Por: Jessica Ángel | @JessAM_21
«Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos»Jorge Luis Borges
Con la llegada de los celulares ahora es más fácil preservar nuestros recuerdos, hacer videos o fotos de las cosas que consideramos importantes; sin embargo, recordar e intentar retener recuerdos es algo que hemos hecho desde hace décadas y el claro ejemplo de eso son las películas familiares caseras .
El cine en primera persona, se detiene en observar la vida del propio director o directora y presta especial atención a aspectos íntimos, cotidianos o que de alguna forma han marcado su vida tal, y como sucede en ‘Tres promesas’ del director Yousef Srouji (aunque su madre fue la encargada de filmar el material durante su infancia, la situación marcó a toda la familia).

Suha (la madre) hace un video diario durante varios años (1994,1995 2000 y 2001) en donde aparecen sus hijos Dima y Yousef, y su esposo Ramzi –quiero suponer que fue la manera de sobrellevar todo lo horrible que le tocó vivir en Palestina–.

Ella intenta distraer a sus hijos del conflicto y de la ocupación de Israel, juega con ellos a hacer películas y en todo momento intenta calmar a sus hijos. Uno de los diálogos más fuertes de la película dice: “El dolor pasa de generación en generación». Y es que el pueblo Palestino ha sufrido durante años y ese dolor los atraviesa de diferentes formas, cada persona que ha tenido que dejar su lugar de origen vive un duelo en el corazón, tal y como lo dice Suha, y no solo ella, sus hijos tuvieron que dejar su hogar y sus raíces a inicios de los 2000, al igual que sus abuelos durante el Nakba en 1948.

Gracias al material de archivo, 17 años después su hijo y director del documental le da un cierre a la historia de su madre y nos damos cuenta que, a veces, reprimimos nuestros recuerdos, porque cuando vivimos experiencias tan traumáticas nuestro cerebro hace eso para permitirnos sobrevivir…
Es completamente desgarrador saber que años más tarde el pueblo Palestino sigue sufriendo injusticias.

Desde mi punto de vista es una película muy valiosa porque el cine se hace para no olvidar y en los tiempos de guerra el cine documental es una prueba indiscutible de los horrores que están ocurriendo alrededor del planeta.









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