Por: Julia Iturbe | @juliaiturbe_
En el décimo aniversario de su ópera prima Los insólitos peces gato, Claudia Sainte-Luce vuelve a las pantallas de cine con su quinto largometraje Amor y Matemáticas, una comedia romántica escrita por Adriana Pelusi, protagonizada por Diana Bovio, Roberto Quijano y Daniela Salinas.

Esta comedia aborda de una forma tan divertida como incómoda, la realidad y contexto de una clase media aspiracionista en la ciudad de Monterrey, evocando a sus tradiciones, creencias y los roles que ejercen en la sociedad, haciendo a sus personajes Billy y Mónica, un ex miembro de una boy band de los 80’s y la ex presidenta de su club de fans; enfrentar los contrastes y similitudes entre su vida actual y aquella que soñaban cuando eran adolescentes.
Con la llegada de Amor y Matemáticas a cines este 11 de abril, tuvimos la oportunidad de conversar con la directora Claudia Sainte-Luce y la actriz Diana Bovio.

GaF: Felicidades por esta película, tuve la oportunidad de verla y me gustó mucho, este es tu quinto largometraje, ¿qué diferencias encuentras entre tus anteriores trabajos y Amor y Matemáticas?
Claudia Sainte-Luce: La primera fue cómo abordar un guión que no es mío respetándolo al 100%, la segunda trabajar con actores de procedencias tan distintas, de un cine muy comercial, de tik tok, de teatro, y tratar de encontrar un mismo tono. La tercera fue filmar con recursos, porque venía de hacer una película con las garras, entonces con esta película me sentí en Hollywood, compensar, saber cómo aprovechar esa producción al máximo. Y también aprendí a cómo hacer en el crew un choque entre chilangos y regios, fue un choque de dos culturas. Si bien el trabajo como directora a veces es dejar que producción resuelva y enfocarse en la escena, también siempre he creído que mi trabajo es que todo fluya en armonía, y hacer que poco a poco las personas del crew comiencen a dialogar entre ellas; y entonces siempre pasa que cuando filmas en provincia, lo cual me gusta, hay una cosa chilanga de venir a enseñar, y la verdad es que la gente en provincia también hace muchas producciones y es lo que me gusta de filmar fuera de la ciudad, que ambos lados aprenden del otro y dejan de etiquetarse.
GaF: Mencionas las dinámicas entre actores debido a sus distintos trasfondos, y pienso que una de las cosas más llamativas que tiene la película es la química y la tensión entre ellos, me parece un trabajo muy interesante de dirección.
Claudia Sainte-Luce: Habíamos hecho mucho hincapié al ensayar algunas escenas, pero al llegar al set nos enfocamos en usar todos los elementos, la basura, las latas de cerveza, los elementos reales y los props dan mucho. También les decía cosas muy específicas a cada uno de ellos al oído antes de empezar, le decía Diana “estás muy nerviosa es como si tuvieras a Ricky Martin en frente y tuvieras quince años” y a Roberto le decía cosas distintas. Pero es como enfocarte paso a paso, olvidarte de toda la película y enfocarte en esa partecita. Ser muy claro con eso hace que el campo afectivo de los actores salga a relucir y hacen cosas muy lindas.

GaF: ¿Cuál fue tu motivación para hacer una comedia romántica que además tiene un tono muy específico? Como espectador tienes que llegar a entenderla para encontrar la comedia.
Claudia Sainte-Luce: Yo conocía este guión desde que escribí los insólitos (Los insólitos peces gato), de hecho estábamos Adriana y yo en el mismo taller de Paula y cuando lo conocí pensé “si hago comedia me gustaría hacer una comedia así”. Y ella estuvo un tiempo tratando de levantarlo pero todos los productores querían cambiarle el final u otras cosas. Finalmente en el 2020 me lo enseñó y fue bastante fácil levantarlo, yo armé la carpeta y tuve suerte, salió el EFICINE bastante rápido. Y sobre el estilo de comedia, creo que yo también lo fui encontrando, porque si sigues las reglas que nos han puesto, pues todo es muy tajante, yo creo que hay que encontrar la armonía propia al hacer tus películas. Con esta lo fui encontrando, creo que hay gente a la que no le va a gustar porque no lo va a entender, o porque le parezca un bodrio pero eso es lo bonito de crear. Yo quise empezar la película con una música extraña, casi nunca uso música pero esta vez le dije al compositor “yo quiero que la película inicie con música como de La Dimensión Desconocida”, quería que se sintiera como entrar a un universo que ¿quién sabe?, puede salir un marciano en cualquier momento, y eso es raro, uno no está habituado. Fue bonito jugar con los elementos, pero al final tal vez eso no les guste a todxs, yo aposté por eso por gusto personal y así son las obras de cada uno.
Al conversar con Diana Bovio, pudimos describir una perspectiva muy interesante del personaje de Mónica, pues nos platicó a profundidad cómo fue trabajar con Claudia Sainte-Luce como directora y con Roberto Quijano como co protagonista, así como cómo desarrolló a su personaje y lo que significó para ella ser parte de la película.
GaF: Platicando con Claudia, nos comentaba lo complejo que fue tener actores de distintos trasfondos en la película, y lo interesante de encontrar una dinámica para todxs.
Diana Bovio: Yo nunca había trabajado con una directora como Claudia, de su talla y trayectoria, y su sensibilidad; fue un proceso muy lindo, de muchos nervios porque yo había hecho cine mucho más comercial y acá sabía que iba a tener que enfrentarme a un proceso completamente distinto, pero Claudia es lo máximo las primeras sesiones que tuvimos con ella en su casa fueron con Roberto, llegábamos y nos daba una sesión de reiki en la que nos aterrizaba, para ella era muy importante que dejáramos todo lo que estaba sucediendo afuera y llegáramos abiertos a este proceso. Y fue muy bonito, me quitó muchas mañas, me dio muchas nuevas herramientas actorales y fue un sueño hecho realidad.

