Por: Lily Droeven | @lilydroeven
En poco más de 4 minutos, el cortometraje silente animado escrito y producido por la cineasta Romina Díaz Araujo que co-dirigió junto a Clara Helena Cobo Reyes —ambas originarias de Querétaro — se encarga de exponer la violencia que sufren las mujeres indígenas en sus hogares y el feminicidio que queda impune.
Xochitl es una mujer indígena embarazada que sufre violencia doméstica por parte de su pareja. A diario es mantenida en cautiverio en su hogar y lo único que la distrae es cuidar su pequeño huerto. Su mayor ilusión es poder escapar antes del nacimiento de su bebé, pero le será difícil debido a que vive en un pueblo prejuicioso, haciéndola sufrir en silencio, pero contará con la fuerza interna de su linaje para lograr su libertad.

Creado a partir de la técnica de stop motion mezclada con la animación 2D, con música original y diseño sonoro de Erick Alcántara, las imágenes nos exponen una cruda historia que nos lleva a cuestionar, pero sobre todo a reflexionar el papel de la comunidad indígena ante los casos de violencia que sufren las mujeres, ya que terminan por juzgar a las víctimas volviéndose cómplices del agresor y por desgracia los casos permanecen sin dar aviso a las autoridades. Las mujeres que buscan ayuda por agresión física, sexual o emocional son pocas mientras que las que permanecen calladas lo hacen por miedo o por falta de intérpretes que las ayuden a denunciar su caso ante la Fiscalía del Ministerio Público.
Tal y como se menciona, todas las vidas de las mujeres deben importar y no nada más las de las ciudades, hay que empezar a mirar hacia las mujeres de los pueblos indígenas y visibilizar lo que les ocurre, que cuando no son cautivas de su propio hogar son llevadas por trata de personas, son vendidas o les prometen trabajos en las ciudades para luego desaparecerlas y no pasa nada. El verdadero cambio se dará cuando ellas tengan la justicia y la protección que se merecen para que dejen de ser consumidas por el miedo y el silencio.
Este cortometraje animado ha formado parte del FIC Silente México. Está por participar en la convocatoria del Ariel y será presentado en otros festivales. Es también el cierre de la carrera académica de Romina Díaz Araujo, Clara Helena Cobo Reyes y Erick Alcántara que a su vez marca el primer paso a su carrera profesional.

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