Por: Andrea Rendón @andrearendon__
Tesoros es la más reciente película de María Novaro (estrenada en la Berlinale 2017), aborda la niñez como tema principal. Este mes estrenó en cartelera del circuito cultural de la CDMX como Cineteca Nacional y Cine Tonalá.
Platicamos con su productora, la talentosa Pamela Guinea, quien ha estado detrás de proyectos como Las Marimbas del Infierno (2010) y Polvo (2012) ambas de Julio Hernández Cordón; así como en la producción en línea de La Jaula de Oro (2013), de Diego Quemada-Díez.

¿Cómo empezó tu gusto por el cine?
Siempre estuve más ligada a la literatura. El cine me gustaba y lo disfrutaba como todas las personas que vamos al cine o vemos películas en casa. Pero entender el cine como un arte, entender que atrás de lo que veo hay un trabajo inmenso, hay autores espléndidos y sentir y valorar eso fue un proceso de varios años, que cada vez disfruto más.
¿Por qué dedicarte a la producción?
Quizá porque fue lo que sentí más orgánico cuando empecé a hacer de esto un oficio. Me ha permitido estar en contacto con muchas personas de las diferentes áreas, aprender mucho.
¿El dejar Guatemala crees que haya influido en ti para hacer el cine que
eliges?
Sí. Estos años en México cambiaron mucho mi forma de ver el cine, de abrir mi mente y mis criterios, de aprender también. Ahora estoy de vuelta en Guatemala y mi idea es poder hacer películas en la región con las realidades que cada país te ofrece.
¿Cómo fue tu experiencia en la Berlinale al participar con Tesoros,
película que produjiste?
Fue una experiencia muy rica, única, porque es una película para niños. Un camino que, aún teniendo hijas, no conocía y que ahora empiezo a recorrer y a descubrir. Los niños alemanes la recibieron muy bien.
Sin duda, Tesoros es una cinta entrañable por su temática y por tener a
niños como protagonistas de una historia de búsquedas en Guerrero. ¿Por
qué elegir esta locación? ¿Cómo fue el proceso de producción?
María Novaro, que además de dirigir la película también es productora de la misma, estuvo de vacaciones ahí hace algunos años, y con Dylan, su nieto –y uno de los protagonistas de la película– empezaron a construir la historia que inspiró a María a escribirla y a filmarla. Se enamoró del lugar y decidió hacerla ahí. Guerrero es un estado muy hermoso, pero también muy golpeado por la violencia. El proceso de producción fue a veces intenso, tuvo sus contratiempos, pero fue también de muchos aprendizajes y
momentos lindos.
¿Cómo fue el trabajar con una directora tan sensible en sus cintas como
María Novaro?
María es una maestra, no sólo del cine sino de la vida. Para mí trabajar con ella ha sido un regalo.
¿Cuáles fueron los retos durante la filmación?
Hubo varios, humanos y técnicos. En la película hay muchos niños. Grabar con ellos respetando sus tiempos fue un reto, grabar a la altura de ellos también. Pero se fue construyendo entre todo el equipo, con buenos resultados. También el reto de grabar en Guerrero, estaba muy reciente lo de Ayotzinapa y nos ofrecían hacerla en otro lugar. Pero la historia se concibió ahí, y decidimos hacerla ahí en Barra de Potosí. Le pedimos
permiso a la comunidad y su respuesta fue maravillosa: se involucró de una
forma única y nos volvimos familia.
8.- ¿Qué es lo más especial que recuerdas de Tesoros?
Todos los momentos fueron especiales. Verla en pantalla grande en Berlín, ver las reacciones de los chiquitos fue muy especial.
¿Crees que en México se puedan realizar más buenas películas dirigidas
para niños?
Sí, claro. Sólo es cuestión que haya más realizadores con este interés. Para los niños es importante ver otro tipo de películas con contenidos más propios, no sólo geográficos sino también propios de su edad. Ahora en Berlín había dos secciones: una de películas para niños y otra para adolescentes. Con María hablábamos de la falta que hace que los niños y adolescentes se vean en películas, de cualquier tipo, que se identifiquen, que entiendan que del otro lado del mundo, o a la vuelta de la esquina, sienten, piensan y viven sus realidades muy parecidas a las propias.
Varias de nuestras lectoras están interesados en empezar una carrera
en el cine. ¿Qué consejo les podrías dar si gustan emprender en la producción?
Que pregunten, que se animen, que intenten. Como todo. Un productor tiene que tener esa curiosidad. Además de que es algo que te tiene que gustar pues se les dedica todas las horas del día, y como toda labor, hay que hacerla con mucha entrega. Es un trabajo muy duro pero también muy gratificante.
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