Por: Julia Iturbe
Este es el segundo día del Festival Internacional de Cine UNAM y acompañamos al equipo en una de sus primeras actividades, en el XI Foro de la crítica permanente, se lleva a cabo el encuentro entre Márgara Millan y el Colectivo Cine Mujer, con sus integrantes Rosa Martha Fernández, Beatriz Mira, Maricarmen De Lara y Guadalupe Sánchez.
Para muchas de nosotras, el trabajo de Márgara Millan sobre el análisis y registro En torno a un cine en femenino ha sido una referencia para acercarnos a la filmografía realizada por mujeres.
La conversación entre las ponentes fluye al rededor del trabajo colectivo, los cuidados, los vínculos y los acuerdos que hicieron del Colectivo Cine Mujer, un parteaguas para las mujeres México y América Latina, retratando y dialogando sobre temas importantes para los movimientos feministas de los años 60’s y 70’s, como el aborto, el trabajo doméstico y violación. Se discute también la vigencia actual de estos mismos temas y las distintas expresiones artísticas que han servido como medio y práctica para la denuncia y el posicionamiento.

Love Letter (1953) es la primera función de la Retrospectiva de Kinuyo Tanaka, así como su primera película como directora. Cineasta y actriz japonesa, Tanaka marcó la Época Dorada del cine Japonés por su particular perspectiva en una industria dominada por hombres directores.

La película relata el encuentro entre el ex-oficial Reikichi Mayumi, que comienza a escribir cartas de amor a los soldados americanos de sus amantes japonesas; y su enamorada Michiko, forzada a casarse con otro hombre mientras él estaba en la guerra.
Como parte del Ciclo de Cine Japonés, presentado por la Fundación Japón y FICUNAM, Love Letter es una historia de amor y desamor que se contextualiza de algunas de las problemáticas que enfrentan las mujeres en el Japón de después de la Segunda Guerra Mundial.

Saint Omer (2022), primera ficción de la documentalista Alice Diop, explora las circunstancias de una joven estudiante inmigrante senegalesa que la sitúan en un juicio por cometer infanticidio de su hija de quince meses.

Rama, una novelista con la intención de escribir sobre el caso, observa las similitudes entre sí misma y la acusada. Estas similitudes permean de formas distintas en las personas presentes en la corte. De forma sutil, Diop plantea elementos a través de los que la violencia y la represión se le presentan a Laurence, interpretada por Guslagie Malanda; antes, durante y después de su embarazo. La película se construye con meticulosos detalles que relacionan la historia con la tragedia griega de Medea, la figura materna y el planteamiento de que en una sociedad violenta, existe un precedente en acciones que podrían ser vistas como inhumanas o monstruosas. Envolvente y trágica, Saint Omer deja un vacío y un silencio en la Sala Miguel Covarruvias al finalizar.










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