Por: Alejandra Piña |@aletspi
Escribir las primeras palabras sobre alguien que admiras es sumamente complicado. ¿Por dónde empezar sin errar? Me preguntó una y otra vez; sin embargo, deletrear y delinear cada borde de su talento provoca una implosión inspiracional.
Y, como tal, hablar de la mexicana Mayes C. Rubeo, diseñadora de vestuario de Jojo Rabbit, es hablar de la creación de narrativas a través del color, el material y la alta costura.
Pero si vemos más allá, y bajo la premisa de estar nominada al Oscar por Diseño de Vestuario de un filme que pareciera controversial en un principio, Mayes me hace pensar que su nombramiento en los premios también acoge el punto focal de la película: sí podemos cambiar nuestras mentes para revolucionarnos como individuos y como sociedad, donde la equidad de género es primordial y las fronteras no existen.
Simbolismo en cada textura
Adentrándonos más en la película dirigida por Taika Waititi, desde la perspectiva de Rubeo, sobra decir que cada decisión tomada por la diseñadora fue hecha desde la conciencia y la intención de equilibrar el guion con con su trabajo.
Así, a través de los pantalones que viste Rosie Betzier (Scarlett Johansonn), que en la Alemania nazi eran poco portados por las mujeres, le otorga el sentido de emancipación y la apertura que le caracteriza. En tanto, sus zapatos son un reflejo de la dualidad: felicidad inaudita, la batalla diaria como oposición de un sistema y la pérdida.
En cuanto a las piezas que vestiría Scarlett, recurrió a sentar sus bases en los estilos de las diseñadoras Sonia Delaunay y Elsa Schiaparelli; aunado a ello, tomó colores vibrantes para hacer connotaciones específicas sobre lo extrovertida que es el personaje que Johansonn interpreta.
Por otra parte, para los uniformes nazis, y partiendo del punto de vista que Waititi quería lograr, éstos fueron confeccionados respetando un tanto el diseño original; sin embargo, la paleta de colores fue más cuidadosa para no representar un contexto bélico que fuése frío y oscuro como comúnmente lo vemos. Para ello, desvaneció las tonalidades, pero no lo suficiente como para otorgarles la expresividad a fin del género de la cinta.
En este punto, Rubeo concibió tres versiones del vestuario de Jojo (Roman Griffin) para mostrar la decadencia de su creencia hacia aquel “amigo imaginario” llamado Hitler (Taika Waititi), quien porta un uniforme que revela vivacidad en todo momento y sin importar la decisión final de Jojo. Por ello, solo veremos un Führer desgastado física y emocionalmente.
De ahí y más que Mayes C. Rubeo sea una de las nominadas a los Oscars. Es su visión la que permite que el espectador sea partícipe de la crítica moral, constructiva y humana de un acontecimiento que sigue tocando conciencias hasta nuestros días. Así, pasó de crear vestuarios para mundos desconocidos o alternativos a diseñar para el lado compasivo.
Además (aunque no debería de ser solo ocasional), es este nombramiento por su trabajo, talento y creatividad lo que está logrando que pongamos nuevamente la mirada sobre la inversión del vestuario artístico en la industria cinematográfica, así como en las mujeres que se encuentran dentro de ésta y en los mexicanos que están quebrantando todo límite para encontrar su lugar en cualquier parte del mundo.
Alejandra Piña:
Periodista y Publicista. Ha escrito sobre cultura, arte y música para diversas plataformas digitales independientes; fotógrafa de todo lo que ve.
Actualmente es Content y Project Manager en un agencia digital.
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