Film Review: I´m Still Here – El cine como archivo cultural, histórico y de la memoria colectiva e individual

Por: Leonor Hernández Peña  | @tmbnLNR

A principios de los años 70’s en Río de Janeiro, la casa de la familia Paiva es el centro de reunión para todos sus seres queridos, organizan fiestas, los adultos hacen juntas de trabajo, los niños entran y salen por ropa y balones. Eunice (Fernanda Torres), Rubens (Selton Mello) y sus cinco hijos mantienen una relación unida entre todos. Mientras conocemos a esta familia, la dictadura militar en Brasil reprime a todo aquel que fuera sospechoso de relacionarse con la resistencia. Un día como cualquier otro, la rutina de la familia Paiva se interrumpe cuando Rubens es llamado para hacer unas declaraciones, pero no regresa.

Sony Pictures Classics

I’m Still Here busca crear un retrato de la familia Paiva y lo que significa la desaparición de un integrante que podría o no estar muerto. Todo visto desde la perspectiva de Eunice, una mujer que en Brasil ha sido símbolo de resistencia y activismo contra la revolución militar.

Fernanda Torres hace una actuación emocionalmente compleja, interpretar a Eunice significa físicamente contener varias emociones y reacciones. El sentimiento está ahí, pero es necesaria su discreción al volverse la cabeza de la familia, no se permite perder el control para no asustar a sus hijos y como manera de protección a todos sus seres queridos. Además tiene que reservarse ya que fuerzas militares llevan un tiempo investigando y observando todo movimiento y hábito de cada integrante de la familia. Eunice tiene la esperanza de que Rubens sea liberado e intenta realizar investigaciones por su cuenta, pero también debe hacerse la idea que su ausencia puede ser permanente.

Sony Pictures Classics

La dirección de Walter Salles le tiene mucho respeto a la familia Paiva. La película jamás se vuelve un melodrama, pero la naturaleza de la historia y la presencia de las fuerzas militares dentro de la domesticidad resultan escalofriantes. La mayor parte de la violencia no ocurre en pantalla, cuando Eunice y una de sus hijas mayores son llevadas a “declarar”, encierran a la audiencia también. Así como ellas, no sabemos exactamente en dónde están, no conocemos con qué personas están tratando, no tenemos idea de cuánto tiempo llevan ahí, ni cuándo volverán a casa. La restricción a su libertad y no conocer el estado de su familia durante su ausencia, ni si Rubens fue aún más violentado es aterrador. Hay un sentimiento muy delgado de luto que se siente entre los personajes, pero desarrollarlo significaría reconocer que su padre jamás estará con ellos de nuevo.

Sony Pictures Classics

La cinta está filmada en 35mm, que a ratos integra imágenes en super 8mm, estos momentos le dan sensorialidad a los recuerdos, e inmediatamente se sienten archivos históricos puros. A la par, fotos reales de la familia Paivens son mostradas antes de los créditos finales, varias escenas fueron creadas a partir de estas fotografías, reforzando la idea de conservar la memoria, que es uno de los grandes pilares de la película.

La película muestra dos épocas adelante, en dónde nos permite conocer el impacto a largo plazo que tuvo la ausencia de Rubens Paiva y las acciones que tomó su familia ante los hechos.

La memoria puede hacerse borrosa, pero podemos decidir seguir contando nuestras historias.


Leonor Hernández Peña

Editora y realizadora audiovisual, entusiasta de la cultura pop.


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