Por: Andrea Rendón |@andrearendon__
Luca Guadagnino se presentó por primera vez en la Quincena de Realizadores en Cannes. La sala estaba llena, cientos de personas impacientes por ver a Julianne Moore y a uno de los directores más reconocidos en estos últimos años por su maravillosa película : CALL ME BY YOUR NAME.

En esta ocasión, el director italiano filmó una idea que concibió junto a Pier Paolo Piccioli, director artístico de VALENTINO y escrita por Michael Mitnick.
THE STAGGERING GIRL es un fashion film de media hora que nos deleitó con el ejemplo de cómo se debe de hacer uno. Muchas veces pensamos que el fashion film es un tipo de cine bastante superficial y frívolo, por presentar sólo prendas y no tener una historia coherente. Generalmente, se entienden como algo que se enfoca más en la forma que en el fondo. Pero Luca Guadagnino entendió a la perfección cómo unir el cine y la moda en este cortometraje.
Basándose en la colección de HAUTE COUTURE SPRING SUMMER 2019 de VALENTINO, Pier Paolo y Luca planearon la historia. : Sofía Moretti es una mujer escritora vive en Nueva York, en donde gusta de ir a la Ópera y salir con sus amigos, comienza a ver a una mujer alta y hermosa (Kiki Layne), increíblemente vestida, que le habla sobre lo que sintió cuando conoció a un hombre ; esta visión no la deja en paz y decide que es momento de reencontrarse con su madre en Italia. Viaja a su ciudad natal, en donde puede reconciliarse con sus recuerdos y recordar a su madre Francesca Moretti (quien es una pintora reconocida) de una forma evocativa y bella : tal y como era de joven. Francesca tiene ceguera desde hace varios años, lo cual es un recurso bastante conmovedor. Una mujer sin poder ver, pero que vive de la pintura y a través de sus trazos y los recuerdos de su hija puede ver. El hecho de utilizar a un mismo actor para diferentes personajes es interesante: MacLachlan interpreta a su esposo, al cuidador de su madre y al hombre que conoce en una ópera gracias a su amiga Ángela, interpretada por Alba Rorhwacher.
Sublime combinación entre cada uno de los vestidos más bellos de la colección de primavera con la excepcional Julianne Moore y Marthe Keller como Francesca. Interiores y exteriores italianos, no dejan de recordarnos a CMBYN, pero es muy diferente. Ahora, Guadagnino nos lleva por la mirada de dos mujeres, quienes se encuentran en un momento de dificultad en su vida, así como lo hizo con Tilda Swinton en IO SONO L’AMORE : una infidelidad que despierta la ansiedad e inquietud en Sofía Moretti, quien no puede vivir con esa culpa.

Mediante el recuerdo de su madre joven, Sofia busca encontrar similitudes de ella en si misma, comprender su comportamiento y poder sentirse identificada con la irreverente y bella mujer que fue Francesca. « Hay mucho en la vida que no podemos explicar, ¿por qué? » dice Sofia a su madre, mientras le ruega que vaya con ella a Nueva York para tenerla a su cuidado.
La música estuvo a cargo de Ryuchi Sakamoto y se une a una estética muy cuidada y controlada. Cada detalle está pensado para que en pantalla se vea romántico y rústico ; el mundo del arte es un personaje más, la ópera y la pintura son parte esencial. Llama mucho la atención lo atractivo que puede hacer Guadagnino al mundo de la élite artística y la burguesía, te seduce con la idea lo bohemio de ese ambiente.

La escena final es pura y bella, como si ambas hubieran tenido una epifanía y las ninfas las buscaran para festejar en el bosque ,en donde danzan y los vestidos que complementan el concepto a la perfección. Mientras Sofía viste una túnica bordada de recuerdos mientras ríe con su madre y baila junto a las musas.
Una delicia que siempre valdrá la pena ver. Esperamos que pronto haya alguna forma de que se presente en más sitios.
Fotografías de Andrea Rendón
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