Film Industry for the Girls

Por: Julie Rosales @ros_julie

En un controversial #FICUNAM11 se agradece encontrar agradables sorpresas en la selección de películas que hicieron para este año. Es una gran experiencia cuando inicio una película sin expectativas y esta termina superándolas por completo, debo admitir que no sabía qué esperar de este documental, tanto la directora Salomé Jashi como la temática eran nuevos para mí, pero para mi asombro resultó mucho mejor de lo que esperaba.  

Desde la primera escena es imposible dejar de ver este documental, los tonos azules, el ruido del agua, las tomas en un gran plano general, todos los detalles que nos brinda la directora hacen de este trabajo un deleite visual, que en el minuto uno nos engancha y nos hace querer saber qué va a pasar.  

Esta historia se desarrolla en Georgia y nos va contando cómo un grupo de hombres busca traspasar un enorme árbol de 100 años a la casa de un misterioso hombre, ¿para qué? Nunca lo sabemos, pero para el final sí que nos damos una idea de que es algo que hace constantemente, vemos que el dueño de los árboles (válgame lo ridícula que suena la frase) ejerce un poder sobre los cuerpos de la naturaleza. 

Es en este proceso de pasar el árbol de un lugar a otro que se va en un viaje profundo que explora la relación del hombre con la naturaleza, ¿por qué mover algo que ya echó raíces? ¿por qué los ciudadanos del pueblo lo permiten? ¿qué orilla a ambas partes de la historia a acceder a estos sueños necios? Pareciera que sin importar cuánto hincapié se haga en la importancia de los arboles para el ecosistema, el hombre sigue anteponiendo sus deseos sobre cualquier cosa. Si realmente gusta de la naturaleza ¿por qué poseerla? Tal parece que el egoísmo es y seguirá siendo característica del humano. 

Hay una intersección de tomas que todo lo que tienen de bellas e imponentes, lo tienen de terroríficas y escalofriantes ¿existe un límite en el egoísmo del hombre? Si existe ¿cuál es? Me causó mucho impacto una parte del documental donde dos hombres de los que trabajaban en la obra dicen:

• ¿Y cuándo tenga todos los árboles? 
• Entonces irá por los pájaros. 

Cuando el hombre no puede poseer más cosas busca poseer lo más salvaje e imponente: el mundo y su naturaleza. Es en este ver cómo se busca disponer y doblegar la grandeza de la naturaleza que conectamos con esta, con su inmensidad, nos adentramos en su anatomía, nos volvemos espectadores de las atrocidades cometidas en contra de estos ecosistemas, mientras las tomas y el ritmo son los que nos dan una sensación de estar presentes, pero al mismo tiempo distantes. 

Tal vez para muchos no sea una historia extraordinaria, sin embargo, para mí lo verdaderamente bello que nos da esta película es la inmensidad y la belleza de la naturaleza, los tonos azules del agua, que de cierta forma me recuerdan a la paleta de colores que se usó en la reciente Nomadland de Chloe Zhao, los verdes del bosque, todo se une y nos da una experiencia visual única. 

En este filme predominan las imágenes, son contados los diálogos que vemos y esto funciona a la perfección porque no hay palabras que sean necesarias cuando estás junto a la grandeza de la naturaleza. No se necesitan más diálogos porque las personas no son protagonistas de esta historia, lo son los árboles, las aguas inquietas y el cielo azul. 

No podría describir mejor la experiencia que fue para mí ver este filme que con voz de la misma directora quien dice que su obra “es poesía de la vida real”, me parece algo bellísimo darse cuenta de que donde las palabras ya no son suficientes entra la poesía, porque este documental además de promover las reflexiones en torno al ecosistema y sus cuidados, tiene mensajes ocultos que van más allá y que Salomé Jashi se encargó de mostrarnos con gracia y de una forma erótica, es decir, sin darnos todo y dejando algo para la imaginación. 

Julie Rosales

Estudiante de literatura y lingüística hispánica. Fan consagrada de Greta Gerwig. Intento fallido (hasta el momento) de ilustradora. Interesada en la fantasía, películas coming of age y sobre todo el cine de mujeres.