Oasis 2020: El círculo virtuoso que se opone a la muerte.

Por: Paulina Abril Vázquez Reyes | @vzquez_pau

Su cuerpo me pidió nacer, cederle el paso;
darle un sitio en el mundo,
la provisión de tiempo necesaria a su historia.
Consentí. Y por la herida en que partió, por esa
hemorragia de su desprendimiento
se fue también lo último que tuve
de soledad, de yo mirando tras de un vidrio.
Quedé abierta, ofrecida
a las visitaciones, al viento, a la presencia.
Fragmento del poema “Se habla de Gabriel” 1972.
-Rosario Castellanos

El tiempo más que una herramienta es un instrumento, es la materia que la cineasta manipula, como la hilandera al hilo, como la tejedora al gancho. ¿Qué son tres minutos frente a los 1437 restantes que le quedan al día? Tres minutos son o podrían ser el tiempo que dura un beso, una pausa para respirar mientras se mira el cielo, o lo que uno tarda en servirse una taza de café: desde que se elige la taza hasta uno que se sienta a tomarla. Tres minutos son el tiempo que Faride Schroeder Lases necesitó para realizar miríficamente Oasis (México, 2020), el sustancioso cortometraje documental que captura la esencia del círculo virtuoso que se opone al mundo de las postrimerías.

Faride Schroeder Lases

Difícilmente podemos pensar en algo más esperanzador que un nacimiento deseado. Vienen entonces a mis manos al redactar, las letras dictadas en tiempos remotos por el poeta bengalí Rabindranath Tagore: “Cada niño al nacer nos trae el mensaje de que Dios no ha perdido aún la esperanza en los hombres”. Si bien el día de hoy se le haría la corrección a la palabra “hombres” sustituyéndola por seres humanos o personas en aras de promover la inclusión de género, la esencia que encierra esta frase pronunciada hace casi un siglo, denota la reflexión esperanzadora que se trata de en este filme de tan cálidos colores.

Este documental se presenta, considera y surge a partir de la crisis humanitaria exacerbada derivada de la pandemia del SARS-CoV-2. La fortaleza del corto reside en su facultad de establecer y reflejar la gran intimidad que implica el ser testigo de un nacimiento, siendo este un momento trascendental para quienes engendran. Cada minuto reflexiona y se desglosa en tres vertientes. La primera es la relación que Faride, tiene con su madre, analizada bajo la mirada del constante convivir a causa del encierro, recordar el inicio de su vida, la de su madre, así como comprender las implicaciones y vicisitudes de su propio nacimiento.

La segunda es la decisión que encausa a las mujeres a confiar en sus cuerpos, en su instinto para elegir el lugar y el momento. Ellas eligen parir en casa a sabiendas de las complicaciones y el riesgo, con la certeza de que su hogar es refugio y que el rebozo les dará soporte y abrigo. El contexto determina muchas decisiones. Resulta casi obvio que se prefiera el hogar como lugar para llevar su embarazo a término, que dentro de un sistema de salud, que pocas o nulas veces ha reparado en que sus protocolos y prácticas obstétricas promuevan la praxis de los derechos de las mujeres al dar a luz; menos aún ahora que hay un peligro viral descontrolado.

Faride Schroeder, un oasis de amor y creatividad

Finalmente el tópico que engloba al corto es precisamente su título. Pues la casa, que en mi opinión (y en la de Juhani Pallasmaa), no es más que el esqueleto del hogar que se forma dentro de su estructura arquitectónica. La casa se ha convertido para estas mujeres y nuevas madres en el oasis que se busca en el desolado desierto. La ya bastante criticada, pero siempre socorrida RAE, define esta palabra de dos maneras, aunque por esta ocasión sólo nos serviremos de la segunda, por cuestiones de congruencia: “Oasis: (…) 2. m. Tregua, descanso, refugio en las penalidades o contratiempos de la vida”.

Así pues Oasis refleja el hogar con una síntesis precisa de la imagen acompañada de la palabra hablada. Es el recordatorio de que queramos o no, la vida continúa, o más precisamente renace, un suspiro profundo cuya imagen vertical acota la mirada y al mismo tiempo remarca la época en que fue capturada. Y es así como Faride Schroeder, acierta y abre brecha para sus homólogas contemporáneas, mientras continúa colocándose como un punto de referencia dentro del cine nacional hecho por mujeres.

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Paulina Vázquez
Artista visual, cinéfila y poeta especializada en estudios de género y feminismos.

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