Women We Love #FICG2024: Natalia Bruschstein sobre la importancia de la identidad cultural en Lachatao

Por: Lily Droeven | @lilydroeven

En Lachatao, documental dirigido por Natalia Bruschstein, se habla de una manera emotiva y a través de las miradas de los niños y adolescentes la identidad y conciencia comunitaria en Santa Catarina Lachatao, un pueblo que se localiza en la Sierra Norte de Oaxaca. En los primeros minutos, la voz en off de una niña menciona que hace algunos años Lachatao contaba con una población de 1500 habitantes pero que en la actualidad cuenta con apenas 200 por lo que existe el temor entre los habitantes frente a una inevitable desaparición.

En su narrativa la directora traza una línea entre el aprendizaje y el arraigo de las costumbres que los niños y adolescentes adquieren de los adultos que los ayudan a fortalecer sus raíces evitando de esta manera que su identidad cultural, conciencia comunitaria y memoria histórica permanezcan en el olvido.

La visión cinematográfica de Bruschstein que junto con la dirección fotográfica de Miguel Tovar se encargan de construir este ejercicio documental a través de planos largos con imágenes enigmáticas de los paisajes naturales que rodean a la comunidad enmarcados perfectamente con su diseño sonoro compuesto por sonido directo y ambiental para transformar la película en una experiencia onírica en la que los niños nos cuentan de una manera tierna e íntima sus sueños, esperanzas, miedos y aprendizajes mientras que se le invita a la audiencia a revalorar y repensar la identidad y la calidad de vida a través de un ejercicio reflexivo personal.

El documental se estrenó durante el 39° Festival Internacional de Cine en Guadalajara en el que forma parte de la competencia por el Premio Mezcal. En Girls at Films tuvimos la oportunidad de conversar con la directora, productora, guionista y editora Natalia Bruschstein acerca de su acercamiento con la comunidad, su proceso creativo, su experiencia y los retos a los que se enfrentó la producción, así como su lenguaje cinematográfico que hacen de su documental un emotivo viaje emocional en el que exploran la importancia de la identidad cultural y la calidad de vida.

GAF: ¿Cómo fue tu primer acercamiento con la comunidad y qué te llevó a construir esta pieza documental? 

NB: Mi primer acercamiento fue gracias a unos vecinos míos y como vivo en la Ciudad de México se enteraron de que soy documentalista, ellos son de la comunidad, pero viven ahí en la CDMX y me pidieron si podía hacer un documentalito sobre el proyecto de la escuela que tienen allá en la comunidad porque ellos estaban buscando darle un poco de difusión a ese proyecto. Llegué a principios de 2017 y me quedé maravillada con esa comunidad, entonces en el 2018 fui y les pedí permiso para ver si podía hacer el documental de Lachatao y pues ahí fue como nació el proyecto y empecé a trabajar. Estuve desde el 2018 hasta el 2022 que terminamos de grabar.

GaF: Cuéntame un poco más acerca de la elección de las locaciones y ¿cuál fue el reto más grande que se encontraron durante la producción? 

NB: La elección de locaciones era el pueblo. Estábamos ahí grabando y a donde los niños nos fueran llevando y la misma comunidad. Creo que el mismo lugar, el mismo espacio te da para estar grabando y no poder dejar de grabar. El reto más grande fue conseguir financiamiento. Yo diría que ese es el más complicado porque como bien sabes los documentales en general están mucho más castigados y entonces cuesta mucho trabajo, sobre todo en producción. Luego para postproducción cuando ya hay un armado más o menos es un poco más fácil de conseguir, pero para la producción es muy difícil. Creo que ese fue el reto más grande, después ya a nivel narrativo para la película se me atravesó la pandemia a mitad del rodaje y pues entonces los niños fueron creciendo y también sus propias miradas fueron cambiando. Entonces fue como retomar o darles continuidad a estos niños y eso, pero creo que se vio bastante bien. 

GaF: Lachatao nos invita a reflexionar acerca de los sueños y esperanzas con respecto al futuro de los niños y jóvenes en la localidad, ¿Cómo fue para ti trabajar con ellos y que sabiduría te dejaron?

NB: Trabajar con ellos es una experiencia divina porque finalmente es tratar de entrar en el mundo de los niños, salir del mundo adulto en el que vivimos y entrar a captar esos momentos tratando de no intervenir demasiado para no romper esa magia que tienen los propios niños, incluso los adolescentes que tienen sus rutinas, sus trabajos y que uno intente pasar desapercibido, aunque no es tan posible pero que ellos mismos tienen esa capacidad de poder de repente abstraerse del mundo y estar enfocados en lo suyo. La experiencia que me dejaron fue entender el espacio de otra manera, yo tengo hijos que son más o menos de la misma edad que estos niños, entonces estar viendo la relación de los niños con los adultos es replantearse uno mismo que es lo que hace con sus hijos o como te relacionas con ellos y como reconectarte, yo por lo menos como mamá con los niños. 

GaF: Uno de mis aspectos favoritos del documental fue ver a los adultos enseñando a los niños las costumbres locales, así como la enseñanza del idioma zapoteco, ¿qué significó para ti representar esto?

