Por: Andrea Rendón |@andrearendon__
Seguimos con la serie de entrevistas a críticas de cine que han dedicado su trabajo a tan extenuante labor, como hemos leído, todas ellas comparten su pasión por el séptimo arte y es un verdadero gusto poder leer a tan increíbles mujeres y su visión sobre distintas películas, esto con la intención de enriquecer la conversación y revalorar esta parte de la industria cinematográfica.
Desde Girls at Films nos gustaría que más mujeres fueran críticas y periodistas de cine, se necesitan muchas miradas diferentes para poder abarcar todo lo que este arte nos da.
En esta ocasión entrevistamos a Jessica Oliva, quien es Editora de la revista Cine Premiere.
GAF: Hola, Penny. ¿Nos podrías contar sobre tu primer acercamiento con el cine?
Mi primer acercamiento al cine, de hecho, ocurrió de niña y en las madrugadas. Mis papás pusieron una pequeña televisión en el cuarto que compartía con mi hermano y por alguna razón nos pusieron todos los canales de paga. Siempre fui muy desvelada entonces me ponía a ver todas las películas de TCM y de los demás canales, aunque fueran para adultos. Mientras en las mañanas me llevaban a las salas a ver La Sirenita y el cine era un divertimento, en las noches veía otro tipo de películas que me hicieron darme cuenta de que había otro tipo de misterio ahí, para el cual me faltaba algo como un diccionario jaja, pero que al mismo tiempo me llenaba de imágenes que eran difíciles de olvidar. Me tomó también un buen rato de mi vida adulta tener claro el momento en que me enamoré o me enganché del cine. Pero sí, honestamente fue en esas madrugadas. Es raro que mi primer acercamiento al cine haya sido a través de una pequeña televisión en el cuarto de unos niños. Después descubrí la Cineteca.

GAF: ¿Por qué escribir sobre cine?
Creo que es un arte que merece ser pensado y analizado, como toda manifestación cultural. Siempre me gustó explorar expresiones culturales a través de la escritura, además de que siempre fui apasionada de las letras y del punto de encuentro entre cultura y antropología filosófica. Fue por eso que me empecé a interesar en él, primero, por su dimensión de producto cultural, una ventana a lo que las personas o las sociedades piensan sobre sí mismas y sobre el mundo. Es por esto que no comparto del todo las posturas que están a favor de abstraer por completo a las películas de su contexto o de su tiempo, como si hubieran sido hechas en un plano divino y puro, pero eso es un debate más amplio.
GAF: ¿Cómo empezaste a trabajar como editora y periodista?
Estudié Comunicación en la Universidad Panamericana, en donde empecé a investigar sobre el periodismo cultural y su conexión con la filosofía. A pesar de eso, una parte de mí tenía esta imagen del periodista como esta persona envuelta en una nube de humo de cigarro, atrapada en el ajetreo de las declaraciones políticas. Eso no me interesaba así que pensé que el periodismo tampoco. Después, al acercarme al periodismo cultural entendí que había lugar para el análisis, el color, y los asuntos más atemporales. Empecé entonces a colaborar en la sección de cultura de Milenio y en la revista Cine PREMIERE al mismo tiempo, y luego tuve la oportunidad de editar la sección de cultura de la revista Donde Ir.

GAF: ¿Qué crees que se deba de cambiar dentro del ámbito periodístico en el cine?
Estos años en que he editado Cine PREMIERE he convivido muy de cerca con un fenómeno que creo permea toda la fuente, y es que la conversación cinematográfica está a veces demasiado ligada a la agenda y los intereses de las distribuidoras y los estrenos. Es decir, es natural que se hable de las películas que llegan a cartelera, y como editora de Cine PREMIERE por supuesto que entiendo las complejidades y la importancia de mantener una alianza con los distribuidores, que fungen como puntos de acceso a buena parte del campo de acción y que muchas veces son mancuernas esenciales. Pero también creo que nosotros no debemos de perder autonomía y de dejar de poner nuestros ojos en lo atemporal, en las investigaciones, crónicas y reportajes fuera de los junkets de cinco minutos. No perder la iniciativa de buscar una historia con nuestros propios medios y recursos y no sólo esperar invitaciones. Es un esfuerzo doble eso sí.
Otra parte que podríamos fortalecer más es la conexión del cine con otras áreas. No tratarlo como si fuera una isla y encerrar a la fuente en sí misma. Fortalecer y enriquecer sus conexiones naturales con la literatura, el teatro, la historia, filosofía, artes plásticas, etc.
GAF: ¿Crees que la labor del editor deba de cambiar drásticamente por el momento tan tecnológico y de inclusión en el que vivimos?
Creo que editar Cine PREMIERE y trabajar en un medio de varias plataformas me ha enseñado que la función del editor básicamente siempre será la misma: lograr que los textos lleguen a su mejor versión y blindarlos para que se defiendan por sí mismos. Con tanta red social y bombardeo de info en distintas plataformas se ha vuelto igual de importante asegurarse de que dicho texto enriquezca la conversación, y en el caso de impresos, que no se agote inmediatamente y que aporte más allá de lo que se puede encontrar diariamente en web. Recordemos que los lectores ya no nos necesitan para decirles de qué se trata la película ni qué esperar de ella. Eso ya lo saben.
GAF: ¿Cuáles serían tus recomendaciones para llegar a ser periodista?
Escribir. Saber escribir no es un paso que sea posible saltarse, aunque ya tengamos celulares con cámaras y YouTube. Que lean mucho y que también estudien alguna otra humanidad, puesto que su campo de acción va a ser el quehacer humano.
GAF: ¿Quiénes han sido tu inspiración?
La mayoría de mis inspiraciones han surgido de la literatura, la filosofía y el periodismo. Desde chica pasé por los obligados, Jane Austen, Louisa May Alcott, las Brontë, Benedetti, Virginia Woolf, Simone de Beauvoir, Susan Sontag, Hannah Arendt, Gabriel García Márquez y los señores boom latinoamericanos, y fui muy fan de Platón (jajaja). Valeria Luiselli, Clarice Lispector, Fernanda Melchor, Cristina Rivera Garza. Pero la que nunca me ha abandonado es Elena Garro, quien también ejerció como periodista. Desde el momento en que leí Los recuerdos del porvenir la forma en que veo el mundo y el tiempo cambió. Y hay que decir que estos días tampoco puedo dejar de pensar en Megan Rapinoe.

GAF: ¿Quienes son tus críticas y directoras favoritas?
Ahorita estoy embobada con lo nuevo de Céline Sciama, pero hay muchas directoras: Claire Denis, Julia Solomonoff, Carla Simón, Andrea Arnold, entre muchas otras. También soy admiradora de la lucidez de Alejandra Márquez Abella, de Tatiana Huezo, Claudia Sainte-Luce y las animadoras tapatías, Karla Castañeda, Sofía Carrillo y Rita Basulto. Creo que solemos olvidarnos del trabajo tan increíble que están haciendo las mujeres en el campo del stop-motion en Guadalajara. De críticas siempre me gustó mucho el estilo accesible de Anne Billson, Laura Mulvey, la misma Susan Sontag. Admiro mucho el interés de Fernanda Solórzano en su libro Misterios de la Sala Oscura por conectar a las películas que analiza a su tiempo, y su congruencia. Y también disfruto mucho leer las distintas miradas y sensibilidades de las periodistas y críticas de mi generación, Arantxa Luna, Ana Laura Pérez, Mabel Salinas, solo por mencionar algunas.

GAF: ¿Qué les aconsejarías a las chicas que se decidan estudiar periodismo y escribir sobre cine?
Que no pidan permiso.
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