Por: Andrea Rendón @andrearendon__
En la vigésimo segunda edición del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF por sus siglas en inglés) tres directoras fueron galardonadas con los premios más importantes: Velvet, de Paula Hopf como Mejor Cortometraje de Ficción Mexicano; M, de Eva Villaseñor fue premiado como Mejor Largometraje Documental Mexicano y Restos de Viento de Jimena Montemayor se llevó el galardón a Mejor Largometraje de Ficción Mexicano.

Tuvimos la oportunidad de platicar con Jimena Montemayor sobre su gusto por el cine, las mujeres en esta industria y su segunda película Restos de viento, la cual nos narra el proceso de duelo de dos niños (Ana y Daniel) y su madre (Dolores Fonzi) por la pérdida prematura de su padre, en donde la soledad, el miedo y la incertidumbre acerca del futuro juegan un papel importante para llevarnos por una cinta melancólica y con un peculiar personaje fantástico, que convive con los niños como una entidad que los acompaña en su tristeza y un mecanismo de empatía hacia ellos. Sin un tiempo definido (sucede entre los 50´s y 70´s), enternecedora y con una bella fotografía de María Secco, nos regala un retrato íntimo de la infancia que se debe de ver.
¿Cuándo fue que decidiste dedicarte al cine?
Supongo que desde niña era un poco adicta a la televisión y a las películas. Terminé con todas las películas que había en el videoclub que quedaba por mi casa, y fue ahí que me di cuenta de que tenía un problema (risas): le pedí a mi mamá que nos inscribiera a un videoclub más grande, creo que al Videomacrocentro; supongo que ahí fue mi primer acercamiento, y realmente ya fue en la prepa cuando empecé a pensar sobre qué quería hacer, mi hermana sugirió que ella quería estudiar comunicación y fue ahí que a los 13 años me di cuenta que podría estudiar cine en México.
¿Cual es tu opinión del papel de las mujeres dentro de la industria mexicana? ¿Crees que hay una gran proporción de realizadoras?
Creo que es complicado, no hay como una respuesta sencilla y corta. Me encantaría saber números, me gustaría mucho saber cuántas películas de hombres y mujeres se inscriben en EFICINE, me imagino que de mujeres hay menos, por ejemplo, en mi generación de la escuela, fue la primera generación en el CCC (Centro de Capacitación Cinematográfica) donde habíamos la mitad hombres y la mitad mujeres, y éramos la generación 27. Entonces, fueron 27 años en donde no hubo una generación equilibrada de género.
Siento que al final, si tu estás en un jurado, y llegan películas de directoras y directores y tienes un jurado que son 3 hombres, evidentemente van a conectar más con las películas dirigidas por hombres, porque están dirigidas hacia ellos. Creo que son varios factores, también cuántas películas de mujeres hay en ese año de producción, menos alumnas, etc. Yo fui maestra hace poco en el CCC y me tocó la generación en dónde casi todas eran mitad y mitad, diez años después de la mía. Nos estamos abriendo paso, hay muchas colegas talentosísimas, que estamos pudiendo llegar a festivales nacionales e internacionales. Es un proceso largo.
Creo que en todos los eslabones que hacen una película, desde su desarrollo hasta su distribución tendría que haber un porcentaje igual de mujeres y hombres con perspectiva de género tomando decisiones porque por más que trabajemos y hagamos cosas increíbles si estamos tratando de «convencer» al otro que lleva años acostumbrado a un tipo de cine, a un tipo de personajes protagónicos y a un tipo de historias, siempre nos quedaremos un poco atrás. Necesitamos dictaminadores, jurados, programadores y productoras donde la representación de mujeres y hombres sea 50% y 50%.
En cuánto a tu película «Restos de Viento», ¿se podrá ver pronto en el circuito comercial?
Concursamos por EFICINE el año pasado pero les pareció que eran muchas copias las que pedíamos para exhibir y este año pedimos menos copias; esperemos que nos lo den. Si no, estaríamos en circuitos culturales, pero la idea es que si estrenemos en salas de otros estados.
Por último, ¿qué te gustaría decirles a las mujeres que quisieran dedicarse a la dirección? O mejor aún, ¿qué les dirías a tus alumnas?
