Por: Lily Droeven | @lilydroeven
En el cine muy pocas veces se explora la vida de las personas con sordera, un tema que en la actualidad resulta necesario e importante visibilizar. En Todo el Silencio (2023), debut directorial cinematográfico de Diego del Río, es un largometraje que sigue la vida de Miriam (Adriana Llabrés) una joven HOPS (hija oyente de padres sordos) que es maestra de Lengua de Señas Mexicana (LSM) en las mañanas y durante las tardes forma parte de un montaje en una obra teatral y cuya vida cambia por completo cuando de manera inesperada empieza a perder el sentido auditivo debido a la otoesclerosis que padece. La película cuenta también con la actuación de Ludwika Paleta -cabe señalar que la actriz padece desde hace una década Acúfeno (Tinnitus)- que interpreta a Lola, la novia de Miriam, una mujer sorda de padres oyentes que se comunica de manera oral y lee los labios, prefiriendo no aprender LSM.
Este largometraje que se estrena a nivel nacional en el Festival Internacional de Morelia (FICM) tiene un guion escrito por Lucía Carreras, en la que nos presenta la historia en español y LSM con subtítulos para cada escena. La dirección de fotografía de Octavio Arauz destaca por su diseño y encuadres aptos para la comunidad sorda. El diseño de sonido es importante desde los primeros minutos de la narrativa ya que se encarga de dar contraste a los cambios y sentimientos que experimenta la protagonista durante su inevitable proceso de transformación al descubrir que está perdiendo el sentido del oído.
La actriz Adriana Llabrés que ha vivido con una discapacidad auditiva y al igual que Miriam padece otoesclerosis, destaca por su impecable actuación en la que a través de su personaje nos adentra en un ejercicio reflexivo hacia el duelo personal y la aceptación mientras observamos los cambios que se enfrenta junto a su novia Lola. Además, Adriana hace su debut como productora, por lo que ha estado presente desde el inicio del proyecto junto a un equipo excepcional que cuenta con un casting perteneciente a la cultura sorda o con alguna discapacidad auditiva.

Tuve la oportunidad platicar con Adriana acerca de la creación de la película desde su faceta como productora, los retos que experimentó, su proceso creativo en la construcción de su personaje, así como la importancia de la realización de una narrativa adecuada para la comunidad sorda a través del LSM.
GaF: ¡Hola Adriana! ¿Cómo estás? Muchas gracias por conectarte y darte el tiempo en esta conversación para Girls at Films, estoy muy feliz de entrevistarte. Cuéntame, ¿cómo llegó a ti este proyecto del cual debutas como productora y cómo te preparaste para construir el personaje de Miriam?
AL: Fue un proyecto que empezamos Luis Salinas y yo hace muchísimos años, en el 2014, lo primero que sabíamos era que queríamos producir juntos y él había visto una obra de teatro en donde yo trabajaba con Diego del Río que lo había conmovido mucho, entonces lo empezamos a crear Luis y yo y decidimos que sería muy lindo e importante que el proyecto que hiciéramos fuera también con Diego. Empezamos a hacer el guion con Lucía Carreras y la intervención de Diego se hizo más presente cada vez porque estuvo prácticamente desde el principio del proyecto. Fuimos trabajándolo y yo sabiendo que iba a ser actriz en el proyecto, mis intervenciones fueron un poco más de productora con Luis para que Diego se sintiera cómodo con el sentido de que yo era su actriz y no me viera como su productora. Todo lo hacíamos Luis y yo y él era quien se comunicaba con Diego a partir de la producción, lo cual funcionó muy bien porque entonces pudimos mantener una mancuerna como siempre lo hemos hecho como actriz-director a pesar de que esta vez yo estuve en los dos lados.
A Miriam la construí comprendiendo muy bien algo sobre la pérdida del oído. De chiquita tuve dos operaciones de oído y tengo otoesclerosis, que significa que no escucho igual que todas las personas que escuchan bien y es algo que le di a mi personaje, Miriam, ella también tiene otoesclerosis, pero la tiene mucho más avanzada. Lo que creo que me ayuda a entender un par de cosas: algo que puedo asociar muchísimo al duelo de cualquier pérdida, de cualquier cambio de identidad, de cambio de relaciones; me ha pasado con la muerte de mi papá, con cambios de país, en donde uno pierde quién es y siento que eso lo puedo comprender muy bien. Pero también me dio mucha información mi vida respecto a cómo se siente el no escuchar, porque si he estado ahí. Soy una persona que en algún momento casi no escuchaba y ahora escucho bastante bien, no perfectamente, pero puedo tener esta plática contigo sin tener que leerte los labios, puedo escuchar música, puedo cantar, mi nivel es bastante normal, de hecho, el doctor cuando me dio la noticia me dijo “es muy probable que la mayoría de la gente esté como tú, solo que tú lo sabes”, pero lo que si me da es que yo sí puedo ver mis fotos de cuando no escuchaba bien y ciertas cosas que pasaban con mi mirada, como que la mirada se me fue para atrás, no estaba tan presente y creo que en parte es por la falta de audición pero también de querer colocar y acomodar las piezas de lo que estás viendo, entonces eso se lo di a mi personaje y lo que quise fue divertirme muchísimo, jugamos y esta vez que pude estar desde el principio en la creación de todo, la fotografía de Octavio Arauz y conociendo a Diego del Río, a Beatriz Vera de maquillaje, Adriana Pérez Solís de vestuario, fuimos creando algo que iba de muy luminoso a algo más oscuro, más verde, irnos de los rojos hacia los verdes. Poder apoyarme de ese tipo de construcción que a veces como actriz no tienes el poder de hacerlo, fue muy enriquecedor para mi personaje.
A mí me gusta mucho trabajar con la técnica del animal para poderme diferenciar de mí misma, para no moverme de la misma manera. Jugué como una serpiente psicológicamente, sobretodo por la manera tiene que orientarse o moverse, no es un animal como el perro que es mucha nariz y orejas, la serpiente no, es toda adelante y tuve tiempo para prepararme aprendiendo Lengua de Señas Mexicanas (LSM) en donde en pandemia estuve estudiando con la compañía teatral de México que se llama Seña y Verbo lo cual es muy significativa para la película porque los que llevan esa compañía Antonio Zacruz y Eduardo Domínguez nos ayudaron a limpiar las señas, a que en las tomas las señas estuvieran super bien para que una persona que sea sorda y sepa hablar el LSM encuentre una película bilingüe en donde pueda leer los subtítulos cuando está en español y pueda entender las escenas cuando están en LSM y lo mismo que nos suceda a nosotros como oyentes si no sabemos lengua de señas tendremos subtítulos, la película va así a todo el mundo, siempre irá con subtítulos para español y para LSM entonces es una película bilingüe.

