Postales GaF: Veracruz y los recuerdos

De: Laura Uribe | @Lauu_Uribe

Para: Amira Ortiz

*Esta pieza forma parte de la Tercera Edición de Postales GaF, el intercambio de textos entre colaboradoras de Girls at Films, un espacio para celebrar las posibilidades del cine y la amistad.

Querida Amira:

Creo que algo que tenemos en común, además de nuestro amor por el cine, es el lugar donde crecimos. Podría decirse que compartimos un idioma, el del sur, en el que sabemos perfectamente lo que es una rama, por qué quemamos un muñeco los días 31 de diciembre y que los mejores pambazos jamás serán los rojos.

No sé si a ti te pase, pero cada vez que vuelvo no puedo evitar pensar cómo sería si siguiera viviendo en Veracruz ¿Me gustarían las mismas cosas, o más bien sería una persona completamente distinta? Y a pesar de que llevo más de 10 años fuera, lo que dejé atrás es algo que constantemente ronda por mi mente.

Tu descripción dice que te interesa mucho el cine mexicano, entonces no se me ocurre mejor película para hablar que de Danzón (1991), la cual fue justamente filmada en Veracruz. Lo primero que pienso cuando me dicen la palabra danzón es pasar por el zócalo en las tardes y ver a los adultos mayores bailar. Por algún motivo siempre relaciono el danzón con ellos y el puerto, al ser un estilo de baile muy característico del estado, que como tantas otras tradiciones se ha ido perdiendo con el paso de los años.

La película cuenta la historia de Julia, una telefonista que vive en la Ciudad de México y tiene una pasión por el baile, después de que su pareja de baile, Carmelo, desaparece, ella viaja hasta el puerto de Veracruz para buscarlo. Volví a ver la película después de muchos años y creo que hay partes de Veracruz que se quedaron atrapadas en el tiempo, que siguen viéndose exactamente igual y son las mismas imágenes que recuerdo.

Definitivamente la historia de Julia fue revolucionaria para su tiempo, no creo que los espectadores de los años 90 hubieran estado muy acostumbrados a ver mujeres situándose como protagonistas -y además- una que tomaba sus propias decisiones, por muy impulsivas que estas fueran. María Rojo como Julia nos da un personaje que descubre que el viaje que empezó buscando una idea romántica se trataba más bien de ella y de enfrentarse a sus propios miedos.

Siempre es emocionante reconocer lugares de nuestra propia cotidianidad en la pantalla grande, por eso creo que la pasé tan bien viendo esta película de nuevo. Más allá de la historia me parece que el cine también es eso, evocar recuerdos. Por desgracia en nuestro país está tan centralizado que es muy difícil ver en la pantalla otras realidades que no sean la de la Ciudad de México u otras de las grandes urbes, espero que esto cambie algún día.

Espero que hayas disfrutado esta carta, yo lo hice escribiéndola y volviendo a ver Danzón. Más allá de ser un clásico del cine mexicano, creo que también fue un parteaguas para las historias sobre mujeres contadas por mujeres en el cine nacional. Espero que leer estas líneas te hayan hecho recordar nuestro hogar, el mar, o incluso las montañas.

Abrazos jarochos,

Lau.

P.D Y como no podía faltar en un texto sobre Veracruz, por supuesto que incluí un meme:

Laura Uribe

Egresada de la carrera de Comunicación y Producción de Medios por la UDLAP y del Taller de Periodismo del Diario Reforma. Ha publicado en Chilango, Quién, Elle México, In Style, Aire y Singular.