GaF: En este género que es comedia romántica es muy importante la química entre los personajes, cómo trabajaste con Roberto la química entre sus personajes Billy y Mónica.
Diana Bovio: Me encanta que se pueda ver en la pantalla. Roberto y yo somos como hermanos, nos conocíamos desde antes del proyecto como ocho o nueve años, y somos los mejores amigos, entonces fue muy chistoso cuando le conté que quedé en una película que se grabaría en Monterrey y que se llamaba Amor y Matemáticas el me dijo “¡¿Qué?! Yo también, ¿vamos a ser pareja?, ¿eres la esposa o la vecina?”. Entonces fue muy emocionante pero también muy retador porque sabíamos que somos los mejores amigos y no queríamos que se volviera un impedimento para personificar a Billy y a Mónica entonces creo que Claudia fue clave, nos llevó en un proceso super bonito y super interesante y nos sacó por completo de nuestra relación de amigos y nos puso en el lugar de los personajes de una forma muy impactante incluso para nosotros. Decía corte y era como salir de la dimensión de los personajes, no queríamos que la idea de besar a tu mejor amigo se interpusiera y Claudia logró sacarnos de ahí y que se vea la dinámica que se ve en la película.

GaF: ¿Cómo viviste tú pasar de grabar en la ciudad a ir a la ciudad de Monterrey para hacer esta película?
Diana Bovio: Yo siendo de Monterrey me emocionaba mucho regresar y trabajar en mi ciudad y la verdad es que fue muy bonito, fue estar en casa, me regresó a esta dinámica de ver a mi familia, de compartir una carne asada con ellos el fin de semana y sentir esa cosa especial de Monterrey. Y también regresar me confronta con la forma en la que se vive la vida allá, con cómo se hacen las cosas, creo que Monterrey tiene una personalidad muy específica y de pronto puede ser una ciudad muy superficial, muy de apariencias y de presumir que estoy haciendo una película y sentir que es más importante decirlo que hacerlo. Creo que Claudia armó un equipo tan hermoso, yo no he estado en un set más armonioso y más eficaz. He trabajado en otros proyectos muy padres pero los sets de Claudia tienen algo muy especial, hay un respeto, un silencio y una paz muy específica; y ver a mis compañeros regios en ese mood, aprendiendo de una directora tan importante como es Claudia era maravilloso, todos aprendimos muchísimo.
GaF: El tema de las tradiciones y comportamientos de la gente es algo muy importante en la película, ¿cómo fue para ti llevar esta información de tu contexto a la pantalla?
Diana Bovio: Fue muy divertido verme reflejada, si yo me hubiera quedado en Monterrey y hubiera hecho una vida allá, pues creces con la idea de que vas a tener una casa, de cómo la vas a decorar, qué tanto dinero vas a tener, de con quién te vas a casar, de ir a Costco todos los sábados, de ir a la carne asada, etc. Es una identidad muy particular, y verlo en por ejemplo las relaciones entre vecinos que a veces se odian, como el personaje de Lucía a quien le parecen insoportables los vecinos, y piensa que son narcos; y es que así es. Fue muy chistoso y también me abrió los ojos sobre la sociedad regiomontana en la que crecí y sobre lo mucho que he cambiado y aprendido estando en la Ciudad de México. Mis amigas de la ciudad me transformaron la vida, me abrieron los ojos a un mundo más inclusivo, más feminista y más humano.

GaF: Creo que Amor y Matemáticas es sobre las expectativas que uno tiene de su vida en la adolescencia, y la relación que tienen Billy y Mónica surge de esta perspectiva adolescente. ¿Cómo conectaste con la Diana de esa época?
Diana Bovio: Conecté 100% con mi adolescencia, con mis posters de Ricky Martin, mis recortes de revista y mis libretas llenas de corazones de “Diana y Ricky”. Me conectó mucho con ese lugar y momento; y también me trajo a mi propia realidad a esta edad porque soy una persona muy fantasiosa y siempre lo he sido, y creo que esa capacidad de fantasear me hace una mejor actriz y me hizo perseguir también el sueño de ser actriz, porque creo que a veces tienes que estar un poco loco para seguir ese tipo de sueños. Fue re-visitar ese lugar y entender cómo puedes llegar a ser un adulto y tener todavía la personalidad de un adolescente. Para mí Mónica es una mujer infantil que no se da cuenta de que tiene una hija, que está casada, que ya no tiene quince años y que Billy ya no es lo que era, y fue muy emocionante trabajar con este personaje.
Amor y Matemáticas llega a salas de cine en México este 11 de abril después de haber sido parte del Festival Internacional de Cine de Toronto y del Festival Internacional de Cine de Guadalajara 2023.

Julia Iturbe
Colaboradora Girls at Films









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