NB: Para mí una de las cosas que me interesan mucho es que no se pierda la identidad. En mis documentales hay un tema que me va llevando por el camino y ese es la identidad. Un poco va por ahí, cómo los adultos buscan que los niños no la pierdan, pero tampoco imponen, les enseñan el valor del conocimiento que ellos tienen, pero no les imponen una forma de ser, no son cerrados, no son cuadrados, saben que estos niños tienen que salir en algún momento de la comunidad. Probablemente algunos saldrán y otros se quedarán. Así como Diego el más grande que se quiere quedar y no salir de la comunidad pues hay otros que si van a querer formarse fuera pero un poco es que la idea de todo el conocimiento que ellos tienen previo y desde afuera puedan regresar a la comunidad y aplicarla para que la comunidad siga funcionando y no pierda su identidad, pero siempre evolucionando como toda sociedad.

GaF: Tanto la fotografía como el sonido hacen que la estética del documental sea visualmente impresionante y se siente como si viéramos un documental construído como una poesía fílmica ¿Cómo fue trabajar con la imagen y la fotografía? 

NB: Miguel Tovar que es el fotógrafo, yo creo que es excelente. Él viene del periodismo y tiene también una conexión con los niños que es padrísima, pero además tiene muy buen ojo en la estructura y a la hora de armar. Creo que los fotógrafos de documental tienen que saber armar secuencia mientras están trabajando y al mismo tiempo tener la sensibilidad de poder ver qué es lo que está pasando en el cuadro y qué es lo que está pasando por afuera para darle una continuidad. Entonces platicamos un montón, siempre era pensar en detalles, lo que le decía todo el tiempo es quiero ver que miran los niños. Uno como adulto está empapado ya del cotidiano que finalmente te vas perdiendo detallitos, una sombra, un animalito que pasa, cualquier cosa alrededor. En el diseño de sonido yo hice el sonido directo, era un poco complicado porque nada más estábamos el fotógrafo y yo durante todo el rodaje allá en Lachatao entonces dirigir, hacer data mánager, producir, hacer sonido. Lo que más me fijé es tratar de mantener los sonidos, el sonido directo y los ambientes. Después trabajar con el diseñador sonoro y con el músico para que se genere este ambiente, de repente el mismo sonido se amplifica o cambia, por ejemplo, cuando estamos en la secuencia de la casita del árbol que se escuchan muchos pajaritos, mucho ruido y el viento y de repente va desapareciendo. Es un poco volver a ese mundo donde desaparece lo que está pasando alrededor y nada más es un momentito de estas niñas pintando. Fue un lindo trabajo en equipo con todos para ajustar más estas atmosferas. 

GaF: ¿Qué aprendizaje llevas contigo del pueblo de Lachatao en cuanto a identidad y cultura? 

NB: Aprender a trabajar en comunidad. A tratar de sobrevivir y no dejar que el presente mismo nos esté arrasando, a tratar de defender lo que tienen, a entender que como comunidad es importante que vivamos, porque finalmente estamos en mundos muy individualizados ya y entender que sin comunidad no sobrevivimos. Esa es una de las cosas que más rescato, la otra es revalorizar la calidad de vida, repensar que es calidad de vida. Eso me hizo cuestionarme mucho estando ahí, no solamente por estar en un paisaje tan maravilloso, estar en los bosques, estar ahí en ese ritmo, pues todo, desde el vínculo con la familia y repensar que es la calidad de vida para mí.

GAF: ¿En quienes te inspiras para la creación de tus documentales?

NB: ¡Qué pregunta! Pues mira la verdad es que no es sólo de documentales en particular. Me gusta mucho ver los documentales, también soy editora de documentales, entonces estar viendo material, pensar en la forma, estructurar es lo que me ayuda a ir pensando, pero ver películas de ficción, leer libros, pintura es lo que me ayuda. Empaparte del arte en general y mismo también de la sociedad, estar viendo, estar observando, yo creo que eso es lo que a mí me va inspirando, no hay una película o un creador. Cada cosa que voy viendo, las que voy tomando, pensando ideas para la próxima.

GaF: ¿Qué reacciones esperas de la audiencia que vea tu largometraje durante su estreno en el Festival de Cine Internacional en Guadalajara y posteriormente en los cines del país? 

NB: Quisiera que el espectador primero se sienta en ese espacio que es Lachatao y segundo que le pase lo mismo que a mí, de repensar, de revalorizar que es calidad de vida para cada uno. Realmente necesitamos toda esta locura en la que estamos inmersos en el día a día o por ahí no necesitamos tantas cosas que pensamos que sí son necesarias y por otro lado repensar también en la comunidad, de verdad creo que es algo que se ha perdido, que se pierde día a día y que el mismo mundo nos va llevando para allá. Entonces sí, es lo que me gustaría, no pretendo que la gente salga pensando en eso, pero sí, que la película misma los vaya motivando, a ir pensando en ciertas cosas con las que empaticen, las que les hagan reflexionar para llegar a sus propias conclusiones. 

GaF: ¿Qué consejos les darías a aquellas jóvenes cineastas que desean dedicarse a hacer documentales comunitarios o documentales en general?

NB: Yo creo que lo primero es que sea un tema que te mueva, que pienses, creo que el documental hay mucha reflexión de uno mismo, lo que te llama la atención. Pensarlo muy bien para saber qué es lo que quieres transmitir. Creo en que cada temática uno tiene que lograr transmitir por lo que uno va dirigiendo, movilizándose y luchar por la película que quieren hacer, porque sé que es muy difícil hacer documental por los bajos presupuestos, por las condiciones que luego hay, pero creo que el cine documental en México tiene mucha fuerza, siento que realmente se ha posicionado muy bien, hay unos documentales excelentísimos, yo creo que hay que seguir dando, a tratar de encontrar la forma y siempre cómo seguir adelante pero siempre ser muy honesto con lo que uno quiere.


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