Por: Jimena Ríos |@JimenaRios
En la Mujer Pirata la cinta de Jacques Tourneur de 1951, nos da todo lo que el género de películas de piratas nos ha ofrecido siempre, piratas emblemáticos, alcohol y peleas muy entretenidas, con la diferencia que su protagonista es una mujer.
La temida capitana Anne Providence captura un barco y por primera vez nos muestra su aclamada reputación. Como sin un solo centímetro de piedad tira por la borda a los prisioneros ingleses. Sin embargo, en este mismo barco viaja un prisionero francés, interpretado por Louis Jourdan quien mueve todo el cauce de los planes de Anne de amotinar todos los barcos posibles para vengar la muerte de su hermano.
La capitana Providence acepta al prisionero Pierre LaRochelle y lo vuelve parte de su tripulación, de quién más adelante sabremos que tiene una esposa y está colaborando con los británicos para capturar a la temida pirata.
Es muy interesante ver una historia de piratas con un personaje como Anne, un vestuario llamativo, sin duda muy atractivo y seguramente retador para la época. Una actitud muy segura, pues al final se encuentra en un mundo de hombres, así que lo que se espera de ella es que se comporte como tal. Primitiva y despiadada es como aparece Anne en las primeras secuencias pero, al interactuar con su personaje secundario va mostrando actitudes pasionales e irracionales. Llena de celos y búsqueda de aprobación, el personaje va tomando otra dimensión. La actuación de Jean Peters toma mucho poder pues podemos claramente sentir que ella está luchando por no mostrarse débil ante su tripulación, una constante lucha entre ser una mujer vulnerable o seguir siendo la temida capitana.
Además de los encuentros de Anne con Pierre también tenemos escenas de la vida de los piratas, las visitas a los bares de los puertos, la violencia, la guerra y la traición.
Tenemos escenas de pelea manejadas a la perfección, una de las más entretenidas; Barbanegra, ron en mano, luchando muy convincentemente contra Anne, rodeados de piratas y borrachos emocionados. Esta escena además de entretenernos y convencernos de las habilidades de la fantástica capitana nos muestra la relación entre ellos dos, Barbanegra lucha con Anne como si fuera uno de ellos pero él no deja de recordarle cuál es su lugar.
La traición de LaRochelle se revela rápidamente y en un giro del destino Anne encuentra la posibilidad de capturar a su esposa para venderla como esclava y después capturarlo a él para abandonarlos en una isla remota. Pierre confronta a Anne y le pide que se comporte como hombre, ya que así actúa, ella le contesta: – “Soy una mujer y debiste de haber pensado eso antes de traicionarme”.
En el desenlace de este relato, Tourneur nos presenta la única alternativa viable para una pirata de la categoría de Anne, morir en combate y ser la última mujer en pie del Shiba Queen.
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