Por: Ana Iribe | @samrockweII
Carlson Young —Scream: The TV Series y Key & Peele— toma los papeles de guionista, directora y actriz en su ópera prima The Blazing World, del cual previamente había hecho un cortometraje en 2018. Ambos trabajos fueron estrenados en el Festival de Cine de Sundance, siendo el largometraje lanzado este año en la sección NEXT. Libremente inspirada en el libro homónimo de Margaret Cavendish de 1666 y “en otros sueños” según lo expuesto al inicio de la cinta, va de una chica —Young— que sigue en duelo por la muerte accidental de su hermana gemela durante su infancia, quien al regresar a casa de su familia, se ve atraída por una dimensión paralela que pudiera otorgarle contacto con su hermana.

El thriller entra en territorio peligroso al tener la salud mental como el núcleo principal, si quitamos las alegorías dentro de la cinta; hay que tomar en cuenta que se deben tratar estos temas de manera cuidadosa, pues lo último que se desea es tener productos que solo estigmaticen dichas situaciones y comportamientos de gente que vive con depresión y trauma, como lo demuestra Margaret, el personaje principal. Si bien el uso de alegorías da una nueva interpretación a lo que ella experimenta, la película se enfoca más en cómo se demuestran de manera visual, alejándose de sus significados y objetivos principales, además de irse por los estereotipos del tema. El ritmo de la cinta se interrumpe en bastantes ocasiones, dando lugar a jumpscares visuales o auditivos, y cortando cualquier información importante para el espectador, haciendo que los personajes carezcan de profundidad, pues no podemos conocerlos más a fondo.
Sin embargo, lo que hay que reconocer de The Blazing World es en definitiva la ambición de Young con el proyecto —el cual fue filmado durante la pandemia—, pues hay momentos en los que la dirección se siente precisa y adecuada, especialmente al generar tensión dentro de la dimensión paralela, algo que se puede ver entre las confrontaciones que tienen Margaret y Lained, interpretado por Udo Kier. Puede que la historia tenga fallas mayores, pero la inmersión visual salva muchas partes de la misma: el diseño de producción y la iluminación mantienen una dinámica interesante durante las partes oníricas de la cinta, además que la música presenta un juego entre lo clásico y lo electrónico, inspirada en los trabajos de Tchaikovsky y Wendy Carlos —dato mencionado en el Q&A posterior a la proyección—.

Young también mencionó que otras inspiraciones provenían de Stanley Kubrick, David Lynch y Dario Argento, además del horror ochentero de Alemania, queriendo crear un homenaje a todos sus gustos: lo logra de manera técnica, pero su historia se limita por la poca coherencia ante la salud mental de la protagonista. No siento que debamos de bajar la guardia ante los siguientes proyectos de Carlson, pues un primer largometraje no debería cortar el trayecto que aún le falta recorrer —más si hay oportunidades de colaborar con gente que confía en lo que haces, como fue el caso del equipo detrás de la cinta—, y presiento que será igual de interesante que esta película.

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