Por: Celina Manuel | @zeppelina0
“Si te entregas al aire, puedes montarlo” es la cita de la ganadora del Nobel de Literatura Toni Morrison la que abre el documental de dos horas de lo que fue y será “Beychella”: una clase magistral sobre la importancia de la representación, una celebración del “black power”, la libertad y por supuesto del feminismo.
Tras una larga espera de ver partes del concierto a través de grabaciones amateur de fans de uno de los shows que marcó un hito en los veinte años de Coachella, al ser Beyoncé la primera mujer afroamericana en ser la headliner del festival, finalmente podemos echar un vistazo dentro y fuera del escenario, gracias una dirección milimétrica a cargo de la misma Queen Bey, quien además escribió y produjo (sí, además de montar el show).
Dos conciertos que se combinan con perfecta sincronía pues no parece haber alguna ruptura temporal -salvo por los cambios de vestuario- , tomas íntimas que nos sumergen en la hermandad que se creó durante los ensayos con todo el crew, y la voz en off de Beyoncé como guía, esta pieza documenta todo el trabajo tanto físico como emocional que estuvo en juego para armar el icónico show, y donde podemos ver a la Beyoncé directora, a la Beyoncé bailarina, la cantante, la compositora y la Beyoncé madre; además del nivel de perfeccionismo que exigió a sus más de 200 bailarines y demás colaboradores (todos afroamericanos), con el talento y swag necesarios para reinvindicar a la cultura negra sobre el escenario, pues en palabras de Beyoncé: “No puedes ser lo que no puedes ver”.
Este homenaje a la cultura afroamericana se nutre no sólo de la música y el baile, también a través de frases y referencias de artistas, activistas e intelectuales afroamericanos (Toni Morrison, Audre Lorde, Nina Simone, Maya Angelou y Malcom X, entre otros históricos personajes) y del vestuario tanto de ella como el de su orquesta que hace guiños a las universidades negras (HBCUs en inglés, que surgieron como respuesta a la segregación racial en EE.UU.).
Beyoncé, la chica pueblerina -como lo menciona ella en algún momento- consciente del poder que tiene para inspirar a más mujeres, sabe que es su turno, ahora ella sostiene el micrófono y está lista para abrir más puertas, como lo hicieron para ella otras mujeres, a quienes dedica «Run the world (Girls)».
Es así que con este film, que va de los aspectos generales visuales y narrativos de esta celebración del “black power”, hasta lo más íntimo con Beyoncé a cuadro alejándose del escenario de la mano de su esposo Jay-Z, dejándonos ver las ambiciones más allá de la fama y dinero que hay detrás de la carrera de Queen Bey.
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