrieron, pues resulta muy difícil articularlas y nombrarlas, también podría referirse a quienes alzaron la voz y ahora tienen que pasar nuevamente por el dolor de revivir experiencias de abuso, aunque esta vez tratando de sanar.
Las directoras y el compromiso de la industria
Después del #MeToo en Hollywood, hubo un llamado a comprometerse con el trabajo de mujeres cineastas, ya que sus historias también merecían ser contadas, y también a no permitir más abusos. Nuevamente la serie supo representar esto pero con el regreso de Kelsey Jannings, la directora indie y visionaria, y su frase más contundente: “Hasta Roman Polanski trabaja más que yo y eso que él debería estar en prisión”.
Esto pareciera ser una predicción al galardón que meses después se llevaría el director polaco durante la última ceremonia de los Cesar, en la que incluso Adèle Haenel, protagonista de Portrait of a Lady on fire, abandonaría no sin antes llamar a estas acciones vergonzosas, ya que el director fue culpado de violación a una menor de edad en la década de 1970 y terminaría profugo de la justicia, continuando con su carrera en Europa e incluso ganando un Oscar en los dos mil y siendo alabado durante la ceremonia.
Además, hace varios años atrás, diversas celebridades firmaron una carta en la que se le pedía al gobierno de Estados Unidos que se le concediera el perdón a Polanski, algo de lo que muchos se arrepintieron después. Incluso el director fue expulsado de la Academia de Hollywood. ¿Se puede hablar de verdadero compromiso?
Aceptarse a uno mismo
A lo largo de toda la serie, los personajes buscan estabilidad en sus vidas al perseguir ciertas metas: BoJack pretende recuperar su carrera y convertirse en una mejor persona; Princess Carolyn desea formar una familia y continuar con su trabajo, pero manteniendo su independiente; Diane Nguyen quiere ser tomada en serio como escritora, sentir satisfacción por su trabajo e incluso lograr algún tipo de cambio en el mundo; Mr. Peanutbutter y Todd puede que no tengan algo en específico pero lidian con cuestiones como el manejo de la soledad y el perdonar a otros, específicamente.
Sin embargo, el perseguir esos objetivos resulta ser un largo camino, ya que no todo saldrá del modo en el que uno lo tenga planeado pues es un trabajo constante y lleno de caídas en el que lo importante es seguir intentándolo todos los días. Por otra parte, los errores o las situaciones del pasado, incluidas las decisiones de padres y antepasados que tuvieron eco en nuestra propia vida, no deben de atormentarnos o ser un modo de castigo. Debemos aprender de ellos y ser conscientes de que tal vez también pudimos ser el causante del dolor de alguien más.
Si hay algo que BoJack Horseman logró plasmar a lo largo de sus temporadas, es que lo más difícil siempre será aceptarnos a nosotros mismos. Entender que no somos seres perfectos, que también necesitamos ayuda en los momentos difíciles y que vernos ante el espejo y confrontarnos, con todo lo negativo y doloroso que eso implica, también es un modo de lucha y resistencia constante.
Aunque hubieron quienes mencionaron que el final parecía “acelerado” e “inconcluso”, otros prefirieron denominarla “perfecta”, alabando el trabajo de los guionistas quienes supieron darle un cierre oportuno y a tiempo, a pesar de las circunstancias de cancelación por parte de Netflix. A pesar de las circunstancias, BoJack Horseman logró humanizar a sus personajes y empatizar, sin justificar comportamientos nocivos, con sus espectadores sobre (y a través de) el dolor.
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