Por: Lizette Galeana |@gaoltt
All The Bright Places, uno de los últimos estrenos de Netflix, es una cinta dirigida por Brett Haley, basada en el bestseller del mismo nombre escrito por la autora Jennifer Niven. La historia sigue a dos jóvenes llamados Violet y Finch, los cuales no solo están atravesando la dura etapa de la adolescencia, sino que ambos luchan con graves problemas internos: Violet vive con el duelo de haber perdido a su hermana en un accidente, mientras que Finch sufre serios arranques emocionales y problemas escolares.
El filme se enmarca claramente dentro del género coming of age, sin embargo, eso no impide que toque temas como el suicidio, el abuso familiar y especialmente, las enfermedades mentales.
Cabe resaltar que la autora ya ha aclarado en otras ocasiones que la novela se basa libremente en una historia personal, lo cual es retratado con bastante respeto en la película. Violet y Finch no son personajes perfectos, son simplemente dos chicos que se encontraron en medio de sus tragedias personales.
Por supuesto, no todo es tristeza. La historia es dulce, sin caer en el empalagamiento. La cinta se sostiene principalmente por la gran química de sus protagonistas, Elle Fanning y Justice Smith, ambos
El guion no puede evitar usar los clichés de los típicos romances adolescentes (incluso de uno problemático como la constante insistencia de Finch al inicio para ganar la atención de Violet), pero termina usándolos a su favor para construir una tierna relación. Lo que los protagonistas forman a lo largo de la historia es gradual y creíble, y es inevitable que uno no se interese en el destino de ambos juntos.
Varios de “los lugares brillantes” que visitan en la ciudad a lo largo del filme lucen encantadores en pantalla. Aunque parece ser que la historia se desarrolla en la época actual (o eso indica la selección de canciones que acompañan las escenas), el conjunto en general transmite un sentimiento de añoranza y atemporalidad.
No obstante, la mayor lección que buscar dejar la película es que reflexionemos acerca de la importancia de la salud mental y el impacto sobre nuestro ser. Es un mensaje directo, sin la intención de sermonear a nadie, mucho menos a su propio público adolescente y muestra generalmente las consecuencias reales de cada acción, incluyendo los momentos dolorosos.
No obstante, considerando la duración y volviendo al hecho que esta es una película para un público tan joven, se pudo haber ahondado más en la trama sobre las diferentes opciones para obtener ayuda, el simple mensaje al final en los créditos puede que no sea suficiente.
Violet y Finch terminan descubriendo que el amor y la amistad, sin importar lo grandes que sean, no son medicinas capaces de curar automáticamente a nadie. Es importante que se abra la conversación acerca de las enfermedades mentales, que se rompan tabúes, pero sobre todo, que sigamos buscando al igual que ellos la luz y el brillo en los lugares que tocan nuestros corazones.
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