Por: Karen González
Gaf: Ximena, muchísimas felicidades por tu nominación a Los Arieles 2025- mejor cortometraje documental. Gracias por darnos un poco de tu tiempo el día de hoy para hablar de tu hermoso, pequeño y breve documental, el cual dice muchísimo y aborda temas importantísimos que poco se visibilizan en este país. Al estar enfocados siempre en situaciones como el narcotráfico y la violencia, se olvidan de retratar estas hermosas historias de personas ocultas en sierras, pueblos, y lugares lejos de las ciudades. Este corto, en el cual además de documentar toda una comunidad, la cual cotidianamente y tristemente está escondida, en mi punto de vista, agrega un poco de magia y ficción al incluir unas raras y hermosas máscaras hechas a mano en los rostros de los niños ayuujk… ¿De dónde surgió la idea de interpretar las infancias Ayuujk en la Sierra mixe?
Ximena: El viaje que ha envuelto pequeños zorros ha sido muy maravilloso. Los primeros que llegaron a la comunidad de cerro Costoche fue la asociación Fruto Raiz, con un proyecto llamado Damos de Corazón Oaxaca, que ayudó a reconstruir muchas casas después del terremoto de 2017. Dulce, nuestra productora era parte de ese equipo y Balam, el otro director, asistió a la comunidad para hacer registro de lo que acontecía y muy pronto se percató de que era una comunidad muy fértil con un montón de historias, y sobre todo con una lengua que parecía que estaba a punto de desaparecer. Tiempo después, con ayuda de la asociación Hurakaan fuimos a la comunidad con la intención de hacer talleres para los niños con la finalidad de explorar su lengua, sus raíces y generar una inquietud en que aprendieran a hablar de nuevo el Ayuujk, pues tristemente las infancias son quienes ya no lo hablan. Cuando hicimos el taller nos dimos cuenta de la afinidad que tenían con la cámara, el micrófono y el cariño que estaban desarrollando por nosotros, como sus “maestros” nos queríamos mutuamente. Nosotros documentamos siempre el proceso porque teníamos la intuición de que podíamos hacer un documental pero no sabíamos exactamente como sería el dispositivo ni la historia como tal, simplemente grabamos como una intuición y un reflejo de quienes aman lo que miran y deciden guardarlo para siempre. De ahí salieron las imágenes que le dan vida a Mustk Wuäjxtë. Cuando le empezamos a dar forma al documental, unos cuantos viajes después, concluimos que sí queríamos hablar de la pérdida de la lengua ayuujk y mientras lo fuimos desarrollando, cambiamos la palabra pérdida por la palabra rescate al hablar del ayuujk. Fuimos concientizando el enorme poder de las palabras y al hablar de la lengua queríamos defender lo que estas representan. “No se perderá, porque la vamos a rescatar” Eso buscábamos con este documental. En el proceso conocimos tantas historias dentro y fuera de las infancias, que decidimos que realmente el documental que queríamos hacer no era precisamente con el material que habíamos grabado en los talleres, sino que queríamos hacer un documental un poco más largo (que no terminamos de filmar), y nos parecía una pena que el material filmado con las infancias se pediera. Escribimos un texto acercado a lo onírico, con una reflexión en un mundo imaginario donde las lenguas se perdían, confesando el temor de que eso pasara. Conocimos a Noemí Díaz -nuestra mamá zorro- traductora por oficio del Ayuujk en cerro Costoche y ella lo reinterpretó por completo al mixe y es lo que pueden escuchar ahora.

Gaf: ¿Por qué tuvieron la idea de ponerles a los niños máscaras?
A ambos siempre nos han interesado mucho las analogías poéticas con los animales, además de que mi animal espiritual siempre ha sido el zorro, y no queríamos dejar pasar la figura tan representativa del zorro en Cerro Costoche ( «Wajx okp kajp”) que en español significa “El lugar donde habitan los zorros” Queríamos hacer una metáfora de la huida de los zorros delpueblo, cuando estos mismos dejaron de escuchar que los nombraran en mixe “Wajx”. Buscábamos así una imagen poética entre la naturaleza, las infancias y la lengua; nuestra amiga y artista Isabel Ambrosio, fue quien nos ayudó creando estas máscaras adaptando perfectamente lo que nos imaginábamos: ternura y extrañeza. Cuando comenzábamos a explorar, solo teníamos en la mente imágenes de los zorros tomando el bosque; regresando a su hábitat, volviendo a explorar, divertirse y habitar la montaña mixe. Y fuimos buscando crear en los talleres dinámicas que nos ayudaran a darle vida a esas imágenes que teníamos en la mente y los niños las abrazaron muy bien.

