Por: Jessica López |@loherw
El festival Ambulante en su décima quinta edición inaugura sus funciones en línea con Silencio Radio un documental sobre la censura en México y el control mediático que por muchos años ha estado presente en los medios de comunicación nacional sin que nadie haga algo al respecto.
El filme dirigido por Juliana Fanjul muestra una terrible realidad, en México las apariencias se tienen que mantener o de lo contrario los involucrados en la caída del telón tendrán que pagar por ello incluso con su propia vida. Lo cual es bastante sorprendente en una sociedad democrática donde en teoría, la verdad y la libertad de expresión son clave para mantener la armonía.
Con Carmen Aristegui y su grupo de investigación periodística como protagonistas, se expone lo peligroso que es ejercer el periodismo crítico en el territorio mexicano, pero también se observa la urgente necesidad de la población civil por conocer la verdad de sus gobernantes cuyas acciones en ocasiones no son precisamente las más idóneas para la ciudadanía.
Aunque Aristegui y su equipo han sido víctimas y testigos de un acoso por parte de quienes no quieren que sigan informando al público; en pantalla no muestran más que fortaleza, en opinión propia, creada a partir de la impotencia de no poder hacer su trabajo libremente sin sentir que al salir de su oficina algo pueda sucederles a ellos directamente o a sus familiares como ha pasado con anterioridad.
Como enunciaría la misma Fanjul en la narración que acompaña el trabajo visual, a lo largo de los años quienes manejan los medios de comunicación le han arrebatado a la audiencia la oportunidad de si quiera cuestionarse eso que les repiten constantemente, lo cual significa también que se les está negando un derecho tan básico como la libertad de pensamiento.
Dos elementos visuales que complementan lo dicho explícitamente por la directora y los entrevistados a lo largo del documental, son las tomas desde un auto en una autopista a veces llena y otras vacía, pero siempre en movimiento. El segundo elemento que llama la atención y que podría sólo ser una curiosa coincidencia, es la construcción con máquinas trabajando en todo momento, que se lleva a cabo junto al que sería el estudio de grabación que la periodista tuvo que conseguir al verse desempleada por la estación MVS en 2015.
El programa Aristegui Noticias sigue en pie de lucha por el nivel de compromiso que el equipo que lo conforma tiene con el público, pero también por el poder que este último comienza a ganar año con año gracias a su acceso al internet el cual como toda herramienta y medio de comunicación es un arma de doble filo, que tanto puede destruir la imagen y carrera de una persona como resguardar un caso que en décadas anteriores pudo haberse quedado en el olvido.
Lo que se observa en Silencio Radio, es un reflejo de una sociedad que a pesar del miedo y los obstáculos que se le presenten, continúa dando lo mejor de sí mismo por los que ya no están y los que aún vienen en camino.