Film Diary Berlinale 71: Ninjababy, una película que merece ser vista

Por: Andrea Rendón |@andrearendon__

En el cine hemos visto varias películas que tratan el tema de los embarazos no deseados desde sus dos extremos: el aborto y el tener al bebé aunque no se quiera o tenerlo y darlo en adopción para posteriormente, la madre arrepentirse.

Un ejemplo bastante reciente y sobresaliente sobre el aborto es la gran película y ganadora de Berlín en su pasada edición: Never Rarely Sometimes Always de Eliza Hittman. Una película que nos cuenta cómo una chica de Estados Unidos viaja hasta Nueva York para poder ejercer su derecho de elegir. Hace unos días, hubo una polémica en redes sociales dejando al descubierto el por qué está cinta tan bien realizada había tenido cero nominaciones en varios premios: miembros de la Academia que estaban en contra del derecho a decidir de las mujeres sobre su cuerpo.

Otro ejemplo del otro extremo es Juno, que hace varios años nos sorprendía con su polémica, ya que en el cine, aún no se había visto una historia de una maternidad no deseada por una joven adolescente que termina en una adopción.

Escribo esta introducción porque me parece justo recordar ambas películas como parteaguas en nuestra época sobre el tema del embarazo bajo una perspectiva diferente y real. Y en este caso escribir sobre Ninjababy de la directora noruega Yngvild Sve Flikke e inspirada en la novela gráfica de Inga H Sætre: The Art of Falling .

Presentada en la sección Generation de la Berlinale, la película nos sitúa frente a una joven ilustradora llamada Rakel (Kristine Kujath Thorp), quien con su mejor amiga y roomie Ingrid (Tora Christine Dietrichson), van a clases de karate y se da cuenta que un antiguo ligue es el profesor. En este entonces, ella le confiesa a su amiga que no ha menstruado desde hace varios meses pero que es un problema hormonal. Así que Ingrid le comenta a Rakel que debería de hacerse una prueba de embarazo, ya que recordaron la noche pasada con el profesor de karate llamado Mos (Nader Khademi). La prueba da positiva y Rakel piensa que es imposible, así que lo primero que hace es agendar una cita en el hospital y ver la posibilidad de abortar.

En este momento, la película va a un paso realmente imaginado y que posiblemente ya supiéramos lo que iba a pasar, pero Yngvild Sve Flikke rompe con todos los clichés y estereotipos de películas sobre embarazos, mostrándonos en la pantalla a una Rakel espantada por el diagnóstico de la médica: un embarazo de 6 meses y medio. Su cuerpo no había demostrado grandes cambios, no era una mujer embarazada como Hollywood lo ha planteado siempre: un abdomen totalmente inflamado y a punto de explotar. No, Rakel se mantiene casi en su peso y no ha mostrado ningún otro síntoma de embarazo más que la amenorrea (pérdida de la menstruación).

En este punto, empezamos a pensar: ¿y ahora qué pasará? El padre entonces no es Mos, si no un antiguo novio irresponsable y del tipo «fuck boy»: Dick Jesus. La cabeza de Rakel da mil vueltas, sentimos su sufrimiento, su temor al no saber que estaba embarazada y enfiestó mucho, sus dudas, su vida da un cambio total y no sabe que hacer: aborto descartado, adopción tal vez, pero no encuentra a los padres que merezcan a su bebé. Mil posibilidades se abren ante ella y la directora lo plantea de una manera que no es de sufrimiento, sino real y un recurso bastante creativo: Rakel inventa y dibuja a un pequeño bebé llamado: Ninjabebé. El ninjabebé se ocultó en su cuerpo por casi 7 meses y nunca lo sintió.

Este personaje del bebé es el resultado de todas sus dudas y como intenta resolverlas ella misma. El bebé le habla en muchas situaciones, le expresa sus sentimiento y pensares sobre quién debería de adoptarlo, de cómo fue posible que Dick Jesus fuera su padre: You let this guy fuck you?! Esta herramienta creativa es uno de los plus más increíbles de la película y gracias a él, Rakel puede procesar sus sentires en esta situación: ella realmente no quiere ser madre.

Dick Jesus (Arthur Berning), su media hermana Mie (Silya Nymoen), Mos e Ingrid se tornan en su grupo de apoyo y de pronto, todo tiene un giro inesperado. Un personaje tiene una gran revelación y hace que Rakel tome la decisión que ella quería pero la directora lo hace de una manera tan creíble y puntual: no participar en la crianza de ninjabebé. ¿Cuándo habían visto esto en una película? Nunca, generalmente el padre es el ausente o pintan a la madre como la culpable e irresponsable, lo cuál, en este caso, no queda así de ninguna forma.

Creo que esta película es fundamental en estos momentos donde la maternidad se ha estado cuestionando por años y como mujeres nos vemos en muchas películas en el rol de ser quien cría y cuida, mientras que los hombres proveen. Yngvild Sve Flikke nos ha dado una película contundente y digna de admirar sobre este tema, además de que tiene momentos cómicos.

Ninjababy participa en la Berlinale 71 y es vendida por TrustNordisk.

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