Gaf: ¿Qué aprendiste sobre la lengua y la comunidad ayuuk?
Ximena: Esta es una pregunta muy interesante que me emociona responder. Primero es importante mencionar que en cerro Costoche, hablan una variante únicamente Oral del Ayuujk, no se escribe y eso hace que sea aún más fácil de que se pierda y se desvanezca. En uno de los viaje que hicimos, Noemí, traductora del pueblo, nos recibió para dormir los días del taller en su casa sin saber de nosotros ni nosotros de su oficio. Nos abrió las puertas de su casa y su familia. Nos conocimos, y así creamos un lazo de mucho cariño y admiración. Ella nos explicó su trabajo y metodología como traductora para la asociación: y nos pareció fascinante. Ella en ese momento estaba traduciendo pasajes bíblicos que lee en español, hace anotaciones con dibujos de la historia en una pared. Al verlos va narrando lo que ve en Ayuujk y eso lo graba en audio y después se lo comparte a toda su comunidad por mensajes de what app. Esa es su forma de mantener viva su lengua. Una labor admirable que a nosotros nos fascinó, además de que la lengua mixe es increíblemente poética, pues suele encontrar relaciones entre colores, figuras y la naturaleza para expresarse de manera muy metafórica su vida cotidiana.

Gaf: Ya una vez que concretaste toda pre, rodaje, post y toda la investigación, me gustaría también saber toda la experiencia personal que tuviste con esas personas para ti qué significa?
Ximena: Lo que más agradezco de haber hecho Pequeños Zorros, es que abrió mi perspectiva y mi panorama. Me hizo ver que cada rincón de este país es increíblemente fértil y tiene un tesoro escondido, el cual hay que proteger y hacerlo es labor de todos, no solo de quienes habitan las comunidades. Me parecía que veía en una imagen la figura de Dina o Sula, (niñas zorro que si hablan Ayuujk) sosteniendo en sus hombros todo un legado que en el habla amenazaba por desaparecer y me hizo reflexionar mucho al respecto. Que los padres en la comunidad de cerro Costoche se nieguen a que la escuela siga siendo Bilingüe con clases en mixe y en español, es producto de la discriminación del mundo de afuera. Muchos de esos padres sufrieron violencia por su acento o al hablar su lengua en la ciudad cuando tuvieron que migrar y esa huella de dolor los impulsa a evitar que la tengan sus hijos. Que una lengua desaparezca no solo es culpa ni responsabilidad de quien la habla, no es tan fácil como decir “no dejes de hablar el ayuujk” es todo un sistema y una red que tendría que tener otra perspectiva que propicie el respeto y la admiración por quienes la hablan. El mixe es muy complicado fonética y estructuralmente; hablarlo y hablar español a mi me parece admirable; un regalo de identidad que toda la vida ha tenido un enfoque equivocado. Por eso creo que cuando hablamos del rescate de la lengua, quien no las hablamos tenemos mucho en nuestras manos para que no desaparezca.

