Por: Shaula Luminof | @RequiemLuminof
Hace unos años leí en internet que había un cabaret llamado Barba Azul, donde una orquesta de salsa tocaba en vivo. Una decoración rococó, en realidad kitsch, lugar donde aún trabajaban ficheras, es decir, mujeres que bailan con los clientes por una módica cantidad.
Fui, bailé a mi entender, observé, me divertí y me fui, como todos…
En el marco del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF) se presentó el documental La mami (2019) de la directora española Laura Herrero Garvín.

Mientras los clientes beben y practican sus mejores pasos, en los baños del cabaret está la señora Olga, La mami, como todos le dicen, que es la persona encargada de cuidar las pertenencias de las mujeres que ahí trabajan entre consejos, regaños y a veces indiferencia.
El documental de la española es uno de los muchos trabajos artísticos que se han realizado en este sitio, por ejemplo, la exposición fotográfica de Mayra Martell, la serie fotográfica The Mexicanas de Paola Bragado, o la filmación de la película La vida precoz y breve de Sabina Rivas (2012) de Luis Mandoki, entre otros; es fácil encantarse con su pintura chillona, sus delirantes figuras en las paredes y con el sonido de la orquesta, en algunas ocasiones exotizando lo que ahí sucede en medio de la penumbra.
Mientras somos espectadores las ficheras soportan hombres ebrios, morbosos, impertinentes, a veces groseros, a veces generosos, todo con el fin de ganar unos pesos para sus hijos. Varias son madres solteras.

Durante la noche La mami les ofrece algunos consejos, a veces sólo las escucha y remata la conversación con lo que ella cree apropiado. Olga, nombre apócrifo, tiene su propia historia en el cabaret donde un día fue fichera, mesera y ahora La mami.
La cámara de la directora intenta volverse un personaje más que sólo observa, sin embargo, una cámara es un ente extraño e incómodo; en un mundo complejo lleno de luces y sombras, los matices marcan la diferencia.
Las mujeres que trabajan en el Barba Azul son personas con una historia afuera del cabaret, resulta molesto observar a través de la pantalla cómo para algunos clientes del bar su trabajo es visto como una exótica forma de existir, así que banalizan sus vidas y llegan a exclamar: “enséñenme a ser puta”.

Es irónico porque como espectadores de la película la pregunta está latente, ¿somos nosotros parte de ésta exotización?
La mami es un pasaje por la vida de las mujeres que trabajan en el Barba Azul, a partir de la relación de la señora Olga y las ficheras, casi todo se desarrolla en los baños del lugar, porque es ahí donde se transforman, donde desahogan los problemas que viven de día en sus casas y donde también despliegan sus inconformidades sobre su trabajo.
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