Por: Jimena Ríos |@JimenaRios
En el último largometraje del director Destin Daniel Cretton se nos narra un capítulo de la carrera de Bryan Stevenson, (Michael B. Jordan). Abogado, activista de justicia social y fundador de la Equal Justice Initiative. Egresado de la Universidad de Harvard que en la década de los 80’s se mudó a Alabama para tratar de darle justicia a casos en donde existió mala representación para los acusados a causa del racismo y la pobreza.
Al llegar ahí se topa con muchos obstáculos, al ser visto como un hombre del norte y educado, aquellos que apoyan la iniciativa no lo toman en cuenta como parte de la comunidad y creen que es ingenuo y aquellos que no lo apoyan buscan poner cualquier obstáculo en su camino y ejercer todo el poder que han tenido durante años gracias a la historia de racismo en este estado (y en todo Estados Unidos).
Bryan conoce entonces a Walter McMillan (Jamie Foxx), sabemos que es inocente en una escena ya vista muchas veces, demostrando la brutalidad policiaca y la injusticia simplemente por tratarse de un hombre negro. Walter rechaza al principio que lo represente a causa de la historia que ha tenido con abogados que se habían aprovechado de él y lo habían llevado a la condena de pena de muerte. Conocido como Johnny D, Walter era un hombre que desafiaba las posiciones de poder por ser un hombre económicamente independiente y por tener un pasado de un amorío con una mujer blanca. Y como muchos de los casos de los cuales nos dan una introducción, no existían pruebas concisas para condenarlo, ni contó con un proceso justo de audiencia, todo amparado por un sistema corrupto de jueces, policías y testigos.
Los momentos más interesantes de la película son cuando podemos ver a Walter en la prisión con sus compañeros. Herbert Richardson (Rob Morgan) veterano de Vietnam, condenado a la silla eléctrica nos da una visión interesante a la controversial pena de muerte; siendo un hombre que acepta su culpabilidad y además nos revela que sufre de síndrome post-traumático, enfermedad que presentan la mayoría de los soldados que regresan de la guerra. Aquí surge la pregunta acerca de la función que tiene el Estado en la completa reinserción de los afectados por la guerra. Podemos ver más a fondo la situación de justicia procesal y penal que implica el sistema de justicia de los Estados Unidos, y que al mismo tiempo resuena en nuestro propio sistema. La búsqueda de culpables en lugar de la verdad. El dar cifras de “éxito” de condenas responde a una agenda política superficial, una ya vista en muchos países, sobre todo en el nuestro.
Sin duda alguna esta película llega en un momento importante, gracias al contexto en el que se encuentra Estados Unidos, la pena de muerte sigue existiendo en 29 estados y el racismo va en aumento. La precisión de la justicia penal siempre recae en un sistema de personas quienes han estado inmersas toda la vida en un contexto político, económico y social que va a determinar sus decisiones y es gracias al trabajo de personas como Bryan Stevenson que ha sido posible para algunos, recuperar un poco de la dignidad que les fue arrebatada.
Buscando justicia se encuentra en cines a partir del 21 de febrero de 2020.
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