Por: Fernanda Lozada
Según el libro THE MONSTROUS-FEMENINE de Barbara Creed existen siete caras posibles para la mujer dentro del horror, desde el personaje de madre arcaica hasta el vientre monstruoso pero la cultura latina y sobre todo el folklore mexicano propone dentro de sus leyendas y tradiciones transmitidas oralmente datando de muchos años atrás un giro y una visión que no podemos encajar en las categorías ya establecidas.
La Miringua es la protagonista de la leyenda oriunda de las islas que rodean al lago de Pátzcuaro en México y también de la nueva película de folk horror mexicana UN CUENTO DE PESCADORES que la adapta y lleva a la pantalla; con su reciente estreno la película se presentó emotivamente en la clausura del festival FERATUM que se llevó a cabo en las mismas tierras donde fue filmada, contando con su crew además del equipo originario y habitante de la isla de Yunuen que apoyo a su creación.
La leyenda original habla sobre una criatura con morfología femenina que castiga a los pecadores de diferentes formas, desde maldiciendo su fuente de trabajo y sustento hasta desapareciendo a aquellos que encarnen sentimientos impuros y profanos convirtiéndolos en su comida. Esta mujer resulta escandalosamente atractiva en especial para los hombres por lo que utiliza su belleza para encandilar a los pescadores y guiarlos a las profundidades del cuerpo de agua; si bien, podríamos encasillar a este ente michoacano como una especie de monstruo o vampiro si quisiéramos darle la razón a Creed, nos quedaríamos imprecisos pues la narrativa mexicana acerca más a La Miringua a una especie de salvadora o justiciera. Según los originarios de Pátzcuaro, ella encarna una lección que buscaba llegar a los habitantes con afán de tener una historia con una moraleja, la intención era convencer a los pescadores a no caer en adicciones al terminar sus labores; al ser una isla cuya fuente de trabajo es casi exclusivamente la pesca, después de concluir con la labor muchos decidían acudir al alcohol como forma de pasar el rato, sin embargo, bajo su influencia el índice de accidentes relacionados a imprudencias en el lago se acrecentó, entonces y según el conocimiento empírico de la gente, contar una historia y amenazar con una consecuencia fuera de la lógica generaría un impacto mayor y así fue, infundir el miedo a la reprimenda de La Miringua ayudó a controlar a la población principalmente masculina.
Con el tiempo esta criatura se fue adaptando a su lugar de origen y también representa la encarnación de sentimientos negativos como el odio o la venganza, los deseos carnales y la violencia la llaman y de alguna manera posee a aquellos que los evocan y terminan mal, limpiando así la zona y librándola del mal.
UN CUENTO DE PESCADORES es una antología de cuatro historias donde La Miringua se hace presente, un relato sobre el deseo y la lujuria de un hombre, otra sobre la venganza, una más sobre las consecuencias de un amor prohibido y una última sobre la mera existencia y poder de esta mujer anfibia. Las cuatro narrativas muestran el entorno y las condiciones propias del lugar que es también un personaje, destaca la belleza de la zona y sus increíbles escenarios naturales además de haber contado genuinamente con la participación de la gente oriunda, respetando las tradiciones y honrándolas.
La Miringua es un ente femenino y latino que trae consigo lecciones morales a través del horror, lo cual representa una adaptación de la visión de la mujer en Latinoamérica, una mezcla entre madre y diosa pero monstruo pero también tentación.
La película es una gran propuesta del cine de género nacional, bien escrita, dirigida y actuada así como repleta de lo que más destaca a México, su cultura y tradiciones.
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