The Final Cut: Lucía Cavallotti y Reflejo de un pescador – Más allá del río.

Por: Fernanda Lozada

El formato documental ostenta el grado de pureza cinematográfica más alto y aunque a veces no entendamos como podemos relacionarnos con vidas tan distintas a la nuestra o con realidades tan alejadas siempre encontramos que a partir de una voz seremos capaces de conectar, que nuestra necesidad de contar historias ha trascendido temporalmente por algo y que la empatía y la imperatividad de comunicar un mensaje de carácter universal siempre encontrará su camino.

En “Reflejo de un pescador” conocemos a Tulio un ejemplo viviente de lo que es un personaje en la vida real, un argentino cuya vida gira en torno a la pesca y el cual construye una filosofía basada en ella y a través de quien conocemos y entendemos que es mucho más que una simple afición. Lo acompañamos en una tradición pesquera donde la gente se reúne y concursa para premiar al equipo que consiga la mayor cantidad y calidad de peces, en concepto es un retrato sencillo sobre un deporte y la importancia personal así como el peso cultural de una actividad pero no, va mucho más allá de todo lo que su título podría comunicar.

Lucía Cavallotti, guionista y co-directora visitó la Ciudad de México para el estreno del documental y compartió su visión y el origen de esta historia confirmando y ampliando su significado así como profundizando su mensaje; la estructura redonda y clásica de la película no pasa desapercibida, la hace una historia digerible y fácil de seguir con lo que consigue llegar a más personas y demostrar que el cine es un gran medio para compartir un mensaje o una enseñanza a un público que tal vez no lo estaba ni esperando ni buscando, una historia sobre un pescador podría ser difícil de colocar en una cartelera comercial, el nicho que estaría interesado en consumir esta producción es muy específico, sin embargo logra traspasar cualquier barrera y consigue desarrollar una empatía poderosa aunque poco probable incluso si jamás hemos visto un anzuelo.

Lucía Cavallotti

“El tema en realidad son las cosas simples” dice Lucía y efectivamente, la finta de la pesca es solo un subtema aunque parezca el protagonista, lo que estamos viendo es realmente una metáfora sobre la vida; el cine es capaz de generar conversaciones exquisitas y este proyecto documental no es la excepción, es más, es un gran ejemplo de ello pues siempre hay una lectura mucho más profunda en todo lo que se filma, el cine es intrínsecamente político, social y cultural y, “Reflejo de un pescador” captura detalles que representan posturas, creencias y más enmascaradas tras un relato sobre un hombre de mediana edad con un pasatiempo particular en un pueblo pequeño.

La forma de este documental habla por sí misma, la belleza de su imagen es equidistante y corresponde a lo que se nos quiere transmitir, las similitudes y alegorías directas entre su tema y su subtema hablan de un profundo entendimiento del lenguaje y sobre todo de una precisión milimétrica con la que se comunican una cantidad de ideas mediante figuras retóricas volviendo a este proyecto muy similar a la poesía por momentos; la actividad como tal asemeja el ritmo de la vida, el cine tiene la magia de la elipsis, editamos el tiempo en pro y a gusto de nuestro deseo narrativo pero nada se le parece más a la vida que lo contemplativo y aquí no solo hablamos del paralelismo con su ritmo interno si no que habla también de esa metáfora entre la vida y la pesca que resulta la perfecta actividad para referenciar cómo funciona la paciencia, cómo experimentamos la frustración, la pasión o lo que creemos que es el éxito. 

En cuanto a la imagen tiene también tintes oníricos que aportan otro nivel temático, según su creadora y su experiencia filmando se vuelve algo filosófico, la necesidad de pasar tanto tiempo en un mismo ambiente lo convierte en el medio idóneo para la auto reflexión, Lucía menciona que llega un punto en el que se pierde la frontera entre el cielo y el agua, lo único que regresa es tu propio reflejo y se vuelve hipnótico, cosa que efectivamente sucede, la película te oferta esa oportunidad de realmente experimentar junto al personaje, de sentir que el ambiente te rodea y que formas parte de la intimidad del espacio. 

Gran parte de lo increíble de esta producción es lo personal que puede llegar a ser en su referencia a la experiencia vital y cómo la afrontamos o incluso desde el motivo por el cual fue originalmente concebida la idea de narrar esta historia siendo que es un tema que atraviesa a la creadora directamente pero podría ser que un acierto todavía más grande sea su crítica medioambiental pues, si bien es evidente que el medio en que se desarrolla la historia y la actividad en la que gira en torno involucran a la naturaleza, el retrato y la visibilidad que se le da a otro hilo narrativo dentro de la misma pieza da pie a otra reflexión, esta vez no sobre nuestra relación con nosotros mismos o nuestro antropocentrismo si no con la naturaleza y el entorno que nos rodea. 

La pesca es una actividad prehistórica primordial, anteriormente era vital como parte de la caza en ciertas regiones pero conforme hemos evolucionado en métodos y en el aprovechamiento de otros recursos, la pesca para varios sectores se ha vuelto y degradado a deporte o actividad recreativa; depende totalmente de cada persona y sus estándares, ideales o convicciones morales pero usualmente cuando se involucran animales y espacios naturales hemos normalizado la insensibilidad, arremetemos contra la naturaleza y la ultrajamos con esa falsa sensación de superioridad que nos caracteriza como raza y es lamentablemente la misma historia con los animales o incluso peor y la distribución de una producción como “Reflejo de un pescador” es precisamente importante porque desmiente la idea de la pesca tradicional, en esa región la actividad es más una especie de ritual colectivo, un momento de simbiosis entre el hombre y su entorno, pese al origen primitivo de la pesca esta ha evolucionado positivamente de forma que la vida de los animales así como la naturaleza son respetados e incluso venerados. La concepción de cazar por alimento quedó atrás y afortunadamente la de cazar por ocio también, aquí se atrapa al pez, se le mide, pesa y es devuelto al río demostrando que podemos convivir sanamente con nuestro entorno natural y gracias a esta progresión ideológica se puede crear conciencia, darle visibilidad en un medio como lo es el cine es aprovechar inteligentemente el micrófono mediático que este ofrece.  

Lo literal de estar en algo tan pequeño como lo es un bote pesquero y verse rodeado de algo tan inmenso es también una forma de reflexión y un comentario social sobre lo que representamos en nuestro ecosistema. Lucía considera que es importante compartir lo que es la pesca para ella, para la comunidad y sobre todo lo que debería ser para los demás, tanto la actividad como la filosofía que adoptan los que la practican con tanto amor, pasión y respeto además de cómo se puede traducir a las diferentes formas de vida, estés rodeado por un río o por un conjunto de edificios, seas una persona joven o más experimentada o afín a la cultura pesquera o no, no importa, ella quiere sorprender para bien, que quien entre a la sala esperando algo se pueda llevar otra cosa, esto es muy valioso, habla de su presencia como creadora y como documentalista, su visión creativa y su calidad humana plasmada en su forma de arte, una voz dentro del medio a la cual hay que prestar atención por su belleza simplista pero también por la fuerza de su discurso. 

“Reflejo de un pescador” se encuentra disponible en nuestro país en salas de la Cineteca Nacional y es una experiencia valiosísima así como disfrutable.

Gracias Lucía por compartir tu mirada con nosotros. 


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