El personaje de Miriam es HOPS, que es Hija Oyente de Padres Sordos o CODA en inglés (Child of Deaf Adults) y hay jerarquías en las comunidades de sordos en donde un sordo profundo llega a cerrar su oralización y aprende a expresarse en señas; sin embargo, una persona que crece oyendo como es el caso de Miriam no habla en señas de la misma manera que un sordo profundo porque tiene idea del español. A pesar de que su lengua materna es LSM debido a que sus padres son sordos, ella crece oyendo, por lo que sus señas se convierten en algo parecido a un español signado así que cuidamos que Miriam tuviera esa característica, que no hablara como una sorda profunda, sino como alguien que habla español, que cambia sus señas porque lo habla. Ha sido muy interesante encontrar y conocer a la comunidad de sordos y sus jerarquías, en como defienden su dignidad de sordos, es algo importante como tiene que ver con su identidad, en cómo hacen sus señas y como deciden no hacerlo. Todo esto no lo llevamos solo a la película, sino al personaje de Miriam y en su relación con Lola, quien prefiere esforzarse en comunicarse oralmente, así como lo que significa hablar LSM dentro de esta comunidad, ya que para algunos hablar señas es digno y para otros es derrotarse, entonces así encontramos a estas personas que tienen estas percepciones diferentes sobre como expresarse, por lo que la pareja sufre este momento en el que tienen que decidir, cómo lo van a lograr, cómo se van a expresar, quien va a comprometerse, quien va a aceptar el cambio de identidad para poderse encontrar en un punto medio, que siento que el mundo de señas es muy importante para la película pero no deja de ser una historia de amor de dos personas que quieren comunicarse.

GaF: Desde tu perspectiva como productora, ¿qué puede esperar la audiencia al ver la película?
AL: Quiero que se sientan más empáticos hacia ciertas minorías, pero de una manera que más bien estén alertas a ser incluyentes al verla. Algo que celebro mucho de nuestra película es la relación de Lola y Miriam en la que no queremos explicar nada, simplemente es una relación que es, como lo hemos visto tantas veces en una relación heterosexual, que no tenemos que explicar mucho más que ello, es algo natural y no hay que dar explicaciones, sin embargo, lo considero suficientemente importante para mencionarlo ahorita, de cómo debería ser más normalizado porque lo es; y espero que vean una historia de amor sobre comunicación en un contexto de abrir los ojos hacia ser más incluyentes y se dejen mover por estos personajes, siento que al final es una película que habla del duelo en el que todos nos podemos identificar.
GaF: En tu currículum tienes proyectos variados que van desde el drama hasta la comedia, ¿hay alguno en particular en el que te gustaría incursionar ya sea como actriz o productora?
AL: Si, me encantaría hacer más comedia. Lo que más he hecho ha sido drama y lo disfruto mucho, pero me gustaría ejercitar mi cerebro hacia la comedia. Estoy escribiendo un guion acompañada de un equipo de escritores que son muy simpáticos y es una película que pretendo producir eventualmente con otras personas de teatro como lo son Ana Kupfer y Enrique Singer, que sale en esta película que acabamos de hacer Todo el Silencio como el doctor que me da la noticia; es importante ese guiño porque Enrique es uno de los fundadores de la compañía de Teatro Seña y Verbo junto con Alberto Lomnitz, los dos hicieron e inventaron señas. Fue lindo tener a Enrique, pero fuera de eso y enfocándome en tu pregunta si me encantaría producir y actuar en comedia y estoy trabajando para ello.

GaF: En un futuro ¿te gustaría dirigir alguna película?
AL: Si y también teatro, me gustaría mucho. Pienso que primero debería hacerlo en teatro porque conozco mucho mejor el lenguaje. Me han dicho varias personas que me debería animar solo a hacer cine, pero me quiero preparar un poco más para ello y no llegar con lo que tengo. Creo que ahora las herramientas que tengo serían sí para dirigir teatro y para escribir teatro y cine, pero para dirigir cine me tengo que preparar más, pero lo voy a hacer.
Después de su estreno en el Festival Internacional de Cine de Morelia, Todo El Silencio se estrenará en las salas comerciales del país.










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