Hay mucha magia en estos rincones, en prestar atención y escuchar a quienes saben de la tierra, a quienes viven de ella, a quienes habitan las montañas y lo mismo saben apagar un incendio bestial, como tejer trenzas perfectas en dos minutos. Recuerdo muy bien una anécdota que para mi ha marcado un antes y un después y siempre que la recuerdo me lleva al centro, a la esencia de porque decido hacer cine. En uno de los viajes, el pastor de la iglesia cristiana del Nazareno, quien fue clave en nuestro acercamiento a la comunidad -pues nos arropó, nosprocuró y cuidó siempre- se acercó a hablar con nosotros al despedirnos de uno de los viajes. El nos miró muy seriamente y nos dijo: “¿Quiero entender porqué hacen esto? ¿Que ganan ustedes viniendo a hacer talleres con los niños? ¿Porque viajan 14 horas en camiones para llegar aqui si nadie les paga y al contrario ustedes ponen su dinero?” En ese momento Balam contestó de forma muy sensible que era una necesidad nuestra de contar historias, de acercarnos con los niños y de mostrarle al mundo que la lengua Ayuujk existe. Yo en ese momento me quedé un poco en shock, lo sentía en el pecho pero no sabía exactamente que responder. Al día siguiente Noemi, nos invitó a acompañarla muy temprano a Mosquito Blanco, pueblo vecino de Cerro Costoche y nosotros aceptamos. Recuerdo muy bien morirme de frio, recostada en el vidrio del auto con los ojos cerrados y escuchar a Balam diciendo “Xime, mira” y miré por la ventana del auto. Lo que vi parecía el paraíso mismo. El sol caía por detrás de la montaña, la brisa y una lluvia muy sutil golpeaba la ventana mientras frente a nosotros se desplegaba un pueblo entre montañas altísimas en el que desembocaba un río. Las luces cálidas de las casas estaban encendidas y contrastaban con el verde profundo de los árboles que hacían aparecer y desaparecer el sol con el movimiento del auto. Vi esa imagen y el aire se me fue, voltee a Noemi y Sula para pedirles que lo vieran y encontré a una madre abrazando a su pequeña que dormía recostada en su pecho, acariciando su cabello y me sentí profundamente afortunada de estar ahí. Me sentí viva y entendí la respuesta que tenía a la pregunta del pastor. Decidíamos hacerlo todo porque esa intuición nos había llevado hasta ahí, en medio del paraíso, compartiendo comida, amor, cuidado en lugares a los que jamás habríamos llegado sin esta necesidad ciega de contar historias. Y eso lo recuerdo todo el tiempo. Hacer cine me parece muy difícil, difícil resistir esa vida de incertidumbres, de encontrar la forma de financiar las historias que estás segura que valen la pena, de convencer a todo el mundo que merece el esfuerzo contarlas, pero me hace sentir viva y me ha regalado familia para toda la vida, como en cerroCostoche, con toda esa gente hermosa que nos abrió sus corazones y sus casas y al día de hoy nos quieren y nos recuerdan.
Gaf: Muchísimas gracias por contarme estas hermosas experiencias, Ximena… Y bueno, pues ya por último me gustaría que me cuentes un poco de cómo has vivido tu trayectoria cinematográfica como mujer en México y qué te ha ayudado a crear y que te ha motivado a seguir creando?
Bueno creo que este es una pregunta que me mueve demasiado… es fuerte la verdad. Desde mi experiencia, ser mujer en la industria del cine es duro, siento que es algo que no se puede explica sino algo que se vive. Yo varios años fui asistente de cámara y foquista, estuve en sets de series y películas y al inicio me costó trabajo encontrar mi lugar, hacerme respetar, que la gente creyera en mí y no pasaran por encima mío. Hay muchas cosas que me dan tristeza de esa “industria” como que las mujeres que trabajamos en ella seguimos siendo sexualizadas y muchas veces menosprecian nuestros logros y esfuerzo, cuando demostrar que puedes y lo mereces siempre ha sido una constante, eso se vuelve muy cansado a la larga. Pero bueno, creo que la industria del cine es difícil para todos porque está construida a base de mucho ego, en donde se deciden normalizar muchas violencias, desde las horas excesivas de trabajo, hasta comentarios misóginos. Para mí, crear es un acto de amor y de profunda intimidad y vulnerabilidad, quiero creer y luchar por sets, dinámicas y ambientes mas congruentes, respetuosos y amorosos para todxs, donde todos podamos crear desde la comodidad, la vulnerabilidad y el amor, porque esos frutos siempre son los que mas valen la pena.

Además, no todo en el cine es “la industria”. Hay un montón de historias que tienen que ser contadas y que no tienen nada que ver con la industria, es mas una necesidad que un negocio y ese se acerca mucho al cine que también quiero hacer. Siento que ese tipo de cine es mi génesis. Crecí con dos padres documentalistas que solo tenían una cámara y un micrófono para contar historias y así han hecho muchísimos documentales juntos. Mirarlos hacer cine al día de hoy siempre me recuerda que lo que más importante es conectar, escuchar a los demás y que las historias de losdemás importan. El cine es la forma que ellos dos tienen de amarse, lo que los mantiene vivos, emocionados y lo que lo que los hace vivir. Por eso le debo tanto al cine, porque es el pegamento que mantiene mi familia unida, palpitando.

Cuando yo entré a la escuela de cine, realmente aprendí de luces y de fierros, pero lo más importante siempre estuvo ahí. Todo el tiempo desde que era niña y estaba en el ejemplo de mis padres, recordándome que el cine se hace para gritarle cosas al mundo. Creo que ser mujer es precioso, pero en esta industria a veces es un poco complejo, me ha pasado incluso con Pequeños Zorros, en los que hay comentarios o menciones en los que somos dos creadores, Balam y yo, y solo se le menciona él, y eso es algo que tristemente no me sorprende porque es algo con lo que he lidiado, y muchas de mis compañeras y amigas han lidiado también. Creo que el camino podría ser mucho más suave y que lo va a hacer para las siguientes que vengan después de nosotras.
Ahora que estoy en otro punto de mi carrera y ahora que estoy creando desde otro lugar fotografiando, y estoy liderando un equipo, jamás voy a tratar a nadie como me trataron a mí en su momento. Entonces creo que el camino ha sido súper lindo pero duro de cierta forma y pues, al final se que todo ha valido mucho la